Charming (Encantador)

Cap. XIII El fantasma

"El dolor pasa pero la belleza permanece."
Pierre Auguste.

Así comence a vivir  fuera del campus, negocie bastante con mis padres el dejarme conseguir un empleo para solventar el gasto extra, no les gustaba para nada que descuidara mis estudios pero de todos modos no era el alumno modelo, mis calificaciones no eran reflejo de esfuerzo, si no de sumisión y  ciertos favores.

Comencé trabjando por las noches en una tienda de conveniencia 24/7, era perfecta ya que no consumia mucho de mi esfuerzo y lo mejor,  mi gerente es una mujer de mediana edad, prefería trabajar para la mismisima malefica en lugar de con cualquier hombre. 

Ante las nuevas noticias me vi obligado a cuidar mi imagen, pasaba los días como un fantasma, haciendo todo en automático, parecia un demente y mis compañeros notaban el cambio en mi mirada, algunos se acercaban preocupados pero de inmediato buscaban excusas para tocarme.

Con el dinero extra apenas me alcanzaba para la renta del departamento  y cubrir la cuota que le tocaba a Sehun, buscaba la oportunidad para "despedirlo", pero tenia miedo de perder a mi único amigo, no sabia si solo estaba ahi por los favores, sobre todo por que el costo de los libros que pedia ya eran mas elevados. 

-¿Kyungsoo?

-¿Si?

-Perdón que te moleste, pero estaba muy curiosa en conocerte.

Una joven se acerco a mi en la biblioteca mientras pensaba la forma de abordar el tema del dinero.

-¿A mi?

-Si, a ti- se sentó a mi lado segura, parecía ser estudiante de último año

Saco un  panfleto de su bolso de marca y con una sonrisa me lo entregó sin decir más.

-¿Que es esto?- la imagen de dos jovenes tomados de la mano con esas sonrisas estúpidas me hizo entender, era un folleto de un retiro para conversión de la homosexualidad.

La joven desaparecio y su sonrisa ahora parecía macabra, me quede un momento pensando si la habia visto en algun lugar en la universidad, pero no podia recordar, se veia mayor asi que probablemente nunca me la he topado.

-Pensé que querias conocerme, parece que me conoces muy bien- contesté arrojandole el papel arrugado a la espalda.

-¿Disculpa?, lo siento si te ofendí, queria hacer este encuentro lo mas discreto posible- se volteó pero no dejo de caminar hacia la salida.

-¡No vuelvas a acercarte a mi, ¿quién te crees que eres?!

-No, Kyungsoo, ¿te llamas asi verdad, clase 101, eres amigo de Yulhee? ¿No me he equivocado?

Mi rostro volvio a enfocar el papel, en ese instante me quede parado en medio de la biblioteca  mientras la chica ya estaba en la puerta de salida.

¿Yulhee ya sabia que Jongin y yo tuvimos algo?, tomé mis cosas y sali del lugar, no he vuelto a ver a Jongin desde  que lo encontre con Yulhee, lo borré de mi vida, seguia pensando en él pero no tengo la cara para enfrentarme a esa situación, asumí que era heterosexual por completo y que tenia novia, no tenia nada más que hacer con él, no tenia por que tomarmelo personal, pero me dolía como nunca. 

Por la tarde de ese mismo día recibí una llamada de mis padres, querian fotografias de mi nuevo departamento y saber si estaba bien, no pude contenerme en preguntarles acerca del nuevo novio de Yulhee.

-Es un encanto, es guapo y muy caballeroso con nuestra niña, debiste acompañarnos en la velada Kyungsoo, eres como su hermano, sus padres estarían muy orgullosos de ellas, han crecido bien.

-¿Ma, Yulhee ha conocido a los padres del chico?- no pude evitar preguntar sobre la seriedad de la relación.

-Claro amor,  al parecer dio muy buena impresión, creo que están interesados en su futuro, han dicho que pagarían sus estudios en el extranjero.

-¿Extranjero?- me levanté de la cama curioso.

-Su hijo se irá el proximo semestre a Canadá y creo que no quieren separarse, es adorable como los jovenes anteponen su educación, pero los padres de este chico tienen los recursos para apoyarlos a ambos. 

Toda la conversación después de eso era un poco confusa, no sabia si alegrarme o llorar. 

-¿Kyungsoo, hijo estás ahi?

-Ma, se me ha olvidado que tengo que cubrir a un amigo hoy en la tienda, tengo que cortar.

- Esta bien hijo, mañana  te llamo a la misma hora, te amo.

. . .

Las lágrimas comenzaron a salir, miraba a mi alrededor buscando algo para abrazar, no tenia nada a que aferrarme, estaba solo.

Salté de la cama  y me coloqué un pantalón para salir de ahi, la noche nunca estaba muerta en esa zona de la ciudad, necesitaba hablar con alguien,  pero la gente se alejaba de mi al verme en ese estado. 

Me senté en la banqueta y llamé a la única persona que no debia llamar.

-¿Yulhee?

-¿Kyungsoo? ¿Estás bien, te escuchas raro?

-Estoy bien, acabo de hablar con mi mamá, felicidades, me dijo que ibas enserio con tu novio.

-¡Si!, estoy muy emocionada, te necesito ahora mas que nunca, no entiendo por que te fuiste, tal vez necesitabas tu espacio personal, eres un hombre al fin de cuentas.

-Si, lo soy-  mi tono de voz  se  torno grave.

-Entiendo esa situación, oye te pido disculpas, a mi hermana se le salió un comentario acerca de tu condición con una amiga nuestra, al parecer ella es muy religiosa y cree poder ayudarte.

-Nadie me puede ayudar sobre ese asunto.

-Yo le advertí que nunca más te volviera a hablar sobre eso.

-Ni siquiera me dijo su nombre. No dijo mucho. Estoy bien. Esas cosas solían pasarme cuando era joven

-Gracias por entender, Jongin me dijo que te conoce, te manda saludos, esta conmigo ahora mismo, usamos tu habitación para visitas, ¿no te molesta si lo usa de vez en cuando?, dejaste todos los muebles.

El sonido del ambiente agitado del centro de la ciudad se volvió un sonido blanco.

-No pasa nada.

-Que bien, ¿no necesitarás tu cama verdad?, tu departamento es amueblado según me dijo tu madre, le pedi que le mandaras fotografias para asegurarme.

-¿Tú le pediste eso? Sí, está amueblado. Úsalos.

-Eres el mejor, nos vemos amigo, por favor ven a visitarnos.

Colgué.

La rabia me inhundaba la garganta, senti un deseo de romper cosas, mire a todos lados y no podia enfocar la mirada hacia un espacio seguro para gritar con todas mis fuerzas, esa zorra está con él.

Terminé tirandome al suelo y llorando desconsolado a lado de una toma de agua, me aferré al objeto metálico como si fuera un bebé y los gemidos que salian de mi pecho hicieron que las personas se alejaran asustadas.