Nathan Drake ha sido contratado por un hombre peligroso para sabotear a Lara Croft.
#163 Ciencia Ficción 27/ Nov/2019
#206 Videojuegos 28/Mar/2019
#217Accionyaventura 21/Enero/2022
#57Accionyficcion 21/Enero/2022
#1 Tomb Raid...
La partida de la ciudad fue sencilla. El dúo, atentos, siguió los rastros que, a su juicio, parecían haber sido dejados adrede por los hombres de Craken. Las señales, aunque útiles, eran sospechosas. La posibilidad de una emboscada latía presente, así que avanzaron en estado de alerta, cada paso impregnado de cautela.
Al dejar atrás la ciudad hundida, volvieron a montar sus caballos y retomaron el rastro de las huellas de neumáticos marcadas en la tierra seca. Kenna ya no estaba con ellos. Al caer la noche, siguiendo las marcas con paciencia, llegaron a un campamento base oculto entre la espesura de la selva. La naturaleza lo envolvía todo, y aún así, la infraestructura era descomunal.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nathan lo comprendió entonces, quien lo contrató no mentía. El campamento, colmado de tiendas gigantes, maquinaria de excavación y armas de gran calibre, no podía haber sido erigido en pocos días o semanas. Craken llevaba allí mucho tiempo.
La noche era cerrada, el cielo una inmensa sábana de estrellas. El aullido de los monos se mezclaba con el murmullo de la selva, mientras la luz lunar y las farolas eléctricas del campamento rompían la oscuridad en manchas pálidas.
—Si queremos encontrar la grieta y el Ojo, debemos encontrar a Abraham —susurró Lara, observando desde las sombras a los hombres que caminaban con despreocupación. Nadie vigilaba. No había guardias. Nadie los había descubierto antes. Estaba decidida a matarlo si era necesario.
—¿Y luego qué? ¿Salimos corriendo? ¿Robamos un auto? ¿Ya tienes un plan?
—Solo pensé en recuperarlo —murmuró ella con una media sonrisa—. Las cosas me salen mejor cuando improviso. Veremos cómo se torna la situación.
Nathan creyó que su consejo posiblemente se había deslizado de Lara. Pero no, ella no era una niña, sabía cuándo debía aplicar ciertos conocimientos y cuando tomar ciertas acciones.
Se adentraron con sigilo, revisando tiendas y carpas, recogiendo armas y equipo, recuperando lo que habían perdido. Fue durante ese saqueo que unos hombres entraron en la tienda. Lara se escondió bajo costales enormes de café y arroz; Nathan, tras unas repisas metálicas cargadas de cajas plásticas.
—Abraham quiere los paquetes de la carpa K-12 en el helicóptero. Sale en cuarenta minutos —dijo uno de los recién llegados, quien luego se marchó, dejando a los otros dos dentro.
—¿Al de Ayutthaya o al de japón? —Preguntó otro.
—Ayutthaya. Ya no tenemos nada que hacer en Japón.
Los hombres comenzaron a cargar los costales, sin notar la presencia de Lara. Una vez retirados, ella y Nathan salieron de sus escondites.