Charming (Encantador)

Cap.XVI El testigo

Frente al vidrio miraba a siete hombres robustos, cualquiera de ellos podría  atacarme sin problemas pero no podría decir que sabía quien era el culpable, a mis ojos eran personas desconocidas. 

Me sentía inepto, mis padres esperaban atentos a que señalara a cualquiera, pero mi mente trataba de recordar  un poco más que un movimiento brusco que se convertía en oscuridad.

Fue inútil, el hombre debió haberme  seguido unas cuadras, pero no me di cuenta de nada.

Cada vez que pensaba en Jongin, me encontraba con él o lo traía a la conversación, un aspecto de mi vida se derrumbaba, mis amigas, la relación con Sehun, mis padres, era un caos. Nada de eso impedia que mis ganas de estar con él disminuyeran, ¿Era así como se sentían conmigo?

-No debe preocuparse, hay un testigo que presenció los hechos y que ha reconocido al atacante, por los cargos en su contra no pisará las calles en muchos años, la joven a la que logró asaltar está en la otra habitación, ella lo reconoció enseguida- un abogado que fue asignado a último minuto me trataba de tranquilizar, no habia notado que estaba temblando.

-¿Ese testigo vio su rostro?- las palabras tontas salían de mi boca como  aire a presión.

-Si, él esta afuera, dice que los conoce, no puede hablar con él ahora, pero en unas horas necesitaré que acudan para firmar su salida del recinto.

El oficial se despedía de mis padres y yo estaba aliviado, almenos alguien pudo verlo, hace unos minutos había hablado por teléfono con Sehun, tuvo que regresar a casa ya que Luhan aún se encontraba con él.

-Vaya golpe que te han dado.

-¿Qué?- un sujeto estaba recargado en la pared cerca del registro de salida, debía ser el testigo.

-Si, fue un gran susto, no podría ser mas afortunado, sin embargo, parece que planeaba hacerme cosas mucho peores.

-Tu amigo, apareció como superman al ataque, estaba mucho más cerca y no pude reaccionar así, me llamo Kim Min-seok, por cierto.

-Gracias por tu ayuda, lamento que hayas pasado la noche aquí.

-Es mejor que en mi casa con mi esposa- bromeó con una sonrisa.

-Si, tal vez, una vez más gracias y que pase buen día- respondí sin ocultar mi rostro de antipatía.

Debía tener aproximadamente treinta años, aún joven para hablar así de su matrimonio, aunque claro, a veces esas bromas son solo eso.

Tan rápido como me monté en el auto de mi padre, logré ver a Minseok sacar un cigarrillo y sentarse en la banqueta, noté que su ropa se veía desgastada y sus zapatos eran modelos diferentes, parecía que no tenía a donde ir.

-Oye papá, ¿crees que ese hombre tenga hogar?- mi padre volteó a verlo y con seguridad me respondió.

-No sé, vámonos. 

No le di mas importancia, parece que tenia el talento de entrometerme donde no debía e ignoraba los problemas importantes, mis padres debían estar asustados. 

En casa mis pensamientos fueron aclarandose, sin duda tenía que llamar a Sehun, necesitaba hablar con él.Al entrar a mi habitación, note la ausencia de mis pertenencias, pintaron el azul cobalto a un blanco impoluto, mi cama estaba tendida con un juego de sábanas nuevas  y  los muebles que solian estar repletos de calcomanias infantiles ahora estaban limpios.

No queria sobrepensar las cosas, tal vez querian rentar mi habitación, la mesita de noche aún contenia un teléfono conectado, con miedo de perder la pulcritud del lugar ahora ajeno a mi hogar, me senté sobre la alfombra crema y marque el número ya memorizado de Sehun.