XVIII. Carta.

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20 de Junio del 2015.

Desperté con un dolor de cabeza horrible, no era el típico dolor de resaca, era algo más.

Tuve una pesadilla brígida, en donde el simio me llamaba y me decía que el David se había matado... ¿es eso realmente una pesadilla o debería considerarlo un sueño? No tengo la menor idea. El punto es que estoy re confundida, se sentía demasiado real, por lo que recuerdo estaba con el Charles, él me miraba triste por no sé qué y luego me llamaba el Arturo y me decía la noticia, la huea rara.

Me di vuelta para tomar mi celular del velador, pero no estaba, de hecho ni siquiera era mi velador, esas tampoco son mis paredes... ¿qué mierda? Esta no es mi casa. Me miré el cuerpo para corroborar que estaba vestida y no había sido violada, pero estaba en una polera de hombre, ay no ctm, me curé mucho y me culee a alguien, ¡Camila por la chucha deja de tomar!

Abrieron la puerta, como justo le estaba dando la espalda cerré fuertemente mis ojos y me hice la dormida, que cuco, ojalá no me echen cagando de aquí, que tengo frío y hambre.

–Cami, sé que estay despierta– dijo un hombre, sonaba agotado. Me di vuelta nuevamente para ver quien era, era el Charles.

–¿Charles? ¿Qué mierda hago acá? Lo último que recuerdo es que estaba bailando con Sergio– me miró sorprendido.

–¿No recordai nada más?– negué con la cabeza, no me digan que me lo culee de nuevo, sigo enojá con él– deberiai llamar a tu hermano, no me dijeron ni tú ni él qué pasó, pero te llamó y te pusiste a llorar y a gritar, luego te traje pa acá con su permiso porque estabai mal.

–¿En serio?– me estremecí, no puede ser que mi sueño sea verdad, ¿no? Eso es ridículo, ¿por qué se mataría el David?

–Sí, deberiai llamarlo mientras yo hago el desayuno– dijo y se fue de la pieza.

Me levanté a buscar mi teléfono por todas partes, al final lo encontré en el abrigo que había usado en la noche, ¿realmente el Charles me había cambiado la ropa? El medio deja vu, ojalá no le haya dicho las misma hueas que le dije el año pasado, o algo peor.

Llamé al Arturo, me respondió la segunda vez.

–¿Aló?

–Simio, ¿qué pasó? El Charles me dijo que me llamaste y me puse a llorar y la volá, pero no recuerdo que me hayas dicho algo– mis manos comenzaron a sudar, ¿de verdad mi sueño fue verdad?

–Creo que ayer fui algo cobarde al llamarte pa decírtelo, juntémonos en tu depa como en dos horas.

Y el ctm me cortó, así tal cual.

Fui a la cocina con el Charles después de ponerme la ropa de ayer, por suerte fui con jeans y no vestido. Las hueas que me hace el Arturo, ahora estoy súper confundida y asustada, es que no puede ser que se haya muerto, debo estar loca.

–¿Qué te dijo?- Preguntó curioso.

–Nada, que había sido cobarde diciéndomelo por teléfono y que nos juntáramos en mi depa en dos horas, ¿podemos desayunar antes? Estoy cagá de hambre– no me mal interpreten, sigo enojá, pero tengo que sacarle comida al cabro antes de irme.

–¿Qué querí?

–Tengo ganas de comer manjar, ¿tení manjar?– asintió divertido, se fue a la cocina y yo me quedé un poco en el baño, usé un poco de enjuague bucal que había allí y me arreglé un poco, parecía zombie..

Desayunamos y me fui, no hablé mucho la verdad, es que estoy cagá de miedo con todo lo que está pasando. Me voy a la chucha, o mejor a mi depa.

Cuando llegué, el Arturo ya estaba con la Mari afuera de mi depa, los dos tenían una cara de lástima tremenda, así que cuando lo dijeron ya lo había afrontado.

El David sabía que se lo iban a llevar preso y quizás por mucho más tiempo de lo que creía, así que en su desesperación decidió agarrar una cuerda y colgarse, lo encontró su hermana chica como a las 11 de la noche. Sé que muchos piensan que esto significa un gran alivio para mí, pero la verdad es un shock emocional tremendo, estuve tres años con él, no tengo casi ningún recuerdo lindo de nuestra relación, pero fueron tres años po, no es algo común y corriente que se te muera un ex, menos que se suicide.

El simio y la Mari se fueron un poco después, y me dejaron un sobre con una carta del David, antes de matarse escribió una carta para cada una de sus pololas, después que las leyeran por la investigación decidieron que estábamos en nuestro derecho de leerla.

Desdoblé el papel y comencé a leerla.

Camila:

Pese a que tú no querías entender que nosotros estábamos destinados a estar juntos, no te odio, yo te amo mucho, y yo sé que tú también me amas, puedes estar con cuantos minos se te dé la gana, pero yo siempre seré el único en tu vida, siempre.

Nuestra relación fue un desastre, te engañé porque no me dabas lo que un hombre necesitas, no eres precisamente bonita ni rica, pero yo te amaba igualmente, no por acostarme con otras significa que no te quería, pero al parecer por estar enamorado y ser un hombre con necesidades te consideran loco. Yo no estoy loco, solo soy incomprendido, desearía haber nacido en otra era, en donde a los hombres no los tachaban de machistas por estar con varias parejas, ¿qué es esa mierda del feminismo? Ni idea, pero bueno, no importa.

Me mato porque no quiero ir a la cárcel, no quiero pasar ni un segundo más de mi vida allí, donde todos son tan sucios y flaites, espero que algún día comprendas mis razones y vengas conmigo, al cielo, donde pertenecemos, donde podemos estar juntos.

Con amor, David.

Hice lo que pude por no vomitar en ese momento, toda la pena que sentía por él desapareció y fue remplazada por odio y asco, ¿este hombre iba en serio? A la mierda todo, sé que suena mal decir esto, pero me alivia en parte saber que no sigue en la faz de la tierra, y en parte me entristece saber que no se irá preso, que nunca pagará por todo lo que me hizo a mí y quizás a cuántas otras.

Friends with benefits // Charles AránguizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora