Amarte Duele || Alonso Villalpando

Capítulo 15

25, Diciembre, 2014.
    
—¡Es navidad! —gritó Braulio. Todos nos abrazamos unos a otros. Sonreí al ver a mis papás.
    
—Feliz Navidad —abracé a Columba.
    
—Feliz navidad —caminé a Alonso quien abrazaba a su hermano con una mano mientras que con la otra tecleaba en su celular.
    
—Feliz navidad —dije abrazándolo, me abrazó igual que a Diego.
    
—¡A tronar cohetes! —gritó animado Braulio saliendo de casa.

Todos nos dirigimos afuera, donde el cielo era adornado con coloridos cohetes. Alonso salió al último mirando la pantalla del celular.  Cuando nos dirigimos al interior de la casa tomé la mano de Alonso, deteniéndolo. Me miró con una sonrisa de costado para luego volver a mirar la pantalla del celular. Suspiré.
Con mis brazos rodee su cintura enterrando mi cara en su cuello, aspirando su aroma. Lo escuché reír un poco.
    
—Me haces cosquillas con tu aliento, Tini —murmuró. Dejé un beso en su mandíbula para verlo a los ojos.
    
—No te despegas del celular, ¿qué sucede?
    
—CD9 —dijo bloqueando el teléfono— Lo siento.
    
—No, está bien, sólo —me encogí de hombros—. Es navidad —hizo una pequeña sonrisa.
    
—¡Los regalos! —escuchamos gritar a Braulio, reímos.
    
—Andando —me guió dentro de casa.

29, Diciembre, 2014.
    
Mi celular vibró.
    
HOLA, mandó Meg, la extrañaba.  Se fue de vacaciones con su mamá y hermano a Sonora.
    
HOLI, le respondí.
    
ESTOY TRISTE, escribió.
    
¿POR?¿QUÉ PASÓ?, mandé.
    
YA SABES CÓMO SOY DE BIPOLAR, mandó.
    
¿PERO POR QUÉ, O MÁS BIEN POR QUIÉN?, puse aunque tenía una idea de por quién podría ser.
    
ESTEBAN, ESTABA EMPEZANDO A OLVIDARLO.          Y NO PUDE, resople, me chocaba que aún lo quisiera.

Que se haya comportado “bien” una noche no significa nada, seguía siendo Putiman.
    
Además, ¡Jos es su novio! Aunque no la juzgo, no es fácil olvidar al primer amor, y por desgracia eso es Putiman para Meg.
    
DESDE QUE BAILÓ CONTIGO EN LA FIESTA VOLVIÓ TU AMOR POR ÉL,¿CIERTO?, recordé la cara de Meg aquella noche, tan cómoda y relajada en el hombro de Putiman.
    
SÍ, RESURGIÓ.      TE DEJÓ, ME DEBO IR, BYE.
    
TE CUIDAS.

Volví a mirar la televisión cuando alguien llamó a la puerta. Me levanté para abrir. Sonreí.
    
—Hola —dije, Alonso dejó un beso en mis labios para después adentrarse en la casa. Se sentó en el sofá y yo apagué el televisor, pasó sus manos por sus rodillas, nervioso. Junté las cejas.
    
—Tini...
    
—¿Qué está mal? —me dejé caer a su lado.
    
—Nada, sólo... —me abrazó pero luego se apartó—. Tengo una noticia, puede ser buena, puede ser mala —fruncí más mi entrecejo.
    
—Dime.
    
—¿Recuerdas que en Navidad estuve mucho en el celular? —asentí— Bueno, sucede que CD9 está invitado a una cena en Azteca.
    
—Eso es, genial —le dije, sin comprender si eso era bueno o malo.
    
—En año nuevo —mi boca se abrió un poco.
    
—Eso significa, que, ¿no pasarás año nuevo conmigo?¿Con tu familia? —analicé. Mordió su labio inferior asintiendo.

«Respira hondo, Airam»
    
Le di una sonrisa cerrada, nada real.
    
—¿Por qué me miras así? —pregunté borrando la falsa sonrisa.
    
—Di algo.
    
—¿Y qué quieres que te diga? —se encogió de hombros.
    
—¿Estás molesta? —me tomé unos segundos antes de negar con la cabeza— ¿Segura? —volví a tardar en contestar, pero terminé asintiendo. Acercó su mano a mi mano y entrelazó nuestros dedos. No le devolví el agarre— Estás molesta —aseguró.
    
—¡Claro que lo estoy! —exclamé levantándome—. ¡No todos los días empieza otro año!¡Y tú no estarás! —caminé a las escaleras.
    
—Tini... —me llamó mientras subía.
    
—No quiero parecer mala pero, —di un respingo, me detuve y de las escaleras lo miré—. De por si siento que te olvidas de mí y, ¿ahora ya no podemos pasar los días festivos juntos? —negué con mi cabeza.
    
—No, no, pienses así. Jamás me olvidaría de ti —una pequeña sonrisa  se me escapó, por la manera tan tierna en que lo dijo—. Sólo será una cena, y un evento. Es más, puedes venir conmigo —caminó a mí, bajé las escaleras suspirando.
    
—No estoy para eso, Alonso. Quiero decir, yo no encajo ahí —volví a suspirar—. Estoy molesta, sí. Me pone mal que no vayas a estar conmigo pero, está bien, eres parte de CD9 y eso conlleva responsabilidades y está, —rodee su cuello con mis brazos, él rodeó mi cintura— estamos bien.
    
—Te adoro, Tini —besó mis labios.

«Sólo por favor, no te alejes de mí»
    
Admiré sus ojos cuando se apartó, lo volví a besar.

“Dilo”

“Te amo, Destiny Airam”

“Te amo más Alonso sin segundo nombre»