Capítulo 69: "Impotencia" (Niall)

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-He tenido que prometerlo, si no, no me dejaban hacer el concierto. Son algo pesados estos.- miró hacia Marc y los demás.- No... Que haría sin ellos. –sonrió- Bueno, supongo que todos estaréis al tanto y si no os habéis dado cuenta hoy de mi estado.-señaló su barriga.- Os presento a lo que dentro de poco mas de tres meses será mi hijo. – Agachó la mirada- No me enrollo mas. Solo quería explicar el motivo de que el concierto de hoy sea diferente.


Me sentí impotente. Me entraron ganas de subir y sacarla del escenario de arrastras. ¿Qué pretendía con aquella locura? ¿Acaso estaban todos locos? ¿Por qué Pedro no se lo había prohibido? ¿O Marc? ¡Cualquiera de su grupo! ¡Cris era su hermana!
Los gritos en la sala eran ensordecedores y me cabreaban aun más.
El concierto dio comienzo sin más vacilaciones. Mis ojos solo la observaban a ella. No veía nada mas a su alrededor.
Al principio si se mantuvo sentada en el taburete, pero a la mitad de el concierto como que se olvidó de su estado y se dejó llevar por la emoción del momento.
Me puse malo solo de ver aquello. No aguanté continuar mirando. Como pude salí de entre la gente y fui directo al camerino de Irene. Me fue fácil encontrarlo y no me pusieron pega alguna. Conocía a los de seguridad. Les dije que era amigo de ella y quería darle una sorpresa.
Me quedé allí sentado esperando, mientras la escuchaba cantar a lo lejos.
Cuando cesó el sonido supe que había terminado.
Así que me levanté y me escondí tras la puerta. No quería que Marc entrase y me viese. Así que por si acaso preferí estar escondido hasta sentirme seguro.
La puerta se abrió y escuché las voces de los del grupo, pero solo entró Irene que cerró la puerta y cuando me vio hizo ademán de chillar pero me adelanté y le tapé la boca.

-Si gritas Marc me rompe todos los huesos. –comenté con la esperanza de que tuviese compasión.

Cerró los ojos en respuesta así que la solté y posé mi mano en su vientre.

-¿Cómo se está portando?
-Mas o menos.

Noté movimiento en el interior. Le estaba pateando.

-Te mereces que te meta una paliza desde dentro.- dije con tono severo.
-¿Qué?
-Que mereces que se haga notar. ¿Estás loca? ¿Cómo se te ocurre dar un concierto? –en ningún momento aparté mi mano de su barriga.
-¡Ja! ¡Me apetecía dar un concierto! ¡Mi vida es esto Niall!- espetó apartándose.

Volví hacia delante para volver a colocar mi mano en ella. La miré a los ojos y continué.

-Ahora tienes que pensar en su vida.
-¡Esto es la leche! –Se había enfadado- ¡Niall yo no pedí esto! A ver cuando te entra en la cabeza. Yo nunca he querido esto. ¡Lo sabes! ¡Pero he tenido la mala suerte de quedarme preñada! Mi sueño es mi grupo. La música. Esto. Y tú me estás diciendo que me tengo que joder, dejarlo todo para ser una dedicada mamá. ¡No es justo! Tú mejor que nadie sabes lo que quiero decir. Tu vida es cantar, One Direction. ¿No? ¿Cómo te sentirías si ahora te dicen que ya no puedes seguir con ello? ¡Ponte en mi lugar! ¡No he pedido esto yo!

Mi Irene lloraba. Las lágrimas empapaban sus mejillas y caían sobre la tela del precioso vestido negro gótico que llevaba puesto.
Se sentó en la silla y yo me arrodillé ante ella.

-Estoy muy cansada Niall. Odiarte me cansa demasiado y todo esto. No puedo -sollozó.
-Lo siento. Siento haberte dejado embarazada -me costó pronunciar esas palabras ya que no las sentía.- Siento haberte dejado, haberle creído a otra, no haber confiado en ti. Siento todo.

Se pasó el dorso de la mano por la cara pero continuó llorando. Yo bajé la mirada. Me sentía fatal. Ella era la que se tenía que sacrificar, la que tenía que dejar su sueño. Claro. La entendía, y yo no había hecho otra cosa que juzgarla.
Sus dedos elevaron mi barbilla para que la mirase.

-No Niall. No tienes que decir eso. No digas que sientes haberme dejado embarazada, por favor. Por que pensar que a ti te hace tanta ilusión, que a este bebé hay alguien que lo espera con ansia, es lo que me ayuda a seguir adelante con todo. Sin eso, me sentiría peor porque yo siento que no voy a poder con esto, que es demasiada responsabilidad, que no voy a ser una buena madre...Que...Que...
-¡Si que lo serás!- ahora yo aguantaba las ganas de llorar- ¡Claro que lo serás! Y joder, entiendo que tú no lo quieras...
-¡Si que lo quiero!-de pronto me empujó y caí al suelo. -¿Qué te crees? Por mucho que piense todo esto lo quiero. Es mi hijo. ¡Mi bebé! ¡Nadie lo siente tan vivo como yo! ¡No vuelvas a decir que no lo quiero! ¿Qué te piensas que dices?
-No pero yo solo...
-Vete Niall.
-Espera Irene. Estábamos hablando bien. Por favor.
-Largo.
-Me has dicho que te cansa mucho odiarme. Me has dicho que te gusta saber que yo estoy feliz por nuestro embarazo. Me has admitido que es mío. –le recordé.

Se levantó y comenzó a andar de un lado al otro de la habitación. Nerviosa.

-Vale, ya me voy. Pero déjame tocarle una vez más. Tu le sientes todo el día, pero yo no.

Como no contestó lo tomé por un si. Me acerqué a ella y volví a tocar esa barriguita. El siguiente paso no lo pensé. Solo lo sentí, tenía que hacerlo. La abracé y apoyé mi cabeza en su hombro.
Su perfume... Tanto tiempo. Ella se quedó con los brazos pegados a su cuerpo. No me devolvió el abrazo pero tampoco lo rehuyó. Así que decidí ir más lejos. Acaricié la piel de su cuello con mis labios. Suavemente. Luego subí un poco más y le besé la mandíbula. Ella había cerrado los ojos y parecía concentrada en su vientre, ya que lo rodeaba con ambas manos.
Por primera vez en mucho tiempo vi paz y tranquilidad en su cara, en su expresión.
Aunque quería seguir, me paré a mi mismo y agachándome besé a mi futuro hijito.

-Ya sabes mi móvil. Llámame. Quiero hablar en serio de esto. De nosotros tres e intenta no hacer muchas tonterías. Lo paso mal cuando haces estas cosas.
-Yo lo paso mal siempre.-Se defendió.
-Lo se y lo siento. Ojalá pudiese pasar yo por lo que tu estás pasando. No me importaría.
-Lo se. Pero no es así. Así que no me vengas con sermones. Yo se bien lo que hago. Vete ya. Me tengo que cambiar.

Asentí y me fui.
Zayn se había largado ya. Así que no me quedó más remedio que volver en taxi a casa.
Al llegar me tumbé en la cama y me puse pensar en todo.
Pero lo que mas mella hacía en mí fue el momento en que me dejó besarle el cuello. Y sin darme cuenta me excité.

Llevaba ya un tiempo teniendo sueños calientes con ella. Y me estaba volviendo loco.
Pensé en desquitarme. Fui a la habitación de Zayn y tomé prestada una película porno.
Al principio me dio reparo ponerla, pero cuando comencé a verla mi erección desapareció y me quedé como si estuviese viendo cualquier cosa aburrida.

Continué mirando películas y más películas con el fin de sentir algo, pero nada. Y entonces llegó Zayn.

-¿Niall?
-Hola -saludé.
-¿Qué haces?
-Ver una peli.
-Eso ya lo veo. Pero parece que estés viendo la cosa mas aburrida del mundo. Vaya cara.
-Es que como hace un tiempo que yo no...Bueno, con Nelly la cosa no andaba muy bien. Y luego lo dejamos. Y ahora no hago más que soñar cosas subidas de tono con Irene. He puesto la peli para ver si podría aliviarme yo solo, pero que va. Esto no me pone.

Se tumbó a mi lado y continuamos hablando un poco más. Me contó que le había puesto los cuernos a Liese y después de lamentarnos mutuamente nos quedamos dormidos en mi cama.

Tentación 2 (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora