«Maldito, maldito Hassel.» Me mintió todo este tiempo, seguía teniendo contacto con ella, todavía la amaba, todavía no podía olvidarla. Estuvo con ella el día de mi cumpleaños, estuvo con ella un día antes de haberlo llamado borracha, estuvo con ella una semana entera, teniendo sexo, llevándole desayuno a la cama y cantándole estúpidas canciones de amor en su cuarto de instrumentos. Estuve acostada en la misma cama que ella, me puse su asquerosa ropa ¡Era de ella y no de Emma! «Maldita sea, no sé qué puede ser peor. Haber usado la ropa de su hermana que me odia a muerte o la ropa de su ex tóxica que no puede superar»
«Maldita sea, maldito Hassel. En estos momentos lo odio tanto que lo mataría si lo tuviera cerca de mí.» Me sentía tan estúpida y no podía ver nada con claridad, le creí sus mentiras, le creí que ya la había superado desde hace mucho tiempo, le creí que ya no la amaba. Y lo peor, le creí que me quería a mí y que era lo mejor de su puta vida.
«No, no, no. ¡En este momento me regreso a Londres! Me importa una mierda Hassel, Nick, la estúpida boda y todo lo que viví en este lugar.»
Me levanté del suelo y lancé el teléfono a la cama. Ya no quería tener nada de él. Mientras yo me emborrachaba pensando en él y lloraba, él se revolcaba con su ex. Metí toda mi ropa a la maleta, metí el vestido de Nia y sus zapatos. Hice el más escandaloso ruido para que sintiera y se diera cuenta de cuánto lo odiaba y lo despreciaba por haberme mentido y engañado. Ni siquiera me quería cuando lo decía con sus propias palabras, cuando estaba detrás de mí, intentando conquistarme, nunca me quiso como él lo decía, la quería a ella y me negó, negó el cariño que decía tenerme mientras yo le creía cada mierda que decía. No pude evitar soltar lágrimas de decepción y de rabia. Era la primera vez que daba mi brazo a torcer, dejando mi orgullo a un lado, diciendo estúpidas palaras cursis, era la primera vez que le daba una oportunidad a alguien, primera vez que le confesaba mis sentimientos, primera vez que me enamoraba ¡Y primera vez que me rompían el corazón! «Maldita sea, soy una idiota, por creerle, por quererlo, por enamorarme cuando no debía hacerlo y cuando prometí nunca hacerlo»
Hassel se levantó adormitado y observó lo que estaba haciendo. En ese momento me llené de coraje, dejé de llorar para no hacer un show de lágrimas y retomé mi postura, la misma que tenía cuando nos conocimos.
—¿Lia? ¿Estás bien?—buscó ropa entre su maleta y se vistió. Trató de acercarse a mí para darme un beso, pero le regalé una rica y deliciosa bofetada que retumbó hasta en China.
—Quítate, aléjate de mí, no quiero saber nada de ti. Eres un maldito mentiroso—lo empujé tan fuerte que se golpeó contra la pared—Me das asco, Hassel. Eres igual de falso que todos los hombres—abrí la puerta para sacar mis maletas, tomé mi abrigo y me lo puse.
—¡Lia!—sostuvo su mejilla—¿Qué pasa, nena? ¿Por qué dices eso?—se sobó el hombro donde se golpeó.
—¡No me digas nena, maldita sea! ¡Quédate con toda esta mierda!—le lancé la cámara que me había regalado, pero la tomó antes que cayera al suelo. Lancé su teléfono al suelo haciendo que se rompiera la pantalla—Quédate con Alemania, Frankfurt, con tus estúpidas promesas y palabras de amor. ¡Ya no te creo nada! ¿Y sabes qué? Quédate con tu maldita ex, con Amy y ve a amarla como le dices en tus mensajes—señalé su celular, su madre seguía llamando—Ah, y por cierto... Dile a tu madre que yo también la aborrezco tanto como ella a mí.
—¿Qué? ¿De qué ha...?—y reaccionó al fin, se dio cuenta del porqué estaba así de decepcionada. Hassel cerró sus ojos en señal de derrota—Nena, por favor. Déjame explicarte, te prometo que todo tiene una explicación, yo no...
—¡Cállate, maldita sea, cállate! ¡No quiero escuchar nada de lo que tengas que decir! Seguramente son puras mentiras igual que todo lo que me has dicho, ¡Eres una basura!—grité tan fuerte como pude, las lágrimas me advertían que saldrían de mis ojos de manera incontrolable en cualquier momento, me dolía demasiado recordar los mensajes y saber que estuvieron juntos un día antes de haberlo llamado. Apreté mi corazón y detuve el llanto.
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Love Again © I [EDITANDO]
Teen Fiction-"Los sabios dicen que sólo los tontos se apresuran, pero yo no puedo evitar enamorarme de ti"-cantó la estrofa de la canción, viéndome a los ojos y mientras bailábamos al ritmo lento de la música. -"¿Me quedo? ¿Sería un pecado si no puedo evita...