CAPITULO XXV "BITTERSWEET"

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Después de 5 años, había vuelto a mi hogar, fue duro, esperaba encontrarme a Kristell en cualquier momento, brincando los azulejos sin pisar las líneas... 

a mi hermano haciendo 20 mil veces el nudo de la corbata antes de irse a la Hacienda... eramos los dueños de grandes tequileras, y las únicas veces que pisé Cofradía fue para beber hasta perder el sentido, pero ahora que mi padre no estaba, prácticamente, sin quererlo, era el dueño, junto con mis tíos que habían trabajado duro, no era tan mierda como para quitarles lo que se habían ganado...

miré la casa, las habitaciones, mínimo habían tenido el respeto de dejarlas como estaban... mi corazón se rompió cuando vi el jardín de mi madre tan diferente, nos encantaba hacer el jardín, era la conexión que yo tenía con mamá que ninguno de mis hermanos tenía...

Agradecí el gesto de los míos de dejarme solo y mirar... me di cuenta de que aunque los tuviera a todos, realmente me encontraba solo, creí estar listo para esto, pero no lo estaba, y para ser sincero, creo que nunca lo estaría...

Entré a la habitación de mis padres y el corazón se me comprimió al grado de doler, miré la enorme foto que mamá había colgado justo arriba de su cabecera, una foto donde estábamos todos juntos, donde nuestro futuro era claro, mi padre manejaría cofradía y seguiría siendo el líder de la Dinastía, mi madre una eficiente negociante, mi hermano, un administrador exitoso, mi hermana una gran deportista, y pues en ese entonces, seguía creyendo que podía tener una doble vida, una normal y una no tanto... mis padres me hicieron creer en eso, y fue la más grande mentira que pude comprarles... 

Fue doloroso recordar que un día fui feliz y que lo tuve todo, una familia, de la cual moría gente de vez en cuando, y que con el tiempo, comprendí el porque, un hogar, que era mi lugar favorito del mundo... mi escuela, mis amigos, Karen... ¿que más podía pedir?... hasta que me quitaron todo, de un golpe, mi familia entera, mi hogar, el amor de mi vida, mi tranquilidad... todo por tener poder... 

Salí de la habitación de mis padres y entré a la mía, que después de 5 años, estaba tal cual... miré las fotos que Karen me había regalado en mi cumpleaños, era tan creativa que no podía con tanto ingenio que le brotaba, estas fotografías colgantes eran parte de esa mente de arcoiris que  solo ella podía tener... 

no me molesté en encender la luz, no la necesitaba... conocía bien esta casa... 

me quité la ropa como lo hubiera hecho hace 5 años, la coloqué en el mismo lugar, entré a la ducha y repetí lo que tanto odiaba en ese entonces, me senté en la cama, con la toalla rodeándome la cintura...

ella no va a venir... 

ella no va a entrar...

suspiré mientras sentía un nudo bloqueando mi garganta, busqué mi ropa interior, busqué la mas grande que encontré y me quedaba algo ajustada... ya no tenía 20 años... 

me tiré en la cama con la mirada a la ventana... incluso creo que podía escuchar la risita de Karen que se fugaba a mi habitación ya que mis padres se habían ido a la cama... 

como posaba su dedo índice sobre sus labios haciéndome callar....

miré el techo durante un buen rato, y decidí torturarme de la peor manera que se me pudo ocurrir...

encendí la televisión y el DVD, y se me ocurrió la brillante idea de ver el vídeo de nuestro aniversario, un par de meses antes de que todo ocurriera...

❖ 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬: 𝐋𝐚 𝐑𝐞𝐛𝐞𝐥𝐢ó𝐧 ❖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora