Tentación 2 (Larry Stylinson)

Capítulo 70: "Igual que siempre" (Harry)

Me despertó el frío. Tenía los pies congelados.
Louis se había enroscado en las mantas y yo me hallaba completamente destapado.
Me levanté para ir al baño. Miré el reloj. Era pronto, las cuatro de la mañana.
Al salir del cuarto de baño pasé por la habitación de Darcy. Quería asegurarme que estaba bien tapada. Que no cogía frío ella también.
Estaba dormidita y tapada. Le pasé la mano por la mejilla y se movió un poquito pero no se despertó.
Volví corriendo a la cama y comencé a tirar de las mantas. Pero Louis a pesar de lo delgadito y bajito que es, no veas que fuerza.
Desistí cuando casi me caigo al suelo. Bufé algo enfadado. Quería dormir y tenía frío.
Miré por el armario alguna manta más pero no había.
¿Qué hacía? Se me ocurrió ir al cuarto de Niall. Cuando entré, me encontré a Zayn y a él durmiendo juntos. Me hizo gracia y me reí.
Eso quería decir que la cama de Zayn estaba libre. Corrí y me metí en ella. Me tapé entero y conseguí conciliar el sueño.
Por la mañana me desperté el primero.
Escuché el móvil de Louis sonar. Se lo había dejado en el comedor. Al mirar la pantalla me extrañé. Era Irene.

-¿Si?-pregunté.
-¿Harry?
-Si. ¿Irene?
-Parecemos tontos.
-Si –reí- ¿Querías hablar con Louis no?
-Si. Bueno, realmente me es igual. Tú también me sirves. Aunque quería decirle que es un capullo. Que ya le vale por la encerrona. Que no me olvido.
-Ah.
-En fin -suspiró.- Quería proponeros algo.
-Dime.
-Es que tengo ganas de ver a Darcy, con la tontería aun no la he visto. Quiero mucho a esa niña. Y pensé que a lo mejor algún día me la podéis traer para estar un ratito con ella.
-Claro. Cuando quieras. Seguro que se pone muy contenta mi niña.- manifesté.
-Si seguro que ni se acuerda de mí.
-Hombre es pequeña, pero te quiere mucho ¿Tú que tal con lo tuyo?
-Lo mío, pues cada vez mas gorda. Mi barriga crece muy rápido. Y no me deja tranquila. Es una putada esto de ser madre eh. Para vosotros que no habéis tenido que parir tiene que ser un lujo. Ahora entiendo un poco a la madre de Darcy. Con respecto al dolor digo. No a abandonarla.
-Si la verdad yo no me pondría en vuestro lugar ni aunque me pagaran.- admití.
-Gracias. Que gran consuelo.
-Lo siento. Y no vas a darle ninguna oportunidad a Niall ¿no?
-No.
-Pero él te quiere.
-Y yo quiero a Pedro.-afirmó muy convencida.
-Y yo quiero a Zayn, y no por eso quiere decir que esté enamorado de él. Hay muchas maneras de querer Irene.
-No me vengas con esas. No quiero hablar de ello.
-De acuerdo. ¿Te va bien esta tarde? Sobre las cuatro te la llevo.
-Perfecto.
-Dime donde.

Anoté su dirección.
Al medio día le comenté a Louis a solas lo que me había pedido Irene.

-Vale. Me parece bien. Pero yo no puedo ir. He quedado que iría a ver a mi madre. Me ha pedido que vaya. Quiere hablar conmigo. No me apetece pero...
-Yo me encargo entonces. Yo la llevo y la recojo.
-Vale.

Miró a ambos lados. Estábamos solos en el cuarto de la niña. Se acercó y me besó.

-Esta noche -propuse.
-No podemos aquí. Nos escucharían.
-Eso le da más morbo al asunto. Puede ser divertido.
-Harry, te oirían en seguida. No eres muy silencioso que digamos.
-Ya –reí.


A las cuatro me presenté en casa de Irene.
Vivía en un piso bastante céntrico y caro. El ascensor y la entrada parecían de un hotel de 5 estrellas. Y tenían un portero de esos de película.

-¿A que piso viene?-me preguntó el hombre.

Dejé a la peque en el suelo y me acerqué al mostrador.

-Al de Irene y Pedro.
-¿Su nombre?
-Harry.
-Ajá. Bien. Puede subir.

Y de pronto se escuchó un ruido tremendo. Algo se había roto. Me giré y Darcy se hallaba en el suelo entre trozos de cristales y tierra de un jarrón que acababa de romper.

-¡Natalie Darcy!-exclamé.

Mi hija se puso a llorar desesperada y yo corrí a levantarla para que no se cortase.
El hombre comenzó a recoger todo y nos miró algo molesto.

-Hay que vigilar a lo niños. No se puede ir por la vida dejándolos solos.
-Perdone -me disculpé.- Me he girado un momento para hablar con usted y...
-Y nada. Mire lo que ha liado.
-Bueno, creo yo que lo importante es la niña ¿no? Que no se haya hecho daño.- ahora el molesto era yo.

Me giré y me metí en el ascensor con Darcy llorando.
Al llegar al piso Irene ya estaba en la puerta esperando.

-¿Qué ha pasado? La he escuchado llorar.
-Se la reconoce por el lloro.- meneé la cabeza y sonreí.- Que ha hecho de las suyas. Ha roto un adorno de la portería.
-Hay que ver ¿Pero está bien mi niña?- estiró las manos hacia ella y la niña se abrazó de ella.

-Ienee –lloró- pupa

Irene se emocionó y la abrazó fuerte.

-¡Está grandísima!
-Bueno, tanto como eso. Muy alta no es que digamos.
-Es como el padre. Digo, como el otro padre.
-Si.
-Bueno, pasa.-me ofreció.
-Vale. –entré detrás de ellas.

Una vez en el salón Darcy se calmó y comenzó a tocar la barriga de Irene, sorprendida.

-Voy a tener un bebé. Como tú. Un amiguito para que juegues.

La niña la miraba embelesada. No creo que entendiese mucho.

-¿Quieres una galleta Natalie?-le preguntó.
-Aetaaa.
-Bien, ahora vuelvo. Voy a la cocina.- me dijo. -¿Quieres un café o algo?
-Un café con leche por favor.

Cuando se fue comencé a observar todo. Era un piso bastante lujoso. No tenían muchas cosas aun. Fotos habían dos o tres solo. Y estaba todo como en mudanza. Con cajas por el suelo.

-¿Os vais a mudar?-pregunté.

Darcy se había puesto a jugar con una muñeca que había traído.

-No. Al contrario. Nos estamos instalando. –dijo en voz mas alta desde la cocina.
-¿Instalando? ¿Os quedáis a vivir aquí? ¿Definitivamente?
-No, no es eso. Solo de momento. Ahora Pedro se ha tenido que ir a Italia esta mañana. Tiene que hacer algunos conciertos por allí y luego van a tomarse un descanso. Pedro ha pensado en un año sabático para el grupo -volvía con el café y galletas para mi niña.
-¿Y eso?
-Quiere estar conmigo y el bebé. Hasta que nazca nos quedaremos aquí. Ya que mi hermana está aquí también, pues nos quedamos. Pero luego...-se sentó.

Darcy se puso de pie y corrió a por una galletita.

-¿Luego?
-Lo mas seguro es que iremos a vivir a Italia. A Milán. De allí es él. Y a mi me gusta mas Italia que Inglaterra
-¿Qué dices? ¿Y tu grupo? ¿Vas a dejarlo?
-Ahí esté el problema. No quiero, pero tener a mi hijo va a suponer un cambio en mi vida. Quizá tenga que priorizar las cosas.
-¿Y Niall?
-¿Niall?
-Irene, es su hijo.

Suspiró.

-Y te he dicho que nada es definitivo. Son solo ideas. No hablemos de esto quieres. Por favor. Quiero disfrutar de tu hija. –cambió de tema.
-Vale -acepté- ¿Dónde está el baño?
-Por allí.- señaló.

Me levanté y fui hacia allí. Cerré la puerta pero no puse el pestillo. ¿Para qué? Solo estábamos Irene la peque y yo ¿no?
Pues no. Mientras estaba meando alguien abrió la puerta y dijo:

-Hacia tiempo que no te la veía. Veo que todo sigue igual que siempre.