XXVI. La verdad.

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Dedicado a mi gemelis👯✨

22 de Junio del 2015.

–Señorita Vidal– salió una doctora de su sala y me llamó, al instante, la Mari y yo nos levantamos de nuestros asientos y caminamos a su consulta.

No podía tardarme más en hacerme la eco, y aún me aterrorizaba la idea de decirle al Arturo, así que lo único que podía hacer era ir sola, o con la Mari, total, aquí la salud pública es muy buena en comparación a la chilena.

Obviamente no podía ir a un hospital alemán, no conozco nada del idioma, la mejor opción era ir a un hospital inglés en la zona. No tenía problema con el inglés, aprendí en la u, ni me acuerdo por qué, si iba a ser parvularia no periodista.

–Acuéstese y súbase la polera– dijo la doctora y seguí sus órdenes. Estaba muy nerviosa por conocer formalmente a mi pendex, ¿de qué porte será? Tengo dos meses y medio casi, así que debe ser una cosita chiquitita, que lindo.

Las imágenes eran muy cuáticas, no pude evitar ponerme a llorar, deben ser las hormonas, pero es que me puso tan sensible conocer a mi pendex, fue amor a primera vista. Así que así se siente una madre, ¿ah? No me disgusta para nada.

Después de que el secreto estuviera fuera, iba a enmarcar las fotos de mi primera ecografía, y de la segunda, y tercera, todas hueon, y cuando mi pendex crezca, las verá. Ay la huea, que soy linda yo, mamá del año.

En la casa todo seguía como antes, y allí desperté de mi fantasía, el tío y el papá del cabro chico aún no sabían sobre su existencia, y me da mucho miedo la reacción que tendrán al saberlo. Bueno, diría que solo me importa la reacción de mi hermano, pero estaría mintiendo, también me preocupa un montón el día en el que el hijo de puta del año se entere.

–Hola mujeres, ¿dónde andaban?– preguntó el Arturo cuando entramos a la casa. Él y el Charles estaban jugando fifa, el susodicho giró la cabeza para presenciar la conversación.

–Por ahí, ¿dónde están mis hijos?– rió la Mari dejando su cartera en la mesa. El Arturo nos miró escéptico, pero prefirió no decir nada.

–Arriba en la sala de juegos.

Sala de juegos tenían los pendejos, que suerte.

Me encerré en mi pieza, últimamente es lo único que hago, me tenía muy estresada la situación. Guardar secretos no es lo mío, menos cuando es una guagua.

Dormí una siesta como de una hora, tenía tanto tuto, ayer no pude dormir porque vi una entrevista del Charles en donde decía que no quería tener más hijos, me sentía fatal por estar embarazada, pero al menos tenía una razón para querer prohibirle verle a mi hijo en caso de que se avispara o qué sé yo.

Fui al baño por un momento, el Charles estaba levantándose del sillón, no le presté mucha atención, pero al salir del baño, el Charles ya no estaba en el living, la huea rara.

Al entrar a la pieza me di cuenta por qué. Él estaba allí, observando las fotos de mi ecografía, conociendo a mi pendex.

–C-Charles.

–Estay embarazada– murmuró, más para sí mismo que para mí–. Era tan obvio, ¿cómo mierda no lo supe?– le arrebaté la fotografía de sus manos.

–Eso no es asunto tuyo.

–Quiero un ADN en cuanto antes– demandó.

–¡No te lo voy a dar! ¿Quién mierda te creís?

–Uno de los tantos posibles padres. Dime, ¿soy yo? Puede ser el Matías, el Sergio, el David, incluso otro, con lo maraca que erí.

–Ándate a la mierda Charles, vete de mi pieza, ahora– le espeté calmada, no me iba a poner a gritarle cosas sin sentido, tengo que ser la madura aquí. Él siguió mis órdenes, dando un portazo al salir, ¿realmente estaba enojado? El hueon patuo por Dios.

Estaba tan emputecida que no solté ni una lágrima, me daba mucha rabia que me pidiera, no, me exigiera, un ADN. Ahora sé más que nunca que no lo quiero en mi vida, ni en la de mi pendex, no tiene ni un derecho sobre ni uno de nosotros.

No sé como en un momento estuve tan enamorada de él, estaba tan necesitada de que alguien me quisiera. Con toda honestidad, doy pena, no soy capaz de mantenerme soltera y concentrada en mí por más de un par de semanas, pero eso tiene que cambiar, justo ahora, tengo que hacerlo por mi pendex, él o ella necesita una mamá presente en todo momento, y no le iba a dar eso si mi vida seguía girando en torno al Charles o cualquier otro mino, que se vaya a la chucha, y esta vez de verdad.

Si iba a vivir bajo el mismo techo que él, iba a tener que ponerme ciertos límites. No me le puedo acercar tanto, soy débil, y puedo caer en lo mismo que ya hice.

Y tengo que contarle al Arturo, no me queda de otra, tengo que armarme de valor y decirle que estoy embarazada, ahora mismo.

Caminé al living, estaba con el Charles, este se veía enojado, pero me vale callampa, yo debería estar enojada, a mí me trató de suelta.

–Arturo, tenemos que hablar– le dije al entrar al living, él se giró confundido y se levantó para que saliéramos al pasillo. Ya Camila, es ahora o nunca.

–¿Qué pasó?

–Estoy embarazada– hablé súper rápido y bajé la cabeza, pero así soy yo, es como sacar un parche curita, se hace de una, tal como le dije al Charles en Brasil que me gustaba; vaya inicio de una historia que como ven, no tuvo el mejor final.

–Ya lo sabía– murmuró, yo alcé la mirada así impactada, ¿qué acaba de decir?–. Tuve dos hijos hermanita, reconozco a una mujer embarazada cuando la veo, estaba esperando que me lo dijerai. Además comprobé mis sospechas cuando mintieron sobre dónde estaban.

–¿No estay enojado?– negó con la cabeza, a la mierda me voy.

–¿Quién es el papá?

–No quiero hablar de eso– murmuré, y observé como el Charles asomaba su cabeza, estaba a espaldas del Arturo–. Solo te diré que no es del Sergio, ni del David, ni del Mati. Si con eso no te basta, no hay nada que hacerle.

No sé si lo dije pal Charles o pal simio, probablemente para ambos, pero filo, si el Charles no quiere creerme, mejor para mí, no tendré que lidiar con su insistencia de querer estar en la vida de mi pendex, si es que realmente quisiera eso.

Dedicado a la mejor persona que he conocido gracias al grupo de wsp, te amo nachi-cl 💖

Friends with benefits // Charles AránguizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora