Dos Mejor Que Uno

~El simbolo en la piramide~

CAPITULO VII

—¿Qué encontraste? —preguntó Kenna, ambos saquearon un campamento que sin saber había sido previamente desvalijado por las manos silenciosas de Lara.

—Nada.— Respondió Nathan matando el optimismo de Kenna.

No hubo tiempo para más cuando un grito los tomó por sorpresa "¡¿Quienes son ustedes?!". En un santiamén, más de veinte hombres armados los rodearon de acero y pólvora lista. Nathan analizó las posibilidades para defenderse pero sabía que a él no le harían nada. Entonces ni uno de los dos respondió. Abraham ordenó que recogieran el campamento, y que se llevaran esposados a Nathan y Kenna, para encerrarlos junto a Lara. Entonces su radio sonó.

<Radio> Señor, Croft escapó— dijo alguien, el rostro de Abraham se desfiguró en rabia contenida. Pateó los objetos a su alrededor. y exclamó "Maldita sea".

<Radio> Nos encargamos de eso luego, manden a cuatro elementos a custodiar la salida por si intenta irse.

—A estos dos —dijo Abraham, señalando con desprecio a Kenna y Nathan—. Enciérrenlos en la cripta.

Mientras tanto, Lara avanzó con dificultad a través de la densa cortina de lianas. Sus extremidades se enredaban en aquella vegetación espesa, como si el mismo inframundo tratara de retenerla. Al fin, la luz del otro lado estalló ante sus ojos como un relámpago divino, obligándola a entrecerrarlos.

Había llegado.

Ante ella la recibió un paisaje de pirámides mayas cubiertas por naturaleza rojiza y tierra naranja, como si fuera el mismísimo sitio que la tierra escogió para sangrar sus secretos. Algunas estructuras se sostenían con maderas podridas, al borde del colapso, resistiendo al olvido. Un riel recorría la ciudad en forma de anillo, rodeándola en su totalidad. Vagones descarrilados yacían cubiertos por raíces y maleza.

Estos trenes deben de ser de las únicas expediciones realizadas
en este lugar.
¿Acaso mi padre llegó hasta aquí?
Si hubo civilización aquí abajo...
¿Donde están ahora?

Descendió por una pendiente rocosa, deslizándose con sigilo. Desde allí, se percató a los hombres de Craken organizando cargamentos frente a un vagón encarrilado. Sin hacer ruido, trepó hasta lo alto de otro vagón en ruinas, sepultado por los años. Espió desde la cima.

Esos vagones aún funcionan...

Seguro los usan para transportar cosas.

¿Pero qué cosas llevan ahí dentro?

Una platica captó su atención, uno de los hombres de Abraham indicó al conductor del tren manejar a donde se suscitó el hallazgo del Ojo de Oro.