Emma

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Cuando Thomas salió de la discoteca sentí la necesidad de hablar con él, han pasado muchos años desde que no nos dirigimos la palabra. Le dije a Garret que iba al baño y salí de la discoteca encontrando al chico que buscaba marcando un número en el móvil, seguro el de esa tal Arianna.

-Thomas-me escuchó, alzó la mirada y se giró para mirarme atentamente. ¿Qué le digo?-. Hola-es lo único que salió de mi boca.

-Hola-me intimidaba al mirarme tan seriamente.

-Sé que no quieres hablar conmigo. Pero... ¿no crees que habría que aclarar un poco las cosas entre nosotros?

-¿Tiene que ser ahora?-¿qué pregunta es esa?

-Si puede ser ahora mejor, ya que estamos aquí, ya sabes.

-Ah, es que creía que después de tres años sin aclarar nada ahora podrías esperar tú, ya que he quedado con alguien-demasiado sarcasmo. Por alguna razón me duele, me duele que tenga razón, le he hecho esperar tres años para darle explicaciones y soy una estúpida, lo sé, pero yo quería que él fuera feliz con una chica que pudiera ver, abrazar y besar todos los días, lo hice por él, pero él no sabe nada.

-Por favor, sé que no has quedado con nadie.

-¿Qué quieres Emma?

-Quiero hablar contigo.

-Pues no va a ser posible.

-Sí que va a ser posible, dame una oportunidad y te lo intentaré explicar.

-No tengo tiempo, así que date prisa.

-Thomas... yo te quería y no quería terminar contigo, lo eras todo para mí. Entonces me puse a pensar, y llegué a la conclusión de que no eras feliz...-no me dejó acabar.

-¿Qué no era feliz? Emma, yo solo era feliz contigo. Hablar contigo por chat era lo mejor que me pasaba, cuando me dejaste fue horrible. Cada día esperaba que me mandaras un mensaje diciendo que aún me querías, pero... ¿sabes qué? Ese mensaje nunca llegó y, aunque pasé una mala racha me conseguí recuperar. No tienes por qué venir aquí a recordar todo aquello.

-No pretendo eso.

-Pues lo has conseguido-volvió a mirar su móvil y terminó de marcar el número de la chica-. Estoy en la discoteca, ¿puedes recogerme?-seguía observándome- No, no pasa nada-colgó y entonces me di cuenta, estaba mirando mis senos.

-Thomas,... ¿te importaría no mirarme las tetas?

-Es que te han crecido-dijo simple.

-Ya, pero es que no sé si sabes que tengo novio.

-Sí que lo sé.

Volviendo al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora