CAPITULO XII "TRÁFICO"

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ISAAC

Llega el momento que después de tanto tiempo viéndolos pelear, pierdes la cuenta real de cuántas veces ha pasado esto, Leonel, que es apenas 3 años mayor a Mauro carga con una responsabilidad que no ha deseado quitarse de encima aunque eso conlleve un odio tremendo por parte de su único hermano, todo ocurrió hace casi 8 años si no mal recuerdo,  en el que llegamos a casa de Mauro y encontramos a su madre en el suelo bañada en sangre y a Leonel con un arma en la mano mirándole con desprecio, justificando tal acto como una venganza, la razón, argumentó que su madre le había sido desleal a su padre, y que si sus vidas corrían peligro, tenía que hacer algo.

Mauro no necesitó muchas explicaciones, encontró a su madre con un tiro en la cabeza y a su hermano mayor con un arma aceptando haberle disparado, creo que a cualquiera le basta para odiar a alguien por el resto de su vida...

Mi padre decía que siempre tenía que ser lento en cuanto a ira, ya que la ira hace que olvides ciertos detalles que pueden cambiarte un panorama poro completo, tomé en cuenta detalles que Mauro, basado en su ira jamás ha podido notar...

La realidad era que Leonora, madre de Mauro, no era una madre del todo normal, era una mujer tranquila, tranquila en exceso, dormía mucho y cuando estaba despierta, parecia llevar meses sin dormir  correctamente, cuando éramos niños la madre de Mauro era enfermera, y su padre le decía que su cansancio le estaba pasando factura, cosa que acepté por un tiempo, mientras mi raciocinio se hacía más amplio.

El padre de Mauro hablaba demasiado con mi padre, Mauro pasaba mucho tiempo en mi casa, y eso nos parecia buemo a ambos, pero esa noche decidió que seria bueno ir a casa a ver a su madre, aunque tenía órdenes de no hacerlo... el resultado ya lo dije, una escena tétrica sacada de una pelicula de terror.

Recuerdo que mientras Mauro abrazaba a su madre ya muerta, Leonel se desplomó frente a nosotros, fue cuando me di cuenta que estaba herido, justo en un costado del abdomen. Mauro tomó el arma dispuesto a dispararle a Leonel, y es cuando agradecí haber acompañado a Mauro a casa, evite que le disparara, y llamé a una ambulancia, decisión que Mauro no ha cuestionado, no de viva voz...

Una vez que Leonel estuvo consciente lo obligué a hablar conmigo, lo acorralé como acostumbraba hasta que habló de una buena vez, el panorama, como ya lo creía, era distinto... cosa que sólo él podía aclarar...

Mi padre fue el presidente del Comité que se le hizo a Leonel por su crimen, Mauro exigió se le condenara a muerte, petición a la cual mi padre hizo oídos sordos, dando como sentencia el exilio...

Mauro peleó con mi padre al final, y me vi obligado a intervenir, Mauro alegaba muy dolido que su propio hermano había cortado la flor más hermosa de su jardín, y quién diría que entendería esas palabras tan sólo un par de años después, cuando yo también perdí la flor más hermosa de mi jardín...

Esa noche tiré de Mauro hasta que logre meterle a una habitación vacía de mi casa, Mauro estaba enloquecido, caminaba de un lado a otro mientras se pasaba ambas manos por la cabeza brutalmente desesperado, sabía que si Leonel salía de México, no podría cazarlo, me suplicó que lo dejará salir, me cuestionaba, me preguntaba si yo tolerará que Adrián hiciera algo así, lo único que hice, fue cruzarme de brazos y mirarle enloquecer... la cosa se puso peor cuando escuchó que las camionetas se encendían, fue como un detonador, comenzó a empujar hasta que me golpeó la cara, estaba dispuesto a todo, a matarme si era necesario... caí sentado justo en la puerta, mire a Mauro y si quería pelea, la tendría, el resultado le fue favorable cuando, en un movimiento que yo le había enseñado, me jodió la rodilla y me metió un cabezazo que me dejó fuera de combate... 

cuando volví a despertar, Mauro estaba mirándome, con los ojos llorosos y rojos, me susurró un "perdón" que a penas pude escuchar... 

eramos como hermanos... 

❖ 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬: 𝐋𝐚 𝐑𝐞𝐛𝐞𝐥𝐢ó𝐧 ❖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora