Capítulo 23

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27, Febrero, 2015.
    
—Ando con Esteban —mis ojos se abrieron demás, ¿bromeaba?
    
—¿What that fuck? —dije atónita.
    
—Esteban y yo somos novios —repitió. Solté un suspiro.
    
—Felicidades —dije con pesar, sabía que la haría sufrir pero también sabía que yo la haría sufrir si no la apoyaba.
    
—¿Qué tal vas con, Alon? —preguntó recogiendo su melena rubia en una coleta baja.
    
—Bien.
    
—¿Cómo está? —me miró apretando los labios. Un suspiro salió de mi nariz.
    
—Supongo que bien. Ha estado distrayéndose con conciertos y eventos —avanzamos por la plaza central—. ¿Comemos? —cambié de tema—. Tengo antojo de una hamburguesa.
    
—Que raro —habló con sarcasmo, reí.

02, Marzo, 2015.
    
—Meg,¿que te pasa? —pregunté al verla cabizbaja.
    
—Nada —mordió su mejilla interior. Mentía.
    
—Sí, claro —dije cargada de sarcasmo— dime qué pasó.
    
—¿Recuerdas la foto que la otra vez nos tomó Clara a mí y a Esteban? —asentí— la subió y lee —me entregó su celular y leí todos los comentarios de la foto.

Era una discusión, había más comentarios de Emma y del mejor amigo de Putali –ex novia de Putiman–. Una sola vez salió Putiman a defender a su novia, Putali negó estar celosa, hasta un ciego podría mirar lo ardida que estaba.
    
—Vaya,¿qué te dijo Puti, Esteban? —le devolví el celular.
    
—Hablamos y Putali sólo hizo que Esteban me tratará como una princesa, pero ayer le hablé y no me hizo caso por estar con sus amigas —sentí la rabia en mi pecho.

«Agh, Putiman»
    
—No le hagas caso, sabes que es un idiota —me miró seria— bueno para mí lo es... mejor piensa que se acercan las vacaciones —traté de distraerla.

Ya sabía que Putiman la haría sufrir, no se le decía Putiman nada más porque sí. Lo detesto.

*
   
—¡Pando! —exclamé feliz después de abrir la puerta.
    
—Hola —me abrazó y entró a mi hogar, cerré la puerta para que ambos fuésemos a la sala.
    
—¿Cómo estás? —no pude evitar preguntar, aunque sabía que no podría ser como antes, uno nunca se recuperaba de algo así. Mordió su labio inferior, asintiendo.
    
—¿Sabes? —entrecerró un ojo mirándome—. Me harías sentir mejor con un beso —sonreí enternecida. Alcancé sus labios colocando mi mano tras su nuca. El beso era lento provocándome un ritmo cardíaco irregular— Te extraño —susurró en el instante en que nuestras bocas se separaron antes de volverlas a unir en un beso más veloz. La manera en la que movía sus labios me desconcertó, pero lo seguí.
    
—¡Epa!¡Aquí no! —exclamó mi hermano, Alonso trató de apartarse pero se lo impedí, me gustaba este beso. Con mi mano derecha levanté el dedo del medio para mi hermano, lo escuché reír—. Estaré afuera —y seguido se escuchó la puerta.
   
*
 
—Tranquila —acarició mi mejilla después de decirle cómo me tenía Putiman.
    
—Es que, me saca, yo sabía que le haría mal a Meg, es puto, es lo que hace —dije moviendo las manos, señal de impaciencia.
    
—Son sentimientos que Meg no puede controlar, no puede decidir si amar o no a Esteban.
    
—Ya lo sé, pero no, no y no. No lo soporto, se hace el niño bueno, es todo un príncipe un día, pero al siguiente ni conocidos, está mal de... —Pando me besó, un beso casto— es una linda forma de callarme —dije con una sonrisa boba.
    
—Lo haré más seguido —volvió a besarme.

La pasamos entre risas tiernas, caricias, besos y la compañía de papá con bromas.

Amarte Duele || Alonso VillalpandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora