Capitulo 4

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SANGRE SUCIA, CORAZÓN PODRIDO 


Draco no había dejado de gritarle desde que había salido de la enfermería. Cualquier mujer con menos temple que ella, o menos Slytherin, se habría acobardado ante sus palabras. Y aún mas ante la imagen de su rostro siempre pálido y perfecto, ahora contorsionado por la ira. 


Pansy estaba presente en cuerpo frente al rubio, pero no en alma... ni mucho menos en pensamiento. Su mente viajaba una y otra vez al maravilloso momento donde Harry la había tomado entre sus brazos y la había besado. 


Se había sentido en la gloria al acariciar con los suyos los labios suaves de Harry. Besaba como los ángeles, y nunca antes había sentido lo que en esos pocos momentos había experimentado.


 Draco besaba maravillosamente bien, pero nada se comparaba con la sensación de ser acariciada de esa forma por la persona que amaba.


 Porque si. Pansy Parkinson se había confesado a si misma que estaba enamorada de Harry Potter. Lo había hablado, lo había pensado y lo había aceptado. Y ahora que estaba consciente de ese hecho, difícilmente iba a claudicar. Ni por su apellido, ni por sus padres, ni siquiera por Draco a quien quería como un hermano.


—-¿Cómo pudiste? — gritó el rubio ￱finalmente. 


Pansy suspiró desganadamente. No veía el porque se enfurecía tanto si entre ellos no había nada, y así se lo hizo saber. 


—-¿Por qué te molestas? Bien sabes que no siento nada por ti de esa manera, siempre hemos sido amigos...


-¡Ya lo sé! Pero por si no te acuerdas, tu vas a ser mi esposa... -interrumpió él-, además, ¡¿Porque con Potter? -gritó.


-Podría preguntarte lo mismo sobre Granger... -dijo ella calmadamente.


 Draco abrió la boca... y la cerro. Volvió a abrirla... y la volvió a cerrar. Parecía que por una vez en su vida no tenía ningún comentario que hacer. 


-Eso no es...


-¡Por Merlín, Draco! No me creas tan estúpida como para no haberme dado cuenta... te he visto como la miras... no me mientas -dijo ella, mirándolo con ￱fijeza. 


El chico cerró los puños con tanta fuerza que los nudillos crujieron. En su cabeza rondaban preguntas sin sentido, donde la mas visible de ellas era "¿Cómo demonios se dio cuenta?".


 La miro durante algunos segundos, pero esta vez, la vio en realidad, como lo que era. Ya no era aquella niñata que siempre andaba detrás de el, buscando su atención. Era una mujer hecha, una hermosa mujer de sensuales curvas, de ojos perturbadores y labios ardientes. Una mujer que estaba enamorada... y lo estaba,podía verlo en sus ojos. 


El brillo de éstos era semejante al de dos luminosos za￱firos. Quiso recordar el pasado cuando ella lo veía y se dio cuenta de que nunca lo vio de esa manera a él.Quiso sentirse traicionado, pero sabia que no tenia ningún derecho de estarlo. Ella nunca le había amado, al menos no con esa intensidad. Y el bien que lo sabia.

Cuando se miran | Hansy {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora