24. Despertando en el infierno

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El momento de pasión acabó de la mejor manera posible, algo que jamás pensé vivir con él. El único sexo casual que he tenido no podría superar ese día; Hassel y yo sudados, tumbados en la cama, cansados, y sin darnos cuenta quedarnos dormidos mientras nos abrazábamos. Me sentía exhausta y sólo quería seguir durmiendo, pero algo en mi mente se mantuvo alerta en el momento que abrí los ojos para analizar la situación, sentí...miedo.

Hassel estaba durmiendo de espaldas y pude apreciar su trasero desnudo, tenía su brazo encima de mi pecho, abrazándome; quise quitarlo y lanzarlo por otro lado, pero su rostro me decía que estaba demasiado cómodo y no quería molestarlo. Miré hacia todos lados con desespero, las ganas de salir corriendo se apoderaron de mí y lancé el brazo de él hacia otro lado y me levanté de un brinco, busqué entre la oscuridad mi ropa para cambiarme y salir del hotel, mi corazón latía rápido y un nudo se formó en mi garganta, mis ojos se llenaron de lágrimas y en un momento inútil de encontrar mi ropa me senté en el suelo frente a la ventana recargándome sobre mis rodillas y meciéndome de un lado a otro, el sol ya estaba saliendo y se veía un hermoso amanecer. No pude más con los sentimientos y solté todas las lágrimas porque sentía asfixiarme si seguía conteniéndolas.

No entendía porqué me pasaba algo así, de un momento para otro sólo quería llorar, no entendía porqué mi corazón se aceleraba sin motivo alguno y me llenaba de temor, sentía que algo malo iba a pasar, que las paredes se caerían encima de mí y que en cualquier momento moriría, extrañaba profundamente a mi madre, quería llamarle y saber cómo estaba, pero recordé que por culpa de Hassel lancé mi teléfono a la pared. Lo que pasó con Shane y la forma despiadada en la que lo golpeé, Hassel defendiéndome. El resentimiento profundo hacia Benjamin hizo que soltarla un horrible sollozo que hizo que Hassel se despertara.

Pude ver cómo se movía entre la cama y con sus manos me buscaba, tapé mi boca con una mano y presioné mis ojos, deseando que no se levantara de la cama, pero no fue así. Las luces se encendieron y ya estaba frente a mí, apoyado con sus pies para estar a mi altura.

—Dios, nena. ¿Qué tienes, qué pasa? —quitó los mechones de cabello que estorbaban en mi rostro y acarició mis mejillas, con su otra mano limpió mis lágrimas—¿Por qué lloras así? Por favor, dime—me abrazó tan fuerte que mis huesos hicieron un sonido bastante placentero para mi gusto, recosté mi cabeza en su pecho y sorbí mis flemas.

—Estoy bien, Hassel—suspiré y bajé la mirada. No era una buena posición, ambos seguíamos desnudos y me daba vergüenza verlo a los ojos después del momento que tuvimos, después de haber tenido el mejor sexo de mi vida, después de haber tenido el orgasmo más intenso y casi tragarme sus fluidos. «¡Qué vergüenza! ¿Esto es normal después del sexo?»

—Lia, no mientas...—tomó mi rostro entre sus manos y sus ojos penetraron mi alma más de lo que pudo haberlo hecho él, me transmitió su seguridad y confianza, algo bastante reconfortante a mi corazón, algo que me hizo relajarme—¿Qué sucede, nena?

—Olvídalo, por favor...—lo empujé y volví a la cama. No estaba en mis planes contarle acerca de lo que me pasaba, porque ni siquiera yo misma lo entendía. Así era, en un momento podía estar feliz, pero a la velocidad de la luz mi ánimo cambiaba y sólo quería matarlos a todos.

—Sólo quiero ayudarte, Lia, me preocupas—se encogió de hombros, se lanzó encima de mí, entre mis piernas.

—No necesito la ayuda de nadie. Mejor cállate—jalé uno de sus mechones que caían en su rostro y no pareció molestarle—¿Sabes que seguimos desnudos?—pregunté divertida, para cambiar de tema. Hassel rodó los ojos al darse cuenta lo que hacía.

—¿Te incomoda?—llevó sus manos hacia mi cabello y lo acariciaba con ternura. Dios, se sentía relajante, no quería moverme.

—Un poco, esto es...Nuevo para mí—cerré mis ojos y me dejé llevar por sus caricias, ¿por qué nunca alguien me había acariciado así el cabello?

Love Again © I [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora