Tentación 2 (Larry Stylinson)

Capítulo 20: "Equivocaciones" (Niall/Irene)

La tensión podía sentirse. En menudo lío me había metido.

-¿Su novia? Nunca lo hubiese adivinado.-dijo con una sonrisa radiante Nelly.
-¿A no? ¿Y por que si se puede saber? –inquirió. Irene.
-No se. Se os ve muy distintos. Pero bueno, a veces los polos opuestos se atraen. Que suerte tienes chica.- contestó amable.
-Si. No lo sabes tu bien.-masculló mi novia.
-Ah, antes de que hayan malos entendidos, Niall y yo nos besamos en una fiesta el otro día. Pero tranquila, que no pasó nada más. Habíamos bebido.

Dios. Alarma general. Irene que tenía las manos a su espalda, me agarró de mis partes íntimas haciendo que yo contuviese la respiración. Nelly no vio ese detalle ya que Irene estaba justo delante de mí, pegadita a mi cuerpo.

-Si. Lo se. Mi Nialli iba muy borracho. Tanto que besa a cualquiera. Gracias por aclarármelo.

Si las palabras fuesen hachas, Nelly estaría llenita de ellas. A primera vista la conversación era "normal", pero por el tono con que Irene decía todo, se entreveía el más profundo odio y ganas de matar.

-Bueno, veo que estáis ocupados. Así que ten este papelito. He escrito mi teléfono. Por si no nos vemos más aquí. Para poder quedar en Londres.- me dijo Nelly tendiéndome el papel.

La mano de Irene comenzó a hacer presión en mi entrepierna y yo intentaba mantener la compostura. Dolía. Si que dolía. Cogí el papelito.

-Mucho gusto.-se despidió de Irene.
-El gusto es solo tuyo.-le contestó.

Nelly me guiñó un ojo y se marchó.
Mi chica se giró dejando libre mi masculinidad.
Solté un suspiro. Me dispuse a meter el papel en el bolsillo de mis pantalones pero ella me lo quitó, lo hizo trizas y me lo metió en la boca.

-Vamos. –dijo.

Me metí en la habitación sacándome los papelitos de la boca. Irene tardó unos segundos en entrar.

-¿Qué haces?-le pregunté.
-Nada. Ya voy.

Sin más me tumbé en la cama. Estaba muerto de sueño y adolorido.

-¿Sabes que? Tú quédate aquí. Échate una siesta. Yo iré a pasear un rato.- propuso.
-¿Cómo?
-No has dormido nada esta noche. Quédate y duerme un rato.
-¿Puedo dormir en la cama?
-Claro.

La noté algo distante. Como si estuviese pensando en otra cosa. Tramando algo.

-Necesito estar sola. Luego vuelvo.

Y así lo hizo. Se fue y yo me eché a dormir.

- - - - - -(A partir de aquí es Irene quien habla en primera persona)- - - - -


Salí del cuarto dejando a Niall durmiendo. No es que le hubiese perdonado ni mucho menos, pero ahora me interesaba más otra cosa. Con la mirada me había fijado en la habitación en la que la guarra esa había entrado.
Me acerqué hasta allí y llamé a la puerta.
Una chica me abrió. No era ella.

-Hola. Busco a una chica que creo que duerme aquí.
-Hola. Aquí somos cuatro, así que como no me digas el nombre no se a quien te refieres.-sonrió.
-Vale. No tengo ni idea de cómo se llama. Solo se que es una puta a la que tengo que decirle un par de cositas.

La chica se me quedó mirando con cara de miedo.

-¿Y como es físicamente?
-Morena y de media melenita. Normalita.
-Ah... Te refieres a Nelly.-contestó algo mas tranquila.-Toda tuya. –Sonrió.-¡¡Nelly!! ¡¡Te buscan!!

Nelly salió y al verme sonrió nerviosa.

-Hola. ¿Qué haces aquí? Si acabamos de hablar.
-No. Tú has hablado. Ahora me toca a mí. ¿Me acompañas?-le pregunté esbozando una sonrisa mas que falsa.
-Claro.

Caminamos en silencio hasta el bar del hotel. Nos sentamos y pedimos un par de coca colas.

-A ver. Te lo voy a dejar clarito. Niall es mío. Y como te acerques a él, te envío al hospital.-me sinceré.

Para mi sorpresa, sacó su lado de víbora sin ningún reparo.

-Te equivocas. Niall no es tuyo. Ya no. Me fue muy fácil "ligármelo". Lo tengo en la palma de la mano. Todo cuanto hablé el otro día con él me hizo ver lo solo que estaba. No se de que va vuestra relación, pero tengo claro que no estáis en vuestro mejor momento. Y por eso yo he intervenido.

¡Que cara que tenía! Y la mía era de gilipollas. Me había dejado pilladísima.

-Al conocerte me he dado cuenta que lo tengo aún mas fácil. Creo que eres una de esas que no perdonan fácilmente. Y al parecer lo estás castigando. O sea que tú misma te estás cavando tu propia tumba.
-¡Y una mierda!
-Ya lo verás. Con lo de la foto conseguí el efecto que quería. No pensé que vinieras hasta aquí. Pero esto es aun mejor.
-Eres una cabrona. Niall se va a enterar de todo esto bonita.
-Esa es la mejor parte. No te va a creer. Va a pensar que lo dices por despechada. Así que ni lo intentes. Será peor para ti. Y mejor para mí.

La ira fluía por mis venas. Quería matarla. Destrozarla a golpes. Pero estaba en un sitio público y no podía montar escándalo. No se como me contuve. Eso si, le advertí.

-Solo te lo voy a decir una vez más. Intenta algo más con Niall y te mato. Te lo juro. Como que me llamo Irene.
-No me das miedo. Irene.

Se levantó y se fue.

Corriendo me levanté y subí a la habitación de Niall. Sin importarme que estuviese durmiendo, salté sobre la cama y lo desperté.

-¡Niall! ¡Niall! Vamos. Que tengo que contarte algo. Va despierta. – lo agité.

Tenía que creerme. Estaba claro que me creería a mí. Yo era su novia y ella una desconocida.

-¿Qué pasa?-murmuró.
-¡Niall! He hablado con la guarra. Me ha confesado que va a por ti. Ella hizo que os sacaran la foto. Ella la puso en Internet. ¿Entiendes?

Se despertó de golpe.

-¿Qué dices?
-Que tu "Nelly" es una puta. Que solo quiere aprovecharse de ti.
-Irene, esta vez te has pasado. Puedo aceptar mi parte de culpa en lo del beso, pero lo que te estás inventando ya no. ¿Sabes? Yo ya te he pedido perdón. Si no me quieres perdonar, vale, pero no quiero que te comportes así. Paso de estos rollos -me soltó con cara de decepcionado.

¿Dónde estaba mi Niall? ¿Cómo podía equivocarse de tal forma conmigo?
Estuve a punto de mandarle a la mierda. De ponerme a gritar, pero me paré a tiempo. Claro, eso es lo que ella pretendía. Que nos peleásemos. Que yo lo tratase mal. Y no iba a consentirlo. Aunque me reventase, tenía que fingir que me olvidaba del beso y perdonar a Niall. Respiré profundamente, me senté y dije:

-Lo siento. Tienes razón, me estoy pasando. Es que no soporto pensar en que ella te besó.
-Pero ya te he pedido disculpas. No se que mas hacer.
-Nada.
-¿Nada? ¿Cómo que nada? No me dejes por esto Irene, yo....-se puso nervioso.
-¡No! No te digo eso. Digo que te perdono. Que ya está.
-¿De verdad?- sus ojos se iluminaron.
-Si.

Se abalanzó sobre mí y comenzó a besarme. Como me gustaban sus besos. No podía permitirme perderle. Bajo ningún precio.