Sinopsis

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    Felipe no era un príncipe de cuentos, no era ese que le sonreía a cualquiera, no era ese que dejaba su trabajo a los demás, no era ese chico egocéntrico que presumía de sus genes "azules" y denigraba a los que eran de menor estatus social

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    Felipe no era un príncipe de cuentos, no era ese que le sonreía a cualquiera, no era ese que dejaba su trabajo a los demás, no era ese chico egocéntrico que presumía de sus genes "azules" y denigraba a los que eran de menor estatus social. No era el típico príncipe de cuento mimado y de armadura plateada.

   Felipe era Felipe. Así de simple era el describir su personalidad y esa personalidad fría y calculadora que tantos problemas le daba, esa actitud transparente y curiosa, había sido la que enamoró a Maximiliano, un insignificante doncel pueblerino que sólo veía al príncipe como un amor imposible.

   Sin embargo, ninguno de los dos esperaba conocerse, mucho menos enamorarse. El estatus social era lo que caracterizaba a la nobleza, a los reyes, sólo podían juntarse con personas de su misma clase, y Maximiliano lo sabía al querer alejarse de Felipe cuando éste intentó acercarse.

   Felipe no creía en cursilerías, así que nunca imaginó que llegaría a enamorarse.

   Maximiliano era inseguro, sólo tenía en mente que ese amor lo dejaría humillado y con el corazón hecho pedazos.

   Felipe, por órdenes, se veía obligado a amar a alguien más.

   Maximiliano, en contra de la razón y siguiendo su corazón, le veía desde lejos con una tierna sonrisa risueña.

   Felipe no esperaba ver los ojos más lindos en medio de una gran multitud, unos grandes ojos que le miraban con amor.

   Maximiliano nunca imaginó que el príncipe encontrara su mirada, por ello se sonrojó.

   Felipe no lo podía olvidar, no podía rendirse y dejar que el tiempo se lo llevara junto a su recuerdo.

   Maximiliano se negó a ilusionarse, vio aquella escena como una simple casualidad, algo que no volvería a pasar.

   Y aun así... Felipe se propuso a reescribir su historia, un cuento de hadas que traería a la realidad, sin saber que a Maximiliano le encantaban esos cuentos y que creía en ellos con su total pureza.


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   Jóvenes, estoy inspirada. ¡Aplaudan!

   Espero tener su cooperación, cariño, comentarios, votos, ánimo y más. Espero que les guste y que la disfruten. Será una historia corta pero estará llena de sentimientos y ternura, ya que sí, soy una fábrica para hacer pastelitos x3

   Habrán cambios y mejoras. Espero que disfruten y anhelo cumplir con sus espectativas.

   ¡Besos!

No Eres Un Simple DoncelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora