Capítulo 5 "Volar" (Louis)

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Durante el vuelo pasé un mal trago.
Mi Natalie comenzó a hacer eso que se le da tan y tan bien. Si, exactamente eso. Llorar. Le dio miedo volar y lo demostró más que bien.
Aunque creo que al que más vergüenza le dio fue a Harry. El pobre no sabía donde meterse ya. Las azafatas llamaron nuestra atención y nos pidieron que la tranquilizásemos. Pero es más fácil decirlo que hacerlo.
Yo la puse sobre mi regazo y la intenté calmar.

-Natalie, pequeña, ya está. No llores cielo, estás con papi. Y mira, aquí al lado está papá. Y también vienen los tios. ¿Dónde está tio Niall?-le pregunté.

La niña dejó de berrear y aun con la carita mojada y pucheros miró a su alrededor.
Todavía era muy pequeña para entendernos, pero cuando escuchaba un nombre conocido para ella lo entendía. Finalmente sus ojitos se posaron en Niall y este le comenzó ha hacer muecas.
Mi preciosidad comenzó a reír, y durante unos diez minutos se tranquilizó. Pero comenzaron ha haber turbulencias y de nuevo se asustó.
Y mostró a todo el mundo su gran capacidad pulmonar.
Y aquí comenzaron nuestros problemas.
Ni yo ni Harry lográbamos callarla. Niall intentó volver a hacerla reír, pero sin resultado. Zayn intentó cogerla pero lloraba aun más.
Al final volvió a mis brazos, pero continuaba llorando.

-¡Que alguien calle a esa cría!-gritó un hombre.
-¡Eso! ¡No deja dormir!-le siguió una mujer.
-Lo siento. Está asustada y no puedo calmarla. -dije.

El hombre que había gritado primero se giró para mirarme.

-Pues ponle un bozal.

Cuando escuché eso la sangre comenzó a hervirme.

-Es una niña, no un perro. ¿Usted ha tenido hijos?-le pregunté.
-Si señor. Y estaban bien educados.-respondió la mujer que le acompañaba.
-La niña no tiene ni diez meses. No pretenda que comprenda las cosas como un niño mas mayor.-contraataqué.
-Es que es normal que un crío no sepa cuidarla. Vergüenza le tenía que dar a vuestros padres de dejar una responsabilidad así a cargo de un chaval.

La cosa estaba empeorando. Yo intenté guardarme la mala leche y contestar lo mejor posible.

-Primero, no soy su hermano, soy su padre. Segundo, para usted el que yo tenga veintidos años es ser un crío, pero he sido yo quien la ha criado durante todo este tiempo. Bueno, yo y mi pareja. –expliqué.
-Madre de dios. Pobre criatura. Menudo futuro le espera con unos padres tan jóvenes.-murmuró la mujer.

Ante todo esto, Natalie lloraba un poco menos.
Y yo rezaba para controlarme.
Pero Zayn, que hasta entonces no se había metido, saltó a la conversación.

-¿A que edad tuvo usted a su hijo o hija?-preguntó.
-A los veintiocho. –contestó esta.
-Perfecto. Pues él, con veintidos se ha estado dejando la piel por esta niña. No ha dormido por las noches, le ha cambiado, bañado, dormido, dado de comer, etc. Siendo un "crío" como usted le ha llamado, se ha comportado como un verdadero padre. Así que métase su opinión por el culo y cierre la boca, por que prefiero escuchar llorar a la niña antes que sus gilipolleces.
-¡Grosero!-espetó.
-¡A mi mujer no le hablas así!-se metió el marido.
-Pues que no hable de cosas que no sabe. Se ha metido con mi amigo y mi sobrina.
-Es que es un puto plomo la niña. Dan ganas de ponerle una cinta la boca. –Declaró- Y si le tapan también la nariz terminamos antes -susurró a su mujer con la mala suerte que le escuchamos.

Hice ademán de levantarme por que el escuchar eso me reventó, pero Harry se me adelantó y poniéndose junto al hombre dijo

-Voy a preguntarle algo. –El hombre le miró- Me ha parecido escuchar que ha dicho que por usted asfixiaría a la niña con tal de que dejase de llorar. ¿Es así?

El volumen con que dijo esto fue bastante alto y todo el mundo se los quedó mirando a la espera de la respuesta.

-Esto...
-¿Si o no?-insistió mi chico.
-Si. Es que ya me duele la cabeza de la puñetera niña.-afirmó.
-¡Por dios! Que está hablando de un bebé. Un poquito de consideración.-intervino una mujer.- Dejen a los chicos tranquilos.-nos defendió.
-¡Eso!-dijo un señor.
-Parece mentira que con la edad que tienen digan cosas así.-dijo otra voz.

El avión por completo se puso de nuestra parte. Las azafatas, viendo la situación, llamaron la atención del hombre y nos pidieron disculpas por el trato de esa pareja.
Una chica que tenía una hija de unos cinco años, nos dio una piruleta y con cuidado se la pasamos a Natalie por los labios para que la chupase un poquito y de esta manera conseguimos callarla.

El resto del vuelo, se quedó dormida en brazos de Harry.
Y él también se durmió.
Para aterrizar, tuve que cogerla yo.
Por suerte no lloró. Si se asustó, pero no le dio tiempo a llorar.

Al bajar del avión, me puse la mochilita y la coloqué en ella. Fuimos a buscar el equipaje pero tardó bastante rato en salir por la cinta.
Cuando salió el nuestro, cogí una de las maletas. Harry cogió el carrito de Natalie Darcy, lo abrió, ya que estaba plegado, y en él metió varias mochilas de ropa, juguetes y demás cosas de la niña y con una mano llevó el carro y con la otra su maleta.

Era para vernos. Cargados de cosas. Al salir a la calle, ya nos esperaban dos furgonetas negras.
En una se subieron Liam, Zayn y Niall, y en la otra Harry yo y la niña.
Colocamos la sillita para ella y arrancamos rumbo al hotel donde pasaríamos unos días, todavía indefinidos.

En el coche noté a Harry raro. Muy serio. Mucho para ser él.
Al llegar al hotel fue él quien llevó en brazos a la niña, que se había dormido, hasta nuestra habitación.
Obviamente compartiríamos un cuarto los tres, mientras que los demás tenían una habitación individual para cada uno.

Harry no era el único raro. A Liam también le sucedía algo. Y a Niall le pasaba lo de siempre. Que echaba de menos a Irene. El primer día allí, fue realmente extraño. Todos estábamos nerviosos. Atentos a todo y pendientes de los teléfonos.
Menos mal que nos habíamos marchado de Londres. Como el manager había predicho, al salir publicada la noticia de que un bebé vivía con nosotros, nuestro piso se había llenado de curiosos y de periodistas en busca de algo.

La segunda noche, al irnos a dormir, no pude hacerme mas el loco intentando fingir que no sucedía nada y que todo estaba bien.
Una vez Natalie se durmió, me senté junto a Harry.

-Necesitamos hablar...-comencé.
-Has tardado más de lo que pensaba.- me respondió con una sonrisa amarga.
-He intentado convencerme a mi mismo que esto solo es un bache. Y esperaba a que tú hicieses lo mismo pero está claro que esto es algo muy serio.
-Si. Y he estado pensando mucho ¿Qué vamos a hacer? ¿Decir que es hija de uno de los dos? ¿Decir que es de ambos? ¿Qué somos pareja? –inquirió.

Me dio miedo escuchar aquello. ¿Admitir que éramos pareja? Esas eran palabras mayores. Era ir demasiado lejos para mí.

Tentación 2 (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora