Capítulo 6

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Noviembre, 2013.
    
Alonso se había metido a la industria musical hacía meses, y le iba bastante bien. Han pasado siete meses desde que empezó y ha ido en aumento su popularidad. Él, Jos, Bryan, Alan y Freddy forman la agrupación. Y me hace feliz que él sea feliz.

Toda mi agonía desaparece cuando tú me sujetas en tu abrazo... haz de mi corazón un lugar mejor, dame algo en lo que pueda creer... ahora que abriste la puerta no dejes que se cierre... No me destroces, quiero creer que esto es real...

Diciembre, 2013.
    
Agarré la mano de Alonso y lo obligué a seguirme hasta el patio delantero, alejándonos de los demás que se hallaban en el patio trasero.
    
—¿Qué sucede? —preguntó mirándome. Me coloqué frente a él, necesitaba decírselo.
    
—Alonso...
   
—¿Sí? —quise decirlo, pero las palabras se atoraron en mi garganta. Jugué con mis labios un par de veces. Bajé la mirada, no podía— Hey, ¿qué tienes? —levantó mi rostro, me perdí en sus ojos. ¿Por qué tiene que tener tremendos ojos?
   
—Yo... —las palabras volaron. Pegué mis labios a los suyos, no dudó y me correspondió. Me separé después de unos segundos, no abrí los ojos.
    
—¿Tini? —conté mentalmente antes de abrir los ojos— ¿Quieres llorar? —pude sentir las lágrimas al borde— ¿Qué sucede?
    
—Eres... —suspire— un chico, el mejor chico que he conocido en mi vida —reí entre llanto. Así es, estoy llorando—. Lo sé, soy muy joven, sólo tengo dieciséis pero... Dios, eres un tipo increíble, he tenido ocho, tal vez nueve novios en mi vida, y... Me encantaría que fueras mi primer amor, que me enseñarás lo que es estar enamorada. Pero ya lo sé, no eres mi primer amor, pero sé que estoy enamorada... Cuando conocí a tus padres... —cerré los ojos recordando, luego los abrí— estábamos en tu casa, y ellos llegaron, y tú —di un respingo— tú me presentaste como tu novia, y... —sorbí mi nariz— y estabas tan orgulloso, tus ojos brillaron más que nunca, como dos soles. Y yo, me sentí, nadie... —suspire, había tartamudeado— me sentí feliz al saber que estabas orgulloso de decirme novia —lloré más— y... —me encogí de hombros— me encantaría que esto durará para siempre, pero... No quiero apresurar nada, no quiero creer que esto acabará mañana, o en un mes o en un año, o en cinco, sólo quiero disfrutarlo y ser feliz mientras dure. Tú me haces feliz...                       
    
—Tú me haces feliz —me sonrió.
    
—¡Ya casi!¡Ya casi! ¡Faltan 40 segundos! —gritó mi hermano desde el otro lado de la casa. Alonso rió.
    
—Nuestro primer año nuevo juntos —me abrazó— pronto serán muchos... —sonreí.
    
—Quiero tener mi primer beso del 2014 —dije secándome las mejillas.
    
—Yo también —sonreí y me devolvió la sonrisa.
    
—¡10... 9...! —empezaron a contar todos desde el jardín trasero. Alonso tomó mi mano y miramos el cielo, esperando los fuegos artificiales— ¡5... 4... 3... 2...!
    
—¡Te amo! —grité cuando el cielo se iluminó y sin tiempo a algo más lo besé.

«Lo hice»
    
No puedo creer que lo dije, le dije que lo amo. Estaba tan aterrada de quererlo de verdad y ya no podía hacer nada para retirarlo. El sentimiento me carcomía el pecho, de una buena manera.
    
Me alejé de sus labios, él mantuvo los ojos cerrados, con el ceño un poco fruncido. No debí decírselo, pero no puedo volver el tiempo atrás.
    
—Te amo —dijo abriendo los ojos.

«¿Qué?»
    
El corazón me latía a velocidad máxima, alcancé sus labios otra vez. A pesar de que lo que he dicho es verdad y que él lo ha dicho también no pude evitar que un pequeño dolor se colará en mi mente.

«Piensa en lo bueno»
    
Separé nuestros labios pero mantuve unidas nuestras frentes, nuestros alientos se mezclaron.
    
—Dilo —pedí en un susurro.
    
—Te amo Destiny Airam —dijo mirándome fijamente.
    
—Te amo Alonso sin segundo nombre —soltó una carcajada negando con la cabeza para después besarme.
    
Mientras mis labios se movían con los de él. Lo único que pensé, no, no lo pensé, lo estaba gritando mi cabeza.

«¡Te amo!¡Te amo!¡Te amo!»

Amarte Duele || Alonso VillalpandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora