One Shots Marvel

070

Thor Odinson

Segundos, minutos, días, semanas, meses, años sin verlo.
Un día solo se fue, sin decir nada. No dejo ni una nota, o algo que me ayudara a entender por qué se fue.
Algunas veces me sentía tan sola, sin ganas de vivir, sin ganas de levantarme por la mañana y no entendía el porque. Él se había ido, no le importó lo que me pasara y sinceramente ya no tenía porque importarme lo que le pasara, pero lo amaba. Aunque no quisiera hacerlo,  aunque me doliera hacerlo, lo amaba.

En todo el tiempo que tengo sin el, lo había visto un par de veces en las noticias, o en alguna red social. Cada vez que veía su cabello rubio, sus hermosos ojos, o sus fuertes brazos me derrumbaba un poco más.
¿Que fue lo que hice mal? ¿En que falle? ¿Que hice? ¿Que dije? ¿Que lo alejó de mi?
Siempre ponía la culpa sobre mis hombros.

Desperté muy temprano, sin ganas de nada me prepare un café cargado y tome un paquete de galletas, ese sería mi desayuno. Hoy era mi día libre así que no tenía nada que hacer, me senté a ver la televisión, cambié de canales hasta que me topé con Bob esponja y ahí le dejé.
Eran las 8 de la mañana, terminé mi café y las galletas y limpié un poco la casa, estaba a punto de irme a mi habitación a ver televisión cuando tocaron la puerta.

Últimamente no era la persona más amable del planeta así que no esperaba a nadie, el correo llegaba un día después y definitivamente no era servicio a domicilio. Intrigada mire por el picaporte  pero no logré ver a nadie, así que abrí.

Ahí estaba él, con los ojos llorosos y el cabello despeinado. ¿Que hacia aquí?

— Hola — me dijo hola, ¿Que se supone que deba contestar?

— Hola.

— Lamento llegar sin avisar, ¿Estás ocupada? — no, no lo estoy pero no quiero hablar contigo, pensé.

— No, pasa. — ¿Por qué?

Él entró al departamento algo desconfiado y muy apenado. No sabía que era lo que estaba pasando, después de tanto tiempo llega y solo dice hola, y yo como la estupida que soy lo dejo entrar a mi casa, como si nada estuviera pasando.

— ______, yo no sé qué decirte — empezó a hablar. — se que lo que te hice no tiene perdón pero de verdad lo lamento.

— Que bueno que lo haces

— Soy la peor persona en la galaxia, lo sé. Te extraño

Me extraña, ¿Por que hasta ahora se da cuenta de eso y no hace un año atrás?
Sonreí, no porque me alegrara el saber que me extraña si no por lo raro que se escuchaba.

— Perdóname, no sabes lo mucho que te necesito, tengo tantos problemas y tú siempre sabías cómo hacerme sentir mejor.

—¿Por que te fuiste, Thor?

— No lo sé, creo que llegue a pensar que no me necesitabas, que no me querías y solo me fui.

— ¿Y por qué nunca me preguntaste nada?

— No lo sé. — se escuchaba desesperado.

Y a pesar de que quería correr y abrazarlo y besarlo, algo de cordura me detuvo. ¿Realmente volvería con él como si nada hubiera pasado?  O ¿Aún me queda un poco de dignidad?

— ¿Sabes? Imagine este momento de muchas maneras, el momento en el que llegabas y me pedías perdón, y yo creía que iba a caer rendida a tus brazos en cuanto te mirara, pero ahora se que no es así. — continúe — no se porque te fuiste, y honestamente ya no me interesa, ahora solo quiero saber por qué volviste.

— Simplemente te amo _____, y quiero estar contigo. Quiero que lo intentemos de nuevo.

Sonreí — Claro que no, te amo, y sufrí muchísimo por ti, pero ¿Sabes que? No me me mereces, eres un Dios y salvas al mundo todos los días, pero eres un patán, y antes de poder amarte tengo que amarme a mi primero y dejar de perder mi dignidad pensando en ti. Quiero que te vayas, por favor.

No sabía qué demonios estaba haciendo pero se sentía bien.

— Pero _____ ...

— Por favor, Thor — le interrumpí

Él salió de ahí no sin antes abrazarme y desearme lo mejor. Me dijo que me amaba, pero no sentí nada. Le sonreí y lo despedí.
¿Quien diría que el amor propio se sentía tan bien?

Ahora con más ánimos tomé una ducha, me puse bonita y salí de compras, realmente me sentía como nueva.