Capítulo 8 parte I

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—¿Tu mamá no piensa nada raro con respecto a nosotros? —pregunté en el sofá, mientras jugábamos videojuegos—. Nos la pasamos todo el día juntos, vienes muy seguido a mi casa, salimos bastante con Melanie, los tres juntos, como una pareja feliz con su hija...

—Mi mamá cree que somos novios —me interrumpió sin despegar la vista de la pantalla, como si nada.

—¡¿Qué?! —Abrí los ojos y la boca impresionado. ¿Y si ella pensaba que le pedía a Niall que viniera a mi casa para tener sexo? ¿Y si pensaba que no hacíamos más que follar todo el día y que no cuidaba de él? No quería que pensara así de mí; yo no era de esa forma—. ¿Y nunca le dices que no lo somos?

Bufó con ironía.

—Como si me fuera a creer.

Ladeé la cabeza, mordiéndome el labio.

Tenía razón. Ya conocía shippers y sabía cuán intensas eran —y también sabía que no dejarían de shippear ni aunque les dijeras que su ship no era canon ni lo sería nunca.

—¿Todos nos shippean?

Soltó una risa.

—Eso parece.

—¿Y no te molesta que te diga gay?

Negó con la cabeza de inmediato, como si no pudiera estar más seguro de lo que diría a continuación.

—Ninguna orientación sexual ni género es un insulto, por lo que nunca podría sentirme ofendido porque me digan alguno de ellos, sin importar cuál sea —siguió jugando—. Nunca podría sentirme ofendido porque ser quien eres, gustarte lo que te gusta, nunca está mal.


"De eso se trata // De poder vivir / sin esa / persona // pero no / querer / hacerlo".

Cuando terminé de leer el poema, mi mejor amigo y mi hermana estallaron en aplausos, cosa que agradecí haciendo un ademán. Sonreí al dejar el poemario sobre la mesa; me había gustado lo que había recitado.

—¡Me encanta! —Rió Mel saltando de alegría.

—Es lindo —comenté, sonriendo aún más al ver la reacción de la pequeña.

—¡No es sólo lindo! —afirmó Niall—. Es que ve, Zayn, esa autora es tan pro-no-gender que sus poemas casi nunca tienen pronombres personales; siempre es "esa persona", "ese alguien", "ellos". ¿Te das cuenta? —Asentí, comprendiendo a lo que se refería—. ¡Es genial, ¿no lo crees?!

Cuando oía a Niall hablar así, moría de admiración, porque amaba las palabras que usaba para expresarse y, a la vez, moría de envidia. Envidiaba su capacidad de poder asombrarse tanto, de ser tan sensible, de poder maravillarse ante algo que quizá la mayoría de las personas pasaran por alto.

Envidiaba que pudiera ser tan intenso y apasionado con algo como eso.

Pero, al mismo tiempo, amaba que fuera así.

Oh, no, pensé sonriendo. Lo que es genial es que tú te des cuenta de ello.


La siguiente sesión fue sencilla. Montse llevó de nuevo la manta y nos pidió acostarnos en ella como si fuéramos a dormir. Yo me acomodé primero y, una vez en el suelo, extendí mi brazo izquierdo para que Niall se recostara allí.

Homely [Ziall AU] #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora