Cap. I Mi vida

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Toda mi vida he tenido mejores amigas, no es que sea ese tipo de hombres a los que  les guste rodearse de mujeres y ser el centro de atención, más bien quería ser ignorado, pasar frente a todos como alguien  normal y la única manera de lograrlo era rodearme de ellas.

 Desde que tengo 10 años mis inesperados destellos de carisma han sido  notados por hombres, cuando iba al colegio me esperaban fuera de mi casa por  las mañanas y me llevaban hasta el asiento de clase, me dedicaban atención gran parte de las clases y obtuve problemas por ello, mis padres tuvieron que hacer algo, decenas de chicos alrededor mío era un total insulto  a la escuela y a mis compañeras, quienes miraban asombradas como se desvivían por mi, incluso aquellos que eran heterosexuales y nunca pensarian en siquiera mirar a sus amigos en el vestidor.

No estoy presumiendo mi situación, no es para sentir orgullo, claro que éste puede ser el sueño de muchas mujeres, no es el mío, soy completamente heterosexual, o eso pensaba.

Esta es mi historia, el como sobreviví a estar en total contacto con el sexo masculino.


Mis padres discutían mi futuro encerrados en la cocina, yo era aún muy joven no sabía lo que había pasado, lo que sucedió fue así, yo jugaba en el patio cuando  un muchacho mucho mayor que yo se detuvo a observarme, sus labios eran gruesos y los mojaba constantemente, los recuerdo muy bien, gruesos y abiertos, sus manos se posicionaban de una forma extraña sobre su abdomen, tal vez conteniéndose.
-¿Quieres jugar?-  me preguntó con una voz gruesa. 
-No puedo hacerlo, tal vez en otro momento-, lo mire desde abajo y recuerdo que me parecía muy común, no le tome importancia.
Inmediatamente mi madre notó la extraña escena que se desarrollaba, salió de la casa hecha una furia, no sabia por que ese extraño permaneció  tanto tiempo parado, como si estuviera bajo un hechizo, apenas y reaccionó a los gritos e insultos que le fueron dedicados por la mujer acercándose a la escena echando todo su enojo a través de  esa boca inmaculada.
    

No quería estar  siempre en casa, era aburrido, quería jugar con otros niños y practicar algún deporte, pero sobre todas las cosas, quería ir a la escuela.
Me lo prohibían rotundamente aún con mis constantes berrinches, me separaban de los niños de la cuadra, incluso de mi propio padre, quien me miraba en la mesa y me brindaba pan tostado de vez en cuando hasta que desarrollo la capacidad de  soportar verme solo cuando es necesario, esto lo conseguía tratándome como a un soldado, dejándome tareas diarias en pequeñas notas pegadas en las paredes de mi habitación, nunca me abrazaba como veía en las películas, no me sentía abandonado, sabía que mi padre me quería, no todo era tan malo.

Mi padre, un hombre recto y con mucha ambición para mi futuro, nunca me senti tan protegido como a su lado,  incluso cuando mi madre me confeso en mi cumpleaños 15 que el motivo de su ausencia era que sufria severos dolores de cabeza cuando pasaba tiempo conmigo, ese sentimiento de interés en otros, era un dolor penetrante en él, una migraña que debia tratarse de una sola forma, distanciamiento. 

 Mis amigas de infancia eran pequeñas que vivian cerca de mi,  venían a mi casa a jugar ajedrez, las gemelas eran oponentes dignas que no dejaban nada librado al azar, un día tuvieron un hermanito y su tiempo giró en torno al bebé, mis únicas rivales habían tomado un reto mayor, cuidar a un ser más frágil, Baek. 

Aquellas épocas de  mi infancia conviviendo exclusivamente con mujeres, crearon a la persona que ahora les cuenta este relato, un ser que hace poco era incapaz de entablar una conversación con un hombre a menos que fuera mi padre. 

Como les decía, de aquella platica mis padres resolvieron prepararme para una vida encerrado, con una serie de profesoras desfilando que nunca me agradaron del todo, pero como saben nada es para siempre, mis adoradas gemelas volvieron a mi vida y con ellas una nueva etapa escolar, una en donde nadie estaría para protegerme, prohibirme o reprocharme,  la universidad.

Charming (Encantador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora