XVII. Se mató.

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19 de Junio del 2015.

Charles culiao hueon. Han pasado tres días y ni se ha dignado a llamarme. Maraco. E igual yo lo llamé y le dejé un par de WhatsApps, pero el gil me deja en visto, ojalá que se muera el re culiao.

Y hoy juegan contra Bolivia, no es un partido muy trascendental, pero ojalá que ganemos, salir primero del grupo sería bacán.

Tal como me lo prometió el simio, llegó el Mati a buscarme, aunque pensándolo, ¿este hueon no juega hoy? Su amonestación ya pasó, pero filo.

–Oye gil, ¿voh no jugai hoy?– le pregunté. Estábamos en su auto en camino al estadio.

–Probablemente me metan en el segundo tiempo, y todo es más relajado porque igual ya pasamos, el Arturo es el único que tiene que sacarse la chucha porque o si no el pueblo no lo perdona.

–Por hueon, ¿cómo chucha se va a manejar curao?– el Mati se rió.

–¿Y te dijeron algo sobre el David?

–Se lo van a llevar preso. Ahora por lo que sé no tiene escapatoria, mató a una mina y luego de que yo pusiera la denuncia por intento de abuso sexual caleta de mujeres se atrevieron a denunciarlo, resulta que mientras estaba conmigo estuvo con otras tres mujeres, pero al menos ellas se rebelaron ahora.

–Que buena, se merece ir Colina 1, o 2, o ambas.

Mi teléfono vibró en mi mano, lo encendí y vi que era un mensaje del gil culiao que no me ha respondido, llamado ni nada.

De: Charles.
Si meto un gol es para ti 😘

¿Cómo es posible odiarlo si me envía esta clase de mensajes?

Y así fue. Metió un gol en el segundo minuto, seguido de goles del Ale, otro del Charles, uno del Gary y un autogol de un boliviano, fue una goleada, y terminamos como primeros del grupo A, y nos tocaba contra Uruguay.

Suspiré por enésima vez, estaba afuera de los camarines, esperando al Charles para ver si ahora quería hablarme, pero mis planes no duraron mucho, vi como la Feña y sus hijos estaban a unos metros de mí, por lo que me escondí para copuchentear, el Charles salió ya con ropa limpia y fue donde su señora, o ex señora, no sé.

–¿Viste el mensaje que te envié?– le preguntó el Charles a la Feña.

–¿Cuál? No recibí ningún mensaje– respondió la Feña. Estaban de espaldas, pero estoy segura de que estaba frunciendo el ceño.

–El de que te iba a dedicar los goles.

¿Oyeron eso? Fue mi corazón rompiéndose en mil pedazos, ¿cómo tan tonta Camila? Obviamente él no te va a dedicar goles a ti, él no te quiere en lo más mínimo, tú y él están «juntos» por una sola razón, y esa no es quererse estúpida, tení que meterte eso en la cabeza, empieza a usar el cerebro en vez del corazón idiota.

–No me llegó, quizás se lo enviaste por error a otra persona.

–Papi papi, ¿podemos ir al McDonald's?– la Maite lo tiró del brazo, él se rió y se fueron.

Yo estaba de más en esta historia, ellos eran una familia feliz, tienen dos hijos, yo no puedo competir con eso.

En ese momento pude haber mandado a la chucha al Charles, decirle que lo nuestro se acababa, pero me acobardé, cuando estaba a punto de enviarle un mensaje tipo «Lo nuestro se acabó» borré todo e hice como si nada hubiera pasado, supongo que este gil me gusta demasiado y no me importa cuánto me haga sufrir, ya estoy enganchada.

–Oye Cami, hoy hay carrete, ¿vay?– el Ale me preguntó al pasar por mi lado.

Pensé en declinar la oferta, en ir a mi casa y dormir no más, pero quizás tomar me ayudaría a olvidar a ese hueon del Charles, que en estos minutos vaya que lo necesito.

–Dale.

***

Típica fiesta: Minas bailando con poca ropa, minos muriéndose por verlas bailando con poca ropa, mucho alcohol y drogas.

No me había dado cuenta hasta ahora que, desde que el Charles llegó a mi vida, he ido a fiestas y me he curado más que nunca, antes odiaba hasta el olor de la chela, y mírenme ahora... He cambiado mucho en un año y algo, y no creo que para bien necesariamente.

Nuevamente mi hermano se perdió el carrete, puesto que toda la farándula lo andaba siguiendo, no le vendría bien a su reciente disculpa y teatro, además, mientras más lejos del alcohol estuviera mejor, no solo por su imagen, si no que también por sí mismo.

La Mari sí aceptó a acompañarme, el Arturo y ella no estaban en los mejores términos ahora, pero estoy segura de que lo van a arreglar, se aman más que la mierda, ¿cómo ama a alguien como el simio? Ni idea, pero me alegra que lo haga.

–Oye Cami, estay muy cura, yo creo que está bueno ya– me gritó la Mari para que escuchara su voz por sobre la música.

–Ay dale color, yo estoy disfrutando no más– reí mientras bailaba, sentía que alguien me miraba a lo lejos, pero ni me importó.

–¿Cami?– el Sergio se puso delante mío. Oh ctm yo anduve con este.

–¡Sergio!– lo abracé, el correspondió mi abrazo, seguía sintiendo la mirada de una persona a lo lejos. Me separé de él para hablar–. ¿Qué haces acá?

–El Claudio me invitó po.

Ah verdad que este hueon es amigo del capi.

–Ah bacán, ¿querí bailar?– comencé a bailar, el Sergio me miró divertido y empezó a bailar conmigo. Las cosas se estaban empezando a subir de tono, de un momento a otro me tiré encima suyo y lo besé, no llevaba ni 5 segundos comiéndomelo y alguien me agarró del brazo.

–Camila, nos vamos– el desconocido me empezó a arrastrar hasta la salida. Ay ctm, este hueon es el David, me está llevando, ay no me van a matar por la mierda, comencé a llorar–. ¿Qué chucha? ¿Por qué llorai?

–David no me agarrí del brazo que me duele, déjame porfa– paramos en seco, el David se dio vuelta, y resulta que no era el David, era el Charles.

Tenía una mirada de dolor en su rostro, como sintiéndose insultado porque yo pensaba que era el David, yo no podía parar de llorar y sobarme el brazo.

–Perdón Cami, pensaste que era el David, fui muy brusco– murmuró, justo como un año atrás, dudó un poco y me abrazó.

Me estaba dejando llevar, pero recordé la escena que había visto hacía un par de horas y lo empuje, estaba chata de su juego culiao, de que anduviera enamorándome de lo mejor y luego se fuera con su esposa e hijos.

Mi teléfono sonó fuertemente en mi bolso, lo saqué, era una llamada entrante del simio, le respondí.

–¿Aló?

Cami, iban a pillar al David pero... pasó algo.

–¿Qué cosa?

Él...– suspiró.

–Dime po Arturo.

El David se mató Cami, se suicidó.

Friends with benefits // Charles AránguizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora