XXXIII. No te vayas pt. 2

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Maratón final: 2 / 3

2 de Enero del 2016.

Charles' POV:

Miré fijamente el papel que tenía entre mis manos, el papel que acababa de firmar para que mis hijos estuvieran bajo mi custodia, porque mi ex esposa resulta no querer ser madre más, ¿es hueona la Feña o qué? Ser padre no es una huea que puedes tomar y dejar, simplemente lo eres o no, y ella me demostró que no es digna de ser la madre de mis hijos, otra lo es, pero yo soy demasiado hueon también.

Lo importante ahora es que viviré con mis hijos, los tres solos, y no sé como afrontar la situación, porque ellos necesitan una figura materna, y mi pobre hija es consciente, conoció a su mamá, y de un día para otro ella quiso dejar de verla. Eso no debe ser fácil, mi niña está sufriendo, y me duele verla así, porque en parte es mi culpa, yo fui un esposo de mierda para su madre, la engañé con quien pude, y por eso no somos una pareja de padres funcionales, pero eso no justifica el hecho de que ella no quiera ni ver a nuestros hijos.

Hay tanto drama ocurriendo en mi vida ahora, primero está el tema de mis hijos, pero también está la Cami, quien, como me acabo de dar cuenta, se va mañana a Italia, con el gil del Matías, y yo no he hecho nada por detenerla, ¿qué clase de hombre soy? He tenido unos dos meses y ahora me urge hacerlo. Realmente quiero parar, pero no puedo, tiene que haber algo que pueda hacer para evitar que se vaya, quizás pedírselo directamente.

Estaba decidido a hacerlo, incluso estaba buscando en mi celular cosas románticas que darle o algo así, cuando el Matías llegó y le pidió una cita, y ella aceptó. Hice lo que pude para no enojarme justo allí, así que me levanté de mi lugar y me fui a mi pieza, ahora desesperado, porque de a poco él se estaba ganando a la Cami, a mi Cami, y eso no se lo iba a permitir, por más compañero mío que fuera.

Los seguí lo más discreto posible a donde el longi la iba a llevar a comer. Estaba ansioso, realmente no tenía nada planeado. Iba a confiar plenamente en mi improvisación no más, no me queda de otra.

Los observé a través del vidrio cual psicópata, maquinando lo que iba a decirle en el momento oportuno, cuando se levantara al baño o algo. Pude notar que no lo miraba a él como me mira a mí, porque sé que ella me ama, aunque no me compre esa huea del amor, ella cree amarme, y me daba igual, porque con o sin amor ella es mía igual.

En un momento miró en mi dirección, yo me tensé. Me había cachado, y no tenía completamente claro que iba a decirle, así que filo, me voy a lanzar no más.

Se acercó a mí enojada, podía verlo, y eso me asustó un poco, porque la Camila enojada se pone media violenta y a decir cosas algo hirientes de vez en cuando, una de sus tantas facetas.

–¿Qué cresta estay haciendo aquí?– murmuró a regañadientes.

–Camila, ¿realmente te vas a vivir con él sin sentir nada?– pregunté sin siquiera pensarlo, y al parecer mi pregunta le produjo algo, porque era verdad po.

–Responde– alcé la voz. Se abrazó a sí misma, la estaba poniendo nerviosa–. Y no me digas que no es mi problema o mi asunto, no trates de evadir la pregunta, que no va a ser bonito.

La vi tensarse; al parecer había elegido las palabras correctas, la tenía asustada, y me iba a soltar la verdad.

–Yo me voy a ir a Italia Charles, por más que trates de jugar con mi mente, convencerme y persuadirme, me voy a ir, mañana–caché altiro que se estaba convenciendo a ella, no a mí.

–Ahí está, evades la pregunta– reí sarcástico y la agarré de los brazos, ella por su parte miró alrededor, nerviosa–. Quiero que me des una respuesta concreta, porque sé que me quieres a mí y no a él, acéptalo por la chucha, ¿o a caso quieres irte y esperar a desarrollar sentimientos por él?– asintió con la cabeza, la miré enojado.

–Charles, no me puedes decir estas hueas un día antes de que me vaya, ¿qué pretendes conseguir?– dijo en voz baja, la miré obvio.

–Que no te vayas.

–¿Y por qué?– preguntó, se estaba enojando más–. ¿Que acaso ahora estás dispuesto a estar conmigo?– me quedé callado y la solté.

Ella no lo entiende, no entiende que por más que quiera, no puedo, ni yo entiendo por qué. Soy un desastre por la mierda.

–No puedo Cami...

–¿No puedes o no quieres? Porque realmente me enoja, me emputece, me da rabia que no quieras estar ni conmigo pero no quieras estar sin mí, que no aguantes verme con otra persona pero que yo a ti sí tenga que aguantar, ¿cuál es el punto de que me quede? Ya no tengo nada más aquí, solo recuerdos, mayoritariamente malos.

–Cami...

–Hagamos un trato– tosió–. Si me dices que me amas, yo me quedaré, pero si no, tienes que aceptar que mañana voy a tomar ese avión y no nos vamos a ver más en nuestras vidas, y lo digo en serio Charles, no estoy pa tus hueas en estos momentos.

De verdad que no podía decirle eso, no podía mentirle, esa huea del amor es mentira, siento una atracción fuerte y estoy enganchado a ella, pero no la amo, eso es imposible.

–No puedo Cami, de verdad que no...

–Con eso me basta Charles, ahora por favor, deja que me vaya en paz, ya estoy chata de nosotros, si es que realmente existió un nosotros– habló esquivando mi mirada.

¿Cómo tratas de demostrar algo que no tiene explicación? ¿Cómo le dices a alguien que lo amas cuando tú no crees que ese sentimiento exista? No se hace, es la única respuesta que le veo.

Ella se estaba alejando, de a poco, y me dolía el pecho, un dolor que muy vagamente recordaba, de mi primer amor y mi primera ruptura, pero... no, eso no era posible. Yo no puedo amarla, eso no existe, pero, ¿qué pasa si la amo?

La amo.

Sé que nos hemos hecho daño –yo más a ella que ella a mí– y también sé que no lo olvidará, lo más probable es que nunca lo haga, pero no le estoy pidiendo ni quiero que lo haga, en realidad quiero que recordemos esos errores para que podamos ser una pareja nueva con un pasado no muy bueno... Créanme cuando digo que quiero que funcione, porque la amo, me di cuenta de la peor manera, justo ahora, cuando le dio el cierre a nuestra relación e historia. He tenido muchas oportunidades para demostrarle mi amor, pero no sabía que existía, ni que lo sentía. Siempre lo arruino, lo arruinamos; estamos insertos en un círculo vicioso del que no quiero salir. Porque así somos, a veces no nos entendemos y por eso es que no siempre estamos de acuerdo, también puede que discutamos demasiado, pero después de todo nos amamos, y eso es lo que importa ¿o no?

Trataba de convencerme de eso mientras ella se alejaba y yo no era capaz de mover un músculo, detenerla y decirle lo que ella quería que le dijera. Hicimos un trato, y lo tengo que cumplir, no se lo dije a tiempo, así que tengo que dejarla ir justo ahora. Mañana ella se irá a Florencia, y tendrá una vida feliz junto a alguien que se atrevió a quedarse a su lado, no como yo, un cobarde de mierda.

Hasta nunca, mi Cami.

Friends with benefits // Charles AránguizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora