21, marzo, 2014.
Mi cumpleaños.
Después de recibir una advertencia de papá y avisar que habían llegado por mí, salí de casa para subir al auto de Clara.
—Pensé que no vendrías —dijo mirándome por el espejo retrovisor.
—¿Por qué no vendría? —pregunté—. Es una fiesta para mí.
—Porque según tus mensajes, Alonso no te ha llamado en todo el día —dijo Meg a mi lado.
—¿Qué clase de novio es? —exclamó Emma a lado de Meg.
—Uno que sabe perderse buenas fiestas —respondió Meg por mí. Guardé silencio porque realmente no supe qué decir.
«¿Dónde estás, Alonso?»
El trayecto hacia casa de Oscar fue largo y cuando llegamos, el lugar estaba abarrotado de gente. Conocía a Oscar porque compartíamos cinco clases juntos, era una buena persona, popular, amable y rico. Lo miré junto a la piscina, con su novia.
—Vamos a cambiarnos —Emma me empujó hacia el fondo.
—¿Cambiarnos? —pregunté confundida.
—Yo traigo tu cambio de ropa —Meg me guió hacia los lavabos. Quedé en unos pantalones cortos color azul marino y la parte de arriba de un bikini rosa.
—¡Ahí esta la quinceañera! —exclamó Oscar mientras caminaba hacia la piscina. Le sonreí y dejé que me abrazara por la felicitación—. ¿Quieres? —me extendió una lata de cerveza pero la rechacé—. Te veré por ahí, diviertete —se alejó.
La siguiente hora bailé con mis amigas y disfruté del ambiente reventado. Meg corrió tomada de la mano de Clara para saltar en la piscina, reí. Salté bailando y unas manos me rodearon la cintura, me sobresalté. Giré empujando al chico antes de arrepentirme.
—¡Alonso! —exclamé abrazándolo. Él mantuvo el ceño fruncido correspondiendo mi abrazo—. ¿Dónde estuviste todo el día? —me separé de él.
—Lo siento, cosas de CD9 —una pequeña rabia me invadió pero desapareció tan rápido como llegó al sentir sus labios sobre los míos—. Te compensaré mañana, ¿sí? —acarició mis mejillas—. Sólo tú y yo —volvió a besarme, me fascinaba que sus besos me dijeran lo que sentía por mí.
—Te amo —susurré provocando que sonriera.
—Te amo —enseguida los dos caímos a la piscina—. Qué demonios...? —lo escuché decir.
Me acerqué a la orilla empujando mi cabello hacia atrás. Meg se moría de risa mirándonos, a su lado vi a Putiman. No evité rodar los ojos.
—Por ser mal novio —dijo Meg riendo, claramente no hablaba en serio.
Alonso me miró con las cejas fruncidas. Me encogí de hombros, dándole la razón a Meg. Salí de la piscina y Alonso se acercó a mí rápidamente, me jaló hacia el interior de la piscina, otra vez.
—¡Oye! —exclamé aventándole agua al rostro.
—No soy mal novio —me miró alzando una ceja.
—Si tú lo dices —volví a salir, sentándome en la orilla. Alonso se acercó y besó mi mentón. Tomé sus manos—. Anda, vamos a bailar —negó con la cabeza.
—Ni hablar.
—Anda —me levanté y le tendí mi mano pero la retiré cuando estaba a punto de tomarla.
—Que grosera —recargó ambos brazos en la orilla.
—No, no, evito que me tires de nuevo —alce las comisuras de mis labios.
—¿Acaso me crees capaz? —se impulsó hacia arriba saliendo del agua, el tono de mofa que utilizó me confirmó que lo iba a hacer.—A bailar —digo, mordió sus labios.
—Si quedas en ridículo por mi bailada no me reproches —dijo tomando mi mano. Reí.
ESTÁS LEYENDO
Amarte Duele || Alonso Villalpando
FanficA veces el amor no es suficiente, ¿o sí? Fecha de publicación: 17, Octubre, 2016. ©