EL PROFETA Y MÁS NOTICIAS
Harry se despertó como cualquier otro día. Buscó sus anteojos en la mesilla de noche, solamente para darse cuenta de que otra vez, estaban sobre el suelo. Caminó hacia el baño, sintiéndose un poco mas despierto a cada paso que daba. Se detuvo frente al espejo del baño y sonrió a su reflejo. De improviso, sus ojos se abrieron grandemente cuando una mancha morada sobre su cuello le llamó la atención. Paso su dedo índice con lentitud, recordando la manera en que éste había aparecido en ese lugar. Le había costado mucho contener a Pansy de no ir a mandarle varios crucios a Ginny, ya que la pelinegra se había puesto muy celosa al ver a la Weasley abrazándolo y besándolo en el Gran Comedor.
Había tenido que hacer un verdadero esfuerzo para calmarla, esfuerzo que había sido por demás placentero, pues la chica se había visto callada por sus labios, ansiosos por besarla, y sus siseos enfurecidos se habían convertido en murmullos sin sentido y luego, en que sus labios había ido a parar a ese punto exacto debajo de su oreja, en gemidos ahogados. Después de eso, el poco oxigeno que había llegado a sus pulmones había sido privilegiado, pues Pansy se había tomado como tarea el demostrarle que él solamente le pertenecía a ella y a nadie más. Y él, bueno, no es que se estuviera quejando.
Suspiró pasándose las manos por el espeso cabello oscuro. Se sentía cada vez más culpable de lo que estaba haciendo con Pansy, pues Ginny no se merecía que le hiciera semejante trastada. Pero seguía en las mismas, sin atreverse a hablar con ella, y mucho menos con Ron, que ya estaba seguro se casaría con su hermana. Nada más lejos de la verdad, se dijo. Pero aun no podía cantar victoria, de eso estaba seguro. No cuando aún pendía sobre su cuello la amenaza de Voldemort.
Se duchó y se vistió lo más lento que pudo, esperando a Ron que nuevamente se había quedado dormido. Cuando ambos estuvieron listos, bajaron a su sala común, donde Hermione ya les esperaba, lista para empezar las clases. Salieron por el retrato, caminando hacia el Gran Comedor, mientras hablaban sobre sus planes para el fin de semana. Gracias a Merlín, y a Sirius, al fin podía ir a Hogsmeade sin tener que pedir permiso a los Dursley.
Cuando llegó al gran comedor, en el mismo instante en que sus ojos se dirigieron hacia la mesa de las serpientes supo que algo andaba mal. Malfoy y Pansy se miraban fijamente, tan tensos como una pantera a punto de saltar, mientras a su alrededor, toda la casa de las serpientes comentaba y hasta algunos se paraban a felicitarlos. Hermione lo miro de reojo, mientras alargaba la mano para tomar la copia del Profeta que le tendía una lechuza. Deposito el dinero en la bolsita anudada a su pata, comenzando a leer a continuación. Sus ojos se abrieron desmesuradamente, mientras un gemido bajo salía de su garganta.
Harry se inclinó por sobre su hombro, solamente para alcanzar a ver que la había puesto así. En la segunda página, dedicada a los acontecimientos sociales, se anunciaba con toda pompa:
"LAS FAMILIAS MALFOY Y PARKINSON SE UNEN FINALMENTE
Por Rita Skeeter.
Como lo leen queridas lectoras, las aristocráticas y adineradas familias sangre pura Malfoy y Parkinson finalmente se unen, gracias al muy celebrado enlace matrimonial que acaba de ser anunciado en exclusiva para esta reportera. Las señoras Narcissa Malfoy y Elizabeth Parkinson acaban de anunciar que efectivamente, sus hijos, el joven y apuesto heredero Draco Malfoy, y la joven y hermosa señorita Pansy Parkinson, unirán su vida mediante un enlace mágico, el cual se llevara a cabo en cuanto terminen su instrucción mágica en el prestigioso Instituto Hogwarts de Magia y Hechicería, donde ambos son alumnos destacados.
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Cuando se miran | Hansy {COMPLETA}
Historia CortaHarry Potter y Pansy Parkinson. COMPLETA De como el león y la serpiente son mas que miradas llenas de odio y rencor... _ Disclaimer: La historia pertenece a Allison Marie Malfoy-Black de la plataforma de Fanfiction. C...