Tentación 2 (Larry Stylinson)

Capítulo 28: " Tormenta" (Niall)

Cuando entré en el piso me fijé en que estaba todo muy ordenado.

-Siéntate.-me ofreció Nelly señalándome el sofá.

Fui y me senté.

-Pensé que este piso no lo utilizabais mucho. Pero veo que esta lleno de cosas. Sobretodo tuyas.- observé.
-Mis padres solo lo utilizan para las visitas, pero yo si que vengo a menudo. Así puedo estar a mis anchas. Aquí también tengo un cuarto. Y ahora que ya tengo dieciocho años he pensado en vivir aquí sola.
-¿A si?
-Si.-contestó- ¿Quieres algo para beber?
-Si, una coca cola.-pedí.
-¿No quieres cerveza?
-No gracias -no me quería arriesgar de nuevo a que pasara nada mas.
-Ok.

En ese momento sonó el timbre.

-¿Has invitado a alguien mas?-pregunté.
-No. Es del restaurante japonés. He encargado sushi. ¿Te gusta?
-¿Qué si me gusta? ¡Me encanta!
-¿De verdad? ¡A mi también! ¡Que coincidencia!

A los cinco minutos teníamos ya la comida en la mesa.

-¿No prefieres que cenemos en el sofá? Así de mientras vemos el anime. ¿Qué te parece?-propuso.
-Genial.

Nos sentamos el uno al lado del otro y comenzamos a verlo mientras comíamos.
Lo estaba pasando genial. Teníamos tantas cosas en común. Nos reíamos mucho juntos y siempre teníamos tema de conversación. Y hasta los mismos gustos en comida teníamos.
A Irene el Sushi no le gustaba nada. Una vez la llevé a un restaurante japonés y casi vomita al probarlo. Al final no comió nada.

Las horas pasaban de forma increíblemente rápidas. Nelly no paraba de reír. Era una chica muy alegre. Me sentía bien a su lado. Todo parecía perfecto. Fácil.
Sobre las doce y media terminó el anime. Constaba solo de 4 capítulos de media hora cada uno.

-A estado genial. Me ha encantado.- dije.
-Si, es mejor de lo que esperaba.-admitió.
-¿Te quedas un rato mas? Digo, así te enseño mis manga.-me propuso.
-Vale. –acepté.
-Perfecto. Espérame aquí, pongo el canal de música de mientras. Ahora vuelvo. –salió del comedor.

Me quedé mirando la tele. Sonaba una canción de Justin Bieber. El nuevo tema.
No estaba mal, pero no me llamó la atención. Miré alrededor observando cada detalle de aquella estancia.
Pero de pronto una canción comenzó a sonar. Una que si llamó mi atención. No por nada en especial, si no por que estaba en italiano. Miré la pantalla, en concreto al recuadro donde ponía el nombre del grupo.
Mi cuerpo se estremeció. Como un mal presentimiento. Algo raro.
"Finley" ponía. ¿Finley? Esos eran con lo que Irene había gravado. Es mas, con los que había quedado esa misma noche.
Observé detenidamente a cada uno de ellos. ¿Quién sería Pedro? ¿El batería? ¿El bajo? ¿El guitarra? ¿El cantante?
Solo con mirarlos me empezaron a caer mal. ¿O eran celos? ¿Celos? ¿De que? No tenía por que preocuparme. Irene me quería a mi. Jamás me sería infiel ¿no?

No pude aguantar y marqué su número en el móvil. Seguro que ya estaba en casa. Seguro que no tenía por que preocuparme.
Pero el nombre de Pedro recorría mi mente una y otra vez.

-¿Ciao?-contestaron al otro lado.
-¿Ciao? Nada de ciao. ¿Dónde está mi novia? ¡Ese es el teléfono de mi novia! ¡Pásamela!-me alteré.
-Non capisco a voi.-balbucearon.
-¡Quiero hablar con Irene!
-Ahhhh. Irene. È nel bagno.
-¿Cómo?-seguía sin entender.
-Presto telefonerà a voi.

Era como intentar hablar con un perro. No me enteraba de nada. Y me colgó.
¿Quién había respondido? ¿Era Pedro? ¿Por qué tenía el teléfono de ella? ¿Dónde estaban?

-¿Hablando con tu novia?- interrumpió mis pensamientos Nelly.
-Si. No. Bueno intentándolo.
-¿Habéis discutido?
-No, pero lo haremos. Un tío raro me ha respondido con su teléfono.
-Uhhh. ¿Te pone los cuernos?
-¡No! No es eso. Es un amigo. Esta noche quedaba con unos amigos.

-¿Qué dices? ¿Y la has dejado?
-Claro.
-Eres demasiado bueno Niall. Ella no tendría que haber ido con unos chicos sola. Tiene novio. No puede ir sola con chicos.
-Bueno, no es así. Yo tengo novia y estoy aquí contigo.
-No es lo mismo. Nosotros hemos venido a ver animes y mangas. Es algo inofensivo, de amigos. Pero ella ha ido de fiesta con ellos ¿no? Es un poco sueltecita. Yo si tuviese novio jamás iría con otros chicos. Es lo mas sensato. 

Empecé a darle vueltas. Era cierto. Había ido de fiesta con otros chicos. Con uno en particular que parecía caerle muy bien. Demasiado bien. Y yo me había quedado en casa viendo la tele. No era lo mismo.
Justo en ese momento mi móvil sonó.
Descolgué. Era ella.

-¿Dónde estás?-inquirí seriamente.
-¿Cómo que dónde estoy? Acabamos de salir de cenar. Ahora vamos a una discoteca. ¿Querías algo? Pedro me ha dicho que habías llamado.
-¿Pedro? ¿Por que Pedro ha contestado el teléfono? ¿Eh? ¿Eh?
-Niall, no se que mosca te ha picado. Estaba en el baño y al sonar ha contestado. Solo eso.
-Vuelve a casa ahora mismo.
-No, Niall. Te acabo de decir que vamos a una discoteca.
-¡Y yo te digo que vuelvas ya!- le grité.
-Vete a la mierda. –espetó y me colgó.

¿Qué se suponía que debía hacer? Estaba confuso, nervioso y enfadado.

-¿Qué pasa? ¿Qué te ha dicho?-se interesó Nelly.
-Que me vaya a la mierda.
-La verdad no se como se lo permites.
-...
-Yo soy tú y cuando la vea le dejo las cosas claras. Una pareja consta de dos. Y si una trata mal a la otra o no le hace caso, la cosa no funciona.
-Pero bueno ella siempre ha tenido un carácter fuerte.
-Y tú muy blandito.
-Si, aunque he intentado cambiar. Ella me pidió que cambiase. Que el que yo fuese tan...tan...simple no le gustaba.
-¿Ella te dijo eso?
-Mas o menos.
-Si le gustas le tienes que gustar tal como eres. Eso de pedirle a una persona que cambie es cruel.
-Puede

Todo lo que me estaba diciendo calaba en mi interior. Ahora, las cosas vistas desde su punto de vista tenían mucha lógica.
Eso era. Yo a Irene no le gustaba. No lo suficiente. Me tendría que querer por lo que era. No intentar cambiarme. Y mandarme siempre.

-Mejor me marcho, ya hablaremos Nelly, gracias por todo.- me despedí.

Cuando llegué a casa no me dormí. Me quedé despierto toda la noche hasta que a las siete de la mañana Irene llegó a casa.
Se avecinaba una tormenta.