Capítulo 11: "La foto" (Niall)

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Los nervios invadían mi cuerpo. Llevaba todo el día pensando la manera de decírselo. ¿Cómo se lo iba a contar? Ella me mataría antes de poder darle una explicación contundente. Pero lo peor es que no tenía esa explicación. Estar borracho no le serviría de excusa.
Eran las diez de la noche. No había bajado a cenar. Me daba miedo enfrentarme de nuevo con Zayn, con su mirada acusadora.
Estaba a punto de llamarme. Siempre me llamaba a la misma hora. Un día lo hacía yo y al siguiente ella. Y ese día le tocaba a ella.
El sonido del segundero me estaba desquiciando.
Y por fin sonó la melodía que anunciaba una gran tormenta.

-Hola -saludé.
-¿Hola? ¿Y ese tono?- preguntó.
-Nada... ¿Qué tal?
-¡¡Genial!! Vamos a grabar una canción con Finley. ¡¡No me lo creo!! Mañana los conoceremos y comenzaremos las preparaciones. Y cada vez acude más gente a nuestros conciertos. Es increíble. ¡¡Niall está saliendo todo de ensueño!! Y pronto tocaremos en Londres. Así que nos veremos. Tengo unas ganas de verte ya.- a penas respiraba, estaba tan entusiasmada que las palabras fluían sin tregua de su boca. – ¡Ahh! Por cierto, dentro de dos días salimos en la tele, en un programa de música.
También vamos a grabar nuestro segundo vídeo clip la semana que viene. Uff, estamos a tope con el trabajo. ¡Y me encanta! No me canso. Viviría así toda la vida. Es increíble. Enserio.
-Ah, me alegro. Pero Irene, si vivieses así toda la vida no nos veríamos nunca ¿De verdad te gustaría?
-Bueno, no, claro, en ese sentido no...
-¿Cuándo vas a Londres? En concierto digo.
-Dentro de diez días. ¿Por?
-Es que estoy en España.
-¡¿Cómo?! ¿Desde cuando? ¿Por qué?
-Hace un par de días
-¿Por qué no me lo habías dicho?
-No quería preocuparte.
-¿Preocuparme? ¿Qué ha sucedido?
-Pues, que alguien se enteró de la existencia de Natalie Darcy, y por el momento los de la productora nos han mandado aquí. Para solucionar el asunto. Para que los medios de comunicación no nos agobiaran ni pudiésemos fastidiarla mas -le expliqué.
-Joder. Menudo marrón. Pero al fin sabíamos que pasaría. ¿Louis y Harry como están?-se interesó.
-Bien supongo. Un poco preocupados, pero bueno.
-¿Hasta cuando os quedáis?
-Es indefinido. Podemos marcharnos en cualquier momento o quedarnos bastante. No lo se.
-Entonces... Puede que no coincidamos en Londres ¿No?
-Si, puede ser.
-Puta madre
-Lo siento
-No, nada de eso. Tú te vienes para Londres. Que se queden los demás. Por un día no pasará nada. ¿No?-dijo.
-No se si dejarles ahora. Son mis amigos.
-Y yo tu novia. Y hace muchos meses que no nos vemos. Ellos no se moverán de allí. Yo si. Así que ya sabes. Ya estás sacando un billete de avión.

Al principio me quedé sin saber que decir. Pero enseguida me dejé guiar por lo que sentía y le contesté.

-No es justo. No puedes hablarme así. ¿Sabes? Estoy cansado de fingir que estoy bien. Que me alegro por ti. Que no me importa que estemos separados. No es verdad. Quiero estar contigo. Desde que te fuiste, estoy hecho una mierda. No tengo hambre ni ganas de nada. Así que la que va a coger ese avión eres tú. Para venir aquí.

Me quedé a gusto. Mas que a gusto.

-Creo que por hoy ya hemos hablado suficiente. Hasta mañana cariño.-me despedí y colgué.

A pesar que la llamé insistentemente no atendía ninguna de mis llamadas.
Se había enfadado. Eso pasaba por irme de listo. Por pasarme de la raya con eso de "el nuevo Niall".
Tenía que ir a buscarla. Quizá si me arrastraba me perdonaría.
Poco me iba a imaginar lo que ocurriría dos días después. A media noche, una llamada de recepción me despertó.

-¿Señor Niall?
-Si. Soy yo.
-Aquí abajo hay una chica que pregunta por usted. ¿Le doy el número de su habitación? Tengo órdenes estrictas de no decírselo a nadie, pero la señorita se ha puesto algo violenta y ha insistido en que lo conoce. Por eso necesito su permiso.
-¿Cómo se llama?- pregunté.
-Me ha dicho que le diga que es la tía que le va a partir las piernas hasta que suplique por su existencia, y que se vaya preparando una buena excusa.

Ese vocabulario...solo podía ser ella. Mi Irene. Un momento. ¿Irene estaba allí? ¿Enfadada? No, más que eso. Furiosa.

-Si, si, déjela pasar y déle el número de mi cuarto. Yo me hago cargo-accedí con rapidez.
-Bien

Me puse una camiseta ya que estaba solo en boxers. Y no tardó en llegar y golpear con fuerza la puerta.

-¡¡Niall!! ¡¡Abre la puta puerta ya mismo!!-gritó.

Corrí a hacerle caso y al abrirle, me encontré con una foto impresa en papel. Una foto mía. Con Nelly... ¡La fiesta!

-¿Quién es esta guarra? ¿Qué coño estabas haciendo? ¿El boca a boca? Dime que se estaba muriendo y tú tan bueno y tonto que eres la quisiste ayudar. –espetó.
-Esto...Hola... Yo... ¿Si te digo eso me creerás?-intenté sonreír nervioso.
-No. Es mas aunque así fuera, haberle hecho una traqueotomía y a tomar por culo. O la podías haber dejado morir. Total, una puta groupie más o menos no importa.
-Cielo, cálmate... Yo... Estaba borracho.
-¿Qué mas?

A medida que ella se acercaba a mi, yo iba retrocediendo.

-Y no sabía lo que hacía.
-¿Qué mas?
-No recuerdo nada lo juro.
-¿Y que mas?
-Yo...Yo... no pasó nada más. Harry y Louis me pararon. De verdad.
-¿Así que si no te hubiesen parado me ponías los cuernos hasta el fondo?
-¡¡No!! Solo es una amiga.
-¿Amiga?
-No, conocida.
-¿Conocida?
-Esto... ¿desconocida? –no sabía ya que decir.

Irene era una persona que me intimidaba. Imponía respeto.

-Pequeñín mío... Lo que ha pasado aquí es que esa groupie de mierda te ha intentado manipular. Te emborrachó e hizo lo que quería. ¿No es así? –su cara daba miedo.
-No, no es así. Ella no es una groupie. Es buena chica. Lo que pasó fue un error pero ella no tiene la culpa. Así que no le hagas nada.
-¿Nada? Solo haré se acuerde de mí.

Dio media vuelta y se dirigió al pasillo, pero yo la sujeté por la cintura con fuerza.

-No. He dicho que la dejes en paz. Esto es algo entre los dos. Tú y yo.-me puse firme.

Me acerqué para besarla, pero me pegó.

-¡¡Ehh!!-me quejé.
-¿Piensas que voy a dejar que me beses después de esto? De eso nada. Mira, te voy a dejar las cosas claras. Cuando hablamos por teléfono y me ordenaste que fuese yo quien viniera a verte, me puse contenta. Corroboré que no habías vuelto a ser el mismo blandengue de antes. Y lo que hice fue comprar un billete para venir. Claro está hablé con el mánager y me dio un par de días libres. ¡Retrasaron el encuentro con Finley para que yo pudiese venir! ¿Sabes lo que significa? Y lo hicieron por que nos conocen a los dos. A ti y a mí. Y justo a la mañana siguiente, me meto en un foro y veo esa fotito de mi novio enrollándose con otra. Me dio tanta rabia que quise matarte. Y se me quitaron las ganas de venir. Pero me dije a mi misma, que si no venía no podría quedarme a gusto. Si no aguantas unos meses sin verme y necesitas estar con mujeres, pues me dejas y punto. Pero yo no voy a ser la cornuda. Y con respecto a esa chica, te juro que como la vea...
-No, espera Irene. No quiero dejarte. Yo te quiero. No fue nada. De verdad. No te marches.
-No me voy a marchar. Me quedo hasta mañana.

Respiré aliviado. Si no se marchaba quería decir que no estaba tan enfadada. Intenté besarla otra vez, pero ya podéis imaginar lo que pasó. Si, otra torta.

-Te quiero ver a cien metros de mi boca. Yo me quedo para disfrutar de la playa ya que estoy aquí. Ah, y esta noche duermes en el suelo. Por que obviamente yo me quedo en la cama. ¿Te parece bien?

Tentación 2 (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora