Charming (Encantador)

Cap. XVIII La casa

 Sehun había llegado a mi casa, estaba debajo de mi ventana. Sin embargo, no estaba solo.

Podría reconocerlo tan solo por el sonido del motor. Era el auto de Jongin, uno de sus autos.

Ambos descendieron y, como si una de mis peores pesadillas tomara forma, se aproximaban a la puerta directamente. ¿Qué está pasando?

Bajé las escaleras con el corazón en la mano. Mis padres se encontraban ya descansando y tratando de no hacer ruido, abrí la puerta antes de que pudieran tocar el timbre. Tomé el picaporte con delicadeza pero era demasiado tarde. El sonido despertó a la pareja.

—¿Kyungsoo, esperas visitas a esta hora? —mi padre preguntó molesto y con el peor aspecto posible ya a la mitad de las escaleras.

—Son amigos, quieren hablar conmigo por lo sucedido— atiné en mencionar. Mi madre se aproximó a la puerta y la abrió con duda.

-Buenas noches, una disculpa por la hora, ¿podemos pasar? , somos compañeros de su hijo, más bien amigos —Sehun inició la conversación.

Nunca pensé escuchar esas palabras. Dos amigos entrando a mi casa. Las circunstancias eran anormales, claro, pero me sentí feliz al verlos entrar. Se veían como viejos conocidos, como si fuéramos amigos de toda la vida. Al menos podía fingir sentirme así.

—¿Qué quieren? —Mi padre seguía enojado, sus palabras caían como sacos de arena.

—Pasen, debe ser algo importante para que vengan a esta hora— mi madre los recibía y ambos pasaron el umbral, a pesar de las expresiones duras de mi padre, quien con brazos cruzados no paraba de analizarlos.

-Venimos para hablar con su hijo, me llamo Kim Jongin, pido disculpas por la hora, estamos preocupados por lo que ha sucedido, verán que es importante brindarle un poco más de seguridad -me miró por un momento con esos ojos de posesión.

-¿De qué están hablando? - Mi padre con más calma los hizo pasar a la sala.

Todo parecía algo absurdo en este punto. Mi padre corrió a la cocina como siempre lo hace cuando llegan visitas. Mi padre mantenía su distancia, a diferencia del par que se encontraba en la sala, se mantenía de pie.

-Si no le molesta, queremos hablar en privado con su hijo, solo será un momento. Puedes estar tranquilo que no haremos nada malo.

-¿Según verdad? - respondió mi padre apuntándolo con el dedo, algo que suele hacer cuando quiere imponer autoridad.

-Sí, señor.

-Como quieran, estaremos en la cocina, pueden subir a hablar lo que quieran, pero mantengan la puerta abierta. Mi esposa insistirá en hacerlos tomar café.

-Gracias papá.

En un ambiente extraño, subimosuno por uno, como si debieramos mantener distancia de un metro o más uno del otro, no eramos amigos, eso era seguro.

-¿Kyungsoo, estás bien? Sehun se aproximó a mí y tomó mi rostro con ambas manos, se tomó el tiempo de observar cada milimetro de mi rostro, nunca lo había visto tan preocupado.

—Sí— respondí rápidamente—. Estoy bien, no pasa nada, no me hizo nada.

Jongin estaba a solo dos pasos de nosotros, y serio comenzó a hablar.

—Está bien, Sehun—. Jongin tomó su brazo y lo alejó de mí con brusquedad.

-¿Qué hacen aquí, cómo es que ustedes se conocen?

-¿Parece que ahora sí te has metido en problemas, verdad? - El tono irónico de Jongin me lastimó, pero no creía que estaban ahí para hacerme una escena.