XXV. Bajo el mismo techo.

1.2K 86 3
                                    

21 de Junio del 2015.

Han pasado siete días, y yo aún no me atrevo a decirle al simio. Siento que va a estar tan decepcionado de mí, que no va a querer a mi pendex, y lo único que necesito es que me apoyen, él sobre todo, mi hermano.

No sé cómo aún no sospecha, el otro día me comí un pote de helado de chocolate yo sola, andaba con tanto antojo.

Tengo que hacerme una eco, quizás algo malo esté ocurriendo o qué sé yo, esto de ser primeriza es bien difícil, sobre-reacciono mucho, pero, ¿es normal que no se haya movido? Nunca lo siento, aunque quizás sea tan flojo como yo, justo algo bueno podía sacar del papá y tiene mi flojera.

La Mari me miraba mal todo el rato, aunque nunca se mete en mis asuntos, solo me da consejos, pero esta vez tiene razón, tengo que decirle ya, ahora.

De: Camila.
Simio, te tengo que contar algo

Abrieron la puerta de la casa como a las  3 de la tarde, era el Arturo, pero no venía solo, venía con el Charles hueon, y este estaba con muletas y maletas.

–¿Qué chucha?– no pude evitar preguntar.

–Larga historia; el Charles se hizo mierda en el entrenamiento ayer y se peleó seriamente con la Feña, así que lo vamos a adoptar por un par de meses– ah no, que tacto.

Tarde en mesurar lo que me había dicho.

Ctm.

No ahora por favor.

–Ah...

–Oye, ¿qué era lo que querías decirme?

–N-Nada– dije tartamudeando. El Charles no había ni movido la boca, se notaba a leguas que estaba de mal humor, ni quería acercármele.

Subí las escaleras nuevamente y me encerré en mi pieza, no quiero ver a este gil, nunca, que terrible. Mi pendex tampoco quiere verlo, lo odia.

La Mari entró a mi pieza unas horas después, venía con una bandeja llena de comida, un manjarsh.

–Hola, ¿cómo están?

–Bien– respondí observando la bandeja, la Mari se rió y la dejo sobre mi cama, inmediatamente después comencé a comer.

–Lamento que tengas que vivir bajo el mismo techo que él.

–¿Qué importa ahora?

–¿Qué pasará cuando te crezca la guata? ¿No crees que te pregunte quién es el padre?

Por la mierda Camila, ¡¿cómo no pensai?! Usa tu cerebro para algo por la chucha.

–Esperemos que no– suspiré. Enuna de esas se quiere ausentar independiente de si es el padre o no, ojalá que sea así.

–Ya, yo voy a salir con el Arturo y los niños– murmuró, noté como se trataba de escabullir.

–¿Qué? ¿Me van a dejar sola con él?

–Perdóname Cami, pero necesitamos ir, te juro que él no te va a molestar, lo dejamos sentado con comida y tele, debería estar bien.

–María Teresa culia. Te odio.

A los minutos sentí la puerta principal cerrándose, me juré a mí misma que no iba a bajar, pero tenía que ir al baño, y el único bueno que había estaba abajo, pasando el living... Pendex culiao, ahora se te ocurre hacerme mear.

Traté de hacerla piola, pero lo vi, estaba intentando cambiar de posición pero su pie no se lo permitía, pobrecito, no podía no ayudarlo.

–!Te querí mover?– pregunté tímida, no te pongai nerviosa maraca. Él se volteó y asintió con la cabeza.

–Sí, pero no puedo bajar el pie solo– me acerqué a ayudarlo, el murmuró un gracias–. Te noto diferente.

–¿De verás?– traté de no sonar tensa, porque lo estaba. Él asintió nuevamente, parece que el accidente lo dejó casi mudo al cabro–. Cosas tuyas deben ser, ni que nos hubiéramos visto por última vez hace un año o algo.

–No es el tiempo, es como si estuvieras más feliz, o al mismo tiempo más triste, es muy raro.

–Estay loco oh. Ya, yo voy al baño, si necesitas algo me gritai o me mandai un Whats App– le dije y salí casi corriendo del living, ya en el baño me dejé respirar profundamente.

No llevamos ni un día viviendo juntos y ya estoy que me muero, no quiero imaginarme la cosa cuando él sepa que estoy embarazada, creo que obviamente cambiará para peor. No es bueno vivir bajo el mismo techo que el padre de tu hijo, con el cual nunca tuviste una relación formal, y que más encima no tiene idea de que va a ser papá, por tercera vez, porque se me olvidó agregar que tiene –o tenía, no sé– una esposa y dos hijos. Con vidas así, ¿quién necesita ver telenovelas venezolanas? Oh, también se me olvidó el pequeño detalle de que mi hermano, el dueño de la casa en donde estamos viviendo, no sabe que estoy embarazada, y ahora es imposible saber cómo se lo va a tomar.

¿Dónde está el costanera alemán? Creo que lo necesito, ahora mismo.

Y el gil dijo que yo estoy cambiada, la huea, mírenlo a él: cojo, solo, amargado, mudo. No es el mismo Charles que conocí, ninguno es el mismo, lo nuestro ya fue, éramos diferentes en esos momentos, yo juraba que él era el indicado y a él le daba tanta pena que incluso me pidió ser su amiga con derecho, espero que ahora no me tenga tal grado de lástima, y más grave aún, espero que mi corazón entienda que él no es el indicado.

Hay que dejar ir el pasado, total, él no se ve afectado porque yo lo haya dejado, él está así por su esposa e hijos, y porque probablemente se pierda una temporada entera.

Una temporada po, si no arregla las cosas con la Feña en unos dos meses, él va a saber tarde o temprano que estoy embarazada, y lo más probable es que conozca a mi pendex. Solo rezo para que no se parezca en nada a él, es lo único que pido, que no sea un mini-Charles, me basta con el adulto, el gil culiao que me rompió el corazón, pero al mismo tiempo, me regaló lo mejor y peor que me ha pasado últimamente, mi hijo, mi pendex.

Friends with benefits // Charles AránguizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora