Tentación 2 (Larry Stylinson)

Capítulo 25: "El segundo error" (Niall)

Salimos de allí dejando a la "familia feliz" solos. Irene y yo íbamos de la mano. La miré. Estaba mirando al frente y sonriendo. Miré hacia delante. No había nadie.

-Irene...

No me contestó. Estaba absorta en sus pensamientos.
Y de pronto su móvil comenzó a sonar. Volvió en si y atendió con rapidez.

-¡Ciao! ¡Ciao! Siete arrivato bene all'hotel?- comenzó a decir Irene en un Italiano perfecto.

No entendía nada de lo que decía. Pero nada de nada.

- In quale hotel vi alloggiate? Se. Perfetto. A quell'ora eravamo? Se, sembrassimo voi riunire. Se. Ad otto. Perfetto.-continuó. -Baci. Arrivederci.
-¿Pedro?-pregunté con tono molesto.
-Si. Ya han llegado al hotel. Hemos quedado a las ocho.
-Se te ve muy contenta de quedar con él.
-Si. Me caen bien.
-¿Desde cuando sabes hablar italiano?
-Desde hace años. Me encanta Italia. Es mas, sueño con vivir allí algún día.
-Ah.

Y entonces al que sonó el móvil fue a mi. Un mensaje de Nelly.

" ¿AL FINAL QUE HACEMOS? ¿VIENES A MI CASA A VER EL ANIME QUE BUSCABAS O NO? MAÑANA LO TENGO QUE DEVOLVER. NO ES MÍO"

Problema. Esa noche tenía la cena con los de Finley. ¿Qué hacía?

-¿Quién era?-me preguntó.
-Nada, propaganda.-mentí.

Por la tarde terminamos pronto con el ensayo. A las seis y media nos dejaron marcharnos. Decidimos ir a tomar algo todos juntos.
De camino a la cafetería, me metí en la conversación de Louis y Harry.

-Tenemos que ir a una zapatería pronto. Hoy mismo. –dijo Louis.
-Si. Tienes razón. Ahora que empieza a caminar tenemos que comprarle zapatitos seguros y bonitos. –añadió Harry.
-Chicos. Aquí en frente hay una bastante grande. ¿Entramos?- les propuse.

Zayn, Liam e Irene nos miraron.

-Marchaos si queréis. Pero yo quiero comprarle zapatos a mi niña.- anunció Louis.
-Yo me quedo. De compras para la pequeña diva. ¡Esto será divertido!-se unió Zayn.
-No tengo nada que hacer. Así que me quedo.- le siguió Liam.
-Esperad. Niall, tú y yo no podemos cielo.-intervino mi novia.
-¿Cómo?
-Pues que hemos quedado a las ocho. ¿Recuerdas?

Mierda. Si me marchaba con Irene no podría ni estar en las compras de Darcy, ni ver lo que Nelly tenía. Necesitaba una excusa y rápido.

-Cariño..Yo...Mis padres me han llamado antes, me han pedido que vayamos a cenar con ellos. Y he intentado negarme pero ya sabes, no he podido.

La cara de Irene parecía un poema. ¿Cómo de mal se lo tomaría?

-Niall no me jodas. ¿Tus padres?
-Si.

Se quedó pensativa.

-Bueno, pues llamaré a Pedro para decirle que no puedo quedar. Otra vez será.-musitó.
-¡No! Ve a la cena con ellos. No me importa. Yo iré con mis padres y les diré que tenías trabajo.
-Pero Niall. Son tus padres.
-Por eso. Ya habrá tiempo de cenas. Enserio. Se que te hacía ilusión quedar con Finley. Ve. –la incité.

Esbozó una gran sonrisa y me abrazó.

-¿No te importa Nialler?
-No. Enserio.
-Bueno, entonces, me voy corriendo a ducharme y arreglarme. Nos vemos en casa chicos. Ah, y no se a que hora llegaré. No quiero molestar si llego tarde llamando al timbre, así que mejor me quedo en un hotel.-dijo.
-De eso nada.- contestó Zayn pasando un brazo por encima del hombro de ella. – Ten. Mis llaves.-le tendió un llavero con un manojo de llaves- Llévatelas tú hoy. Mañana me las devuelves. Total yo iré con Harry para casa. No las necesito.
-¡Gracias! –le dio un beso en la mejilla y luego fue directa a Natalie.

La sacó del carrito y la abrazó mientras esta se ríe divertida.

-Hasta mañana preciosa. No hagas enfadar mucho a tu papá. Pórtate bien. –le dio un mega beso en la cara y la devolvió al carrito. –Y vosotros- nos miró seria- A ver que le compráis a la niña.

-Adiós Irene.-se despidió Louis.
-Adiós. –agitó la mano y se marchó.

¡Problema resuelto! Saqué el móvil y le contesté a Nelly.

"¿CÓMO QUEDAMOS? EN TU CASA ESTARÁ TU FAMILIA, Y EN MI CASA IMPOSIBLE. ¿DÓNDE VAMOS A VERLO?"

A penas un minuto y recibí la respuesta.

"TRANQUILO, MIS PADRES TIENEN DOS PISOS. UNO EN EL QUE VIVIMOS Y OTRO QUE SOLO LO UTILIZAN INVITADOS. VAYAMOS ALLÍ. ESTÁ AL LADO DE MI CASA. AHORA TE ENVÍO LA DIRECCIÓN. A LAS DIEZ ALLÍ."

Sonreí. Estaba contento. Por fin podría ver esa serie. Además seguro que lo pasaría genial con Nelly. Teníamos tantas cosas en común que las horas siempre se me pasaban volando.
Al momento recibí la dirección.

Cruzamos la acera y entramos juntos en la tienda de calzado.

-Hola. –nos atendió una dependienta con cara de simpática.
-Hola.-dijimos al unísono.
-¿Les puedo ayudar en algo?
-Si. Queremos zapatos para la niña.- dijo Louis señalando a Natalie.
-Claro. Síganme.

Seguimos a la amable mujer que nos enseñó cuatro estanterías mas que grandes de zapatos para niñas.
Cada uno comenzó a buscar los que mas le gustan. Yo vi unas sandalias monísimas de color amarillas. Le harían juego con el conjunto de bob que le regalé. Seguí mirando y había unos zapatos negros muy chulos. Los cogí también. Al final terminé con seis modelos distintos.
Cuando me di la vuelta para dejarlo todo sobre el asiento, me di cuenta que entre todos habíamos formado una montaña de zapatos.
La mujer nos miró sorprendida.

-Son muchos.-dijo.
-Se los probaremos todos. –aclaró Louis.

Y así hicimos. Uno a uno le probamos como unos treinta pares de zapatos.
Darcy jugueteaba con los demás pares sueltos. Los lanzaba al suelo o los chupaba.
Cuando por fin terminamos, Harry y Louis se susurraron algo al oído, y a la vez dijeron.

-Nos los llevamos todos.
-¿Todos?-alucinó la señora.
-Si. Todos.
-¿Están de broma no? Son veintiséis pares. Es una locura. Además los niños a estas edades crecen rápido. En un par de meses no le servirán. –nos advirtió.
-La niña no va a ser muy alta. No es de crecer muy rápido. Se parece al padre.- se burla de Louis Harry.

Louis le golpeó las costillas.

-Bueno, que nos los llevamos todos.-insistió Zayn. –Pero ocho pares los pago yo.

Nos dirigimos a la caja, y las pobres dependientas se volvieron locas buscando los pares de los zapatos.

-Bueno. Estos ocho pares serán doscientos sesenta y cinco libras. –le dijo a Zayn.

Cuando este sacó la tarjeta de crédito, la mujer la miró alucinada. Seguía sin creérselo.

-Yo pago otros ocho.-me metí.

No iba a ser menos que Zayn. Por Darcy lo que fuese.

-Bien, lo suyo serán doscientos cincuenta y ocho.
-Estáis locos.-manifestó Liam. – Pero en fin. Yo le pago dos pares.

Los ocho restantes los pagaron Louis y Harry. Salimos de la tienda cargaos de bolsas y dejando un desastre atrás. Darcy había dejado muchos zapatos desperdigados.

En cuanto llegamos a casa me duché y a las nueve me planté en el lugar donde había quedado con Nelly.
¿Era mi imaginación o se había arreglado mas de lo normal? No, seguro que estaba como siempre. Paranoias mías.