-Marie Verna Dallas- la voz de mi madre se hizo presente en el silencioso y algo estrecho lugar, provocando que despertara de mi acogedor sueño.
-No. Las cortinas no- refunfuñé entre dientes con la almohada sobre la cara cuando pude distinguir que ella se dirigía hacia las cortinas para abrirlas.
-Lo siento pero vas a levantarte- tomó ambos extremos y abrió ágilmente las cortinas, permitiendo que la deslumbrante luz del sol mañanero se filtrara por la ventana. Maldije en lo bajo sólo para mí, logrando que ella no pudiera escucharme.
-Necesito saber ¿por qué últimamente sales tanto sin pedir permiso? ¿Acaso se te olvidó que aun eres menor de edad y vives bajo mi techo?-
-Lo siento, mamá-
-No. Lo siento, no. Los adolescentes de hoy en día acostumbran a decir 'lo siento' a todo, creyendo que se las arreglan con esas simples palabras. Pero no.-
-Mamá, sabes que siempre estoy con la chicas o haciendo cosas importantes en el centro de la ciudad- resoplé cambiando la posición de la almohada para que me tapara mejor del sol.
-No. Últimamente no sé si haces eso que dices o sales con ese tal James- retiró un poco la cobija y se sentó a un lado de la cama. -Marie, me preocupa demasiado la mucha confianza que le has dado a ese chico. Tú misma me dijiste todo lo que él era, todo lo que se decía de él-
-Sí, tal vez todo sea verdad. No eran comentarios, era la realidad. Pero él también es un buen chico, conmigo lo es. Y estoy segura de que él puede cambiar-
-Obviamente va a ser lindo contigo, le conviene. Pero dime ¿Ya has visto cómo se comporta con las demás personas? ¿Con su familia? Además ¿Estás segura de que él quiera cambiar? Y si es así, es algo totalmente complicado, no es así de sencillo, Marie. No dices va a cambiar y cambiará. No, no sirve de esa manera.-
Retiré la cobija y la almohada de mi cuerpo, sentándome con la espalda pegada a la cabecera de la cama, quedando de frente a mi madre.
-Es la misma persona conmigo como lo es con los demás. Lo he visto interactuar con su hermana, madre e incluso varios amigos. Es solo él- aclaré. Todo lo que decía era verdad. Él siempre ha sido él mismo, estando solo conmigo o con más personas a nuestro alrededor. La única vez lo vi ser alguien muy diferente fue cuando yo estaba con Andrew, y él llegó a sentarse junto a nosotros. Pero a su defensa no estaba en sus cinco sentidos.
Eso no era bueno, y yo lo sabía. El tipo de personas como él son peligrosas. Pueden ser personas totalmente normales pero en el momento en el que consumen algún tipo de droga o alcohol, se convierten en monstruos que no pueden ser controlados, y creo que eso lo supera todo.
-Y no. Realmente no sé si él desea cambiar. O si al menos lo intentó, pero de alguna manera creo que yo podría ayudarlo- confesé mirándola directamente a los ojos.
-Estás siendo una niña muy ilusa, Marie. Ya tienes casi 17 años, deja de creer en cuentos de hadas. No puedes hacer cambiar a esas personas, al contrario, ellos te harán cambiar a ti- se levantó de golpe, para luego caminar de un lado a otro. -Eres de una buena familia. Te críe con unos buenos principios. Eres una persona íntegra y muy bien formada. Últimamente no se ve eso. Me enorgullece decir que eres mi hija, Marie. Y no sé qué haría si te dejaras influenciar por ese tipo de conductas. Esas personas nos son buenas compañías-
Odiaba que las personas siempre pensarán que yo era alguien débil y controlable. Que no tenía la capacidad suficiente para hacer algo grande por alguien. O simplemente que nunca llegaría a ser alguien importante o especial para alguien más.
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Russian Boy •Editando•
Storie d'amoreDespués de cuatro años, ÉL volvió a parecer, siendo totalmente indiferente con la vida, haciendo las cosas sin ningún tipo de censura, convirtiéndose en un completo rebelde ante las reglas. Esa sombra incesante tachada como desaparecida de la vi...