Amarte Duele || Alonso Villalpando

Capítulo 11

•>Continuación •

-Gracias -dijo Alonso.

-Que tengan buena tarde -le respondió el hombre. Alonso tomó mi mano y nos alejamos del puesto de comida con dirección al estacionamiento. Dejé de caminar.

-¿Qué pasa?

-¿Ya nos vamos? -fruncí el ceño, se desconcertó-. Hay que dar una vuelta -sonreí. Levantó la vista y asintió.

Caminamos entre los puestos coloridos, algunos de comida, otros de vestimenta o accesorios. Dos chicas se acercaron corriendo hacia nosotros, y comenzaron a hablar rápidamente, sobre Alonso.

De manera lenta me solté del agarre de Alonso y él no puso mucha resistencia, estaba concentrado en sonreír para las chicas. Me alejé un poco para ver collares y pulseras.

-Lamento eso -dijo Alonso unos minutos después, colocándose junto a mí.

-No te preocupes -dije aún mirando las pulseras de la mesa. Alonso colocó su mano alrededor de mí, abrazándome-. Mira éste --le mostré un collar de piedras blancas, varonil claro.

-Es lindo -lo dejé en su lugar, sabía cuando a Alonso no le gustaba algo, su sonrisa no llegaba a sus ojos. La dueña del puesto no dejaba de mirarme desde que llegué, eso me incomodó, no es como si le fuese a robar.

-Quiero regalarte algo bonito - hice un puchero. Me plantó un beso en la mejilla.

-Ponte un moño entonces -reí- No necesito nada, te tengo a ti, una chulada, una preciosa chica, la más guapa y linda -sonreí y bajé la mirada-. Oh por Dios -alcé la mirada, sentí mi rostro arder. Y Alonso tenía cara de "No me lo puedo creer".

«Oh no»

-¡Te acabas de sonrojar! -Alonso me besó la coronilla, orgulloso de sí mismo.

En la primera cita le había dicho que nunca me habían hecho sonrojar y lo había estado intentando todo este tiempo, no lo había logrado... Hasta ahora.

-Disculpe -habló la mujer, ambos la miramos-. Note que irradian mucho amor -asentí sin comprender-. También escuché que quiere darle algo, señorita, y supongo que quiere darle algo especial.

-Supone bien.

-Si me permite, éste -me pasó un paquete, una pulsera negra hecha de hilos estaba dentro.

-Gracias, pero creo que es muy simple -le regresé el paquete, ella no lo agarró.

-Es simple pero, -alzó su dedo índice- la persona se la coloca para tener suerte en el amor, ésta se cae sola estando junto a la persona que amas y es entonces cuando sabes que ese amor te acompañará toda la vida pero si te la quitas, la relación terminará dejándote un hoyo en el corazón imposible de llenar -me sonrió. Miré la pulsera.

«Pero que loca que está»

Alonso asintió.

-Para que estemos juntos siempre -volvió a besar mi coronilla. Suspiré, si a Alonso le gustaba...

-Me lo llevo -le dije a la señora.

*

06:45 pm. Marcaba la hora de mi celular. Durante todo el camino de regreso hemos cantado canciones de la radio, Alonso cantaba bello, claro, mientras parecía que yo ahorcaba a un pavo.

-Don't al be rainbown and burflais
-bromeé causando que riera, mientras seguía cantando pronunciando mal el inglés saqué me celular.

¿DÓNDE ESTÁS?, mandó Meg.
¿POR?, mandé.
TUVE QUE CUBRIRTE CON TUS PAPÁS!!, MIJA PA' LA OTRA MANDA UN MENSAJE, envió junto a emojis enojados, ¿ÓN TÁS?
¡TE AMO MIL! GRACIAS POR ESO, envié con emojis sonrientes, NTP, YA VAMOS A CASA.

Alonso condujo con una mano mientras mandaba la otra a molestarme, la pasó por mi estómago para hacerme cosquillas, di un salto.

-¡No! -grité alejándome de él- ¡Alonso!¡No seas así! -chillé, él sabía que detestaba las cosquillas. Rió.

-Deja eso -me pidió acercando su mano de nuevo, pero ésta vez agarró mi celular y lo bloqueó, luego lo dejó en la guantera.

-Me metí en problemas -dije, su mano volvió a mí para comenzar a jugar con mi pelo-. Mis papás andan preocupados.

-¿No les mandaste un mensaje o algo? -me miró con los ojos entre cerrados rápidamente para volver a ver el camino.

-Se me fue -un escalofrío me recorrió cuando su mano tocó mi nuca, me aparté de manera hostil.

-¿Qué pasa? -me dio una mirada rápida.

-Nada -negué con la cabeza.

-Tini -dijo en un tono serio.