Charming (Encantador)

Cap. V Sueños

                                           "Who wants to wrap around your dreams and,
                                            Have you any dreams you'd like to sell?"
                                                                                                      Fleetwood Mac, Dreams

Mi marcha seguía apresurada, estaba consiguiéndolo, me perdí en mi mismo, no escuchaba nada más que mi  agitada respiración, mientras jugaba con mi entrepierna y lo dejaba manejarla a su antojo, pero abrió sus labios y todo acabó.

-Nunca había notado que me gustaba la piel pálida y los ojos cafés, hasta que te conocí.

Me reincorporé a su lado, Jongin me abrazaba y yo a él, sus finos dedos entrelazados con los míos, mirábamos a través de la ventana.
-Yo nunca pensé que alguien me  amaría, hasta que te conocí-, mentí.

Era mitad de año, los días eran cada vez mas largos,  pero mis mañanas eran suyas completamente, siempre llevaba una muda de ropa extra en la mochila, no podíamos quedarnos en mi departamento, nadie sabía de lo nuestro.

Aquella noche me había quedado dormido en su pecho, respiraba el aire que entraba y salía de él. -Jongin, anoche soñé algo curioso, mis sueños siempre han sido tontos, como presentarme desnudo al instituto o ser un gigante que aplasta todo, muy comunes en realidad, este sueño era diferente-, le confesé entre bostezos.

-Cuéntamelo, ¿que puede ser tan malo?- sus ojos se posaban en mi boca expectante.                                                               

- Estaba solo, con mi mochila en el hombro, caminaba hacia algún lugar, mi boca seca y mis ojos cansados me tenían derrotado, anhelaba beber agua y dormir en casa, pero no podía, mis brazos pesaban y una a una mis piernas y brazos dejaban de reaccionar, ante mi un hombre vestido con una túnica blanca y cinturón dorado al pecho me ayudaba a reincorporarme, su cabello era blanco y en su cara se reflejaba la mía, era como el sol en su máximo esplendor.
En su mano derecha tenía una carta, tenia mi nombre, escrito de una forma que no sabia leer, pero lo sabía.
-Es un ángel-, me decía Jongin, aferrado a la idea.
No podía pensar en algo tan puro, solamente debía ser  el resultado del vodka de la noche anterior, si soñaba cosas extrañas no debía perturbarme, o eso me dijo mientras besaba mi frente y acariciaba mi cuello

-Debes estar cansado-, repetía mientras acariciaba mi cabeza,  era mi perdición, anunciaba que era hora de huir.
-Me tengo que ir-, interrumpí
Salí de su cama, de aquel lugar húmedo, sin ducharme y con una sensación pegajosa entre mis piernas, corrí camino a mi casa, Yulbin podría sospechar si no me veía en mi cama, debía lograr entrar sin que se dé cuenta.

-Recuerda tienes que llevarle el libro a Sehun-, una voz femenina me atrapó tratando de entrar a mi habitación.
-Lo sé-, tomé el paquete de mi escritorio y salí rápidamente, ya casi nunca dormía ahí y Yul bin sospechaba de mis salidas en la madrugada.

Yulbin a diferencia de su hermana era bastante crítica acerca de  mi condición, poco a poco sentía menos respeto a mi persona, evitaba las salidas en grupo y últimamente prefería quedarse en casa cuando yo estaba incluido en los planes, notaba cierto interés en mi de vez en cuando, pero siempre parecia saber que mentía, incluso con las excusas mas elaboradas.

Con el cabello mojado y sin calcetines, salí del apartamento, a la distancia una figura conocida se acercaba, me recibió con una sonrisa, caminamos hasta la entrada de la facultad, mis pasos eran mas cortos así que trataba de alcanzarlo constantemente.
-¿Tienes idea de lo que me pasa por la cabeza al dejarte solo con ese aterrador hombre?-, su manera de expresarse del señor Kim Jun-myeon era exagerada, movía sus manos al aire y me miraba preocupado.
-Creo que no debería pensar mucho en él, mientras más lo hago,  me siento peor, es como mi padre.
Cuando miré a mi lado, Sehun se había quedado detrás, con un gesto de enojo.
-¿Que dices?, no entiendo como puedes seguir ignorando lo que te hizo-, llegó a mi dando pasitos alrededor.

Le había mentido sobre el profesor, había inventado que una tarde intentó tocar mi trasero pero nada más,  todo con tal de esconder la forma en la que me miraba, Sehun para nada es tonto y había notado que me incomodaba ante su presencia. 

La conversación cambió a temas mas agradables, tomé su mano para cruzar la calle, cuando vi mi reflejo en  el suelo, alguien tan escuálido y pequeño no podía ser tan malo.

Mi cumpleaños iba a ser pronto, mis padres vendrían para celebrar y estaba seguro que Yul hee había planeado ya una fiesta sorpresa,  había estado buscando por internet como hacer figuras de globos, era bastante obvio, no voy a decir que no me emocionaba, extrañaba a mi madre ahora más que nunca, pero sentía culpa de ser alguien que a ella no le gustara,  de ser un blanco fácil. 

- ¿Soo?, te noto pensativo desde esta mañana, ¿te sientes mal?- Sehun podía ser muy atento a mis cambios de humor. 
-No, estoy cansado, los finales ya están cerca, y aún tengo ese sueño, ya sabes ese en donde vuelo lejos y me caigo a mitad, esta mañana hubo otro, un sujeto de blanco aparecía ante mi, era extraño, por cierto, no importa,  tengo una sorpresa para ti- cambie de tema antes de recordar como me había emborrachado previo al sueño en cuestión. 
Sehun cerraba sus ojos expectante, puse el paquete en sus manos y miré esa sonrisa de nuevo, no podía pasarme nada malo a su lado,  se quedó un instante observándolo hasta que reaccionó. 

- Wow, Soo, hasta lo envolviste, debe ser el número 8°, ¿cierto?- respondió mirando el papel de regalo rosado. 
-El 9°, éste se ve interesante, no sabia que te interesaban lo cuentos para niños, es el más singular de la lista.
-Es por eso, no es para mi, es para Luhan.

Mi cara extrañada hizo que me diera una amplia explicación, que con gusto les contaré;  a mitad de año nuestros  familiares tienen la oportunidad de visitarnos o nosotros a ellos, para mi era perfecto, podían pasar un cumpleaños familiar, pero para él , era ver a su pequeño hermano de nuevo.
-Tu hermanito, ¿es para él?
-Así es, no podía pagar un regalo adecuado para él, mis padres aún siguen sin aparecer.

Sehun había recibido una carta hace 2 años en donde sus padres le confesaban estar metidos en problemas de apuestas, habían escapado y no sabía nada de ellos desde entonces, el se hacía cargo de mandarle dinero a su pequeño hermano quien  vivía con su tía a 3 horas de distancia del campus.

-¿Entonces tu hermano vendrá a verte?

-Exacto. 

-Debes preparar todo para mañana, te dejaré hacerte cargo de ello, yo tengo una odiosa cita con ya sabes quién, puedes irte a casa temprano.

-¿Aún estás castigado? , pensé que hace 1 semana ya no veías  a Suho. 

-No, esta vez no es un castigo, me firmará la solicitud de cambio de clase. 

-Por fin haces algo coherente Soo, ya te estabas tardando, nos vemos, prometeme que estarás bien. 

-Lo estaré, cada día soy mas independiente- resoplé confiado como si  alguna vez eso fuera verdad, lo único que hacia sin él era revolcarme con Jongin o Suho.

La petición de cambio de clase era real, el profesor me había pedido cambiarme para no levantar sospechas al vernos tan seguido por las tardes, quería que yo fuera a un motel cercano al plantel, confieso que me quede asqueado ante su idea, pero aún así acepté.                                           

Era tarde, mis piernas dolían al subir tantos escalones, la cita con el señor Kim  estaba a punto de empezar, si llegaba tarde me castigaría con una sesión de nalgadas que  ya no eran tan divertidas si me dejaban marcas, pensaba en Jongin y como se pondría si me descubre. 

Como si lo hubiera invocado, ahi estaba el moreno  saliendo del salón de clases con una expresión que nunca había notado en él . 
-Vamos-,  me llevó de un brazo hasta el pasillo.
-¿Que haces aquí?-pregunté aterrado.
-No vas a entrar ahí, ya no quiero que sigas viéndote con él.
-Pero, ¿Qué hiciste?- le contesté tratando de buscar una señal del profesor. 
-Hablé con él sobre algo llamado respeto.

-¿Estás bien?, ¿le has golpeado?

-¿Eso te importa? ¿Ahora te importo?, vete al diablo tu y tus sueños estupidos, por cierto, dejaste tu laptop en mi casa- finalizó mientras se alejaba de mi y yo solo podía maldecirme por tanta estupidez. 

-Espera, tengo que confesarte algo.

-Camina, no me hagas maldecir enfrente de todo mundo. 

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