Emma

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Una bonita puerta de madera frente a mí, escondiendo un tesoro que descubriré dentro de poco. Dudo al subir el escalón de la entrada que hace que empiece a pisar cemento en vez de césped del jardín. Quiero saber quién es ella, cómo se comportará al ver quien soy... Pero lo que realmente me interesa es: "¿Por qué no me lo había dicho antes?" y "¿Cuándo pensaba decírmelo?". Preguntas que pienso hacerle cuando lo vea. Thomas tiene razón, no me lo podía ocultar siempre.

Posé mi mano derecha en el timbre y lo apreté delicadamente dejándolo sonar y esperé a que alguien abriera. Pensé en irme, pero cuando esa idea rondaba por mi cabeza una señora rubia de ojos azules, hermosa a pesar de su edad, me abrió la puerta.

-Hola-dijo suave y amablemente-, ¿puedo ayudarla en algo?

-¿Garret vive aquí?-la mujer asintió despacio.

-Soy su madre, Evelyn-me tendió la mano y yo la estreché.

-Yo soy Emma-el rostro de la mujer no cambió, al parecer Garret no les había hablado de mí-, una amiga suya.

-Claro, pasa. Él está en su cuarto con mi marido, puedes esperar ahí en el sofá.

-Gracias.

Me adentré en el espacioso salón, tenía las paredes marrones y los muebles blancos. Había una televisión gigante colgando de la pared y el inmenso sofá blanco estaba lleno de cojines marrones de distintos tonos. "Esta familia tiene bastante dinero" pensé.

-Bueno Emma, ¿quieres tomar algo mientras baja?

-No, gracias.

-Vale-se sentó junto a mí y me miró atentamente-. ¿Has venido alguna vez aquí?

-No, esta es la primera vez.

-Es raro...

-¿Por qué?

-¿Desde cuándo conoces a mi hijo?

-Hace unos meses-ella asintió y miró la televisión apagada-, ¿por qué me pregunta eso?

-Es que Garret tiene muchas amigas que conoce desde hace semanas y están aquí todo el día-miré el suelo decepcionada, al parecer todas sus amigas saben lo de Zoey menos yo, su novia. Escuché a Evelyn suspirar y cuando iba a volver a hablar una vocecilla la interrumpió.

-Abuela, ¿dónde están los zumos?

Inmediatamente pude sentir la alegría que sintió Evelyn al escuchar a su nieta.

-Yo te los cojo-se levantó y me miró-, ahora vuelvo.

-Claro-le dediqué una sonrisa y fue andando lentamente a la cocina con Zoey detrás corriendo.

Zoey era una niña rubia con tirabuzones, tenía los ojos azulados y pecas por toda la cara, lo que la hacía más adorable.

-Emma...-escuché a Garret algo nervioso, se acercó a mí y me levantó del sofá suavemente- ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no vamos al parque?

-¿Por qué no nos quedamos aquí y me presentas a tus padres?-no quería mencionar a Zoey, quería que él mismo me la presentara.

Miró hacia fuera del salón y luego conectó sus ojos conmigo. Yo le sonreía como si no supiera nada, aunque lo que él no sabía era que yo le estaba poniendo a prueba.

-Ahora vuelvo.

Salió del salón con una sonrisa. Al ver que tardaba tanto inspeccioné el salón. Había una foto de Garret y Thomas a los tres o cuatro años, llenos de barro y con unas sonrisas preciosas. Sonreí inconscientemente al verla. Seguí observando foto tras foto detalladamente. Me encontré una de Zoey, estaba montada en un columpio sonriendo ampliamente. Sus rizos estaban recogidos con una pequeña gomilla que la hacía más hermosa aún.

Un ruido sonó en el pasillo de la casa, indicando que alguien se acercaba. Instintivamente metí la foto en mi bolso y me senté en el sofá.

-Lo siento, he tardado bastante-entró en el salón y me dio un pequeño beso en la frente.

-No pasa nada cariño.

-Hola señorita-entró el padre de Garret, detrás de él estaba Evelyn observándome con una sonrisa tierna.

-Buenas tardes señor Waters, me llamo Emma.

-Llámame Jacob, encantado Emma-se me acercó Evelyn.

-Hola Emma.

-Hola Evelyn. Por cierto, tienes una casa preciosa.

-Gracias.

La siguiente hora estuvimos hablando y descubrí bastantes cosas: Garret no dejó el biberón hasta los ocho años; Evelyn y la madre de Thomas, Sandra, eran amigas desde siempre y se convirtieron en cuñadas; Garret tenía una hermana llamada Boney, la cual murió en un accidente terrible en moto con su novio... Al parecer no sabía nada de Garret. Estaba furiosa con él así que decidí introducir aquella pregunta tan esperada por mí en la conversación.

-Por cierto...-los tres me miraron atentos- ¿Quién es esa niña rubia que entró antes?

-Ella es Zoey, la hija de...-Garret la interrumpió.

-¡Boney!-dijo alterado- Es lo único que nos dejó, y la hemos cuidado muy bien desde entonces-miré atentamente a Garret, el que se veía nervioso-. ¿Nos vamos ya al parque? No me gusta hablar de ese tema.

-Sí, vamos.

Me despedí de Evelyn y Jacob y salí hacia el jardín. Allí esperé a Garret y cuando salió nos fuimos al parque.

Nos sentamos en unos bancos en silencio contemplando cómo jugaban los niños hasta que se me ocurrió una forma de romper el silencio.

-¿Te gustan los niños?

-Sí, sobre todo cuando duermen-ignoré la respuesta absurda y me giré para mirarle a la cara seriamente.

-¿Tendrías un hijo?

-Emma, creo que llevamos poco tiempo,...-le interrumpí.

-No me refiero a eso, me refiero a esto-saqué la foto de Zoey de mi bolso.

e

Volviendo al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora