Tentación 2 (Larry Stylinson)

Capítulo 9: "Tiene que ser mía" (Zayn)

Salí de la habitación muy cabreado. Quizá me había pasado. Le había pegado a Niall ¿De verdad era por defender a Irene? ¿O me había descargado con él?
Desde que me enteré que Cris no estaba en España me puse mal. Raro.
Me daba rabia no poder verla. Quería verla. Habíamos perdido el contacto y eso me preocupaba. ¿Cómo nos veríamos de nuevo?
Entré en mi cuarto y me puse una gorra para "camuflarme" un poco.
Luego, bajé al bar del hotel. Me senté en una butaca y pedí una cerveza con limón.
Tenía que relajarme. Lo que necesitaba era un polvo. Eso mismo. Necesitaba desahogarme.
De golpe entraron un grupo de chicas. De las inglesas.
Se sentaron en una mesa que estaba dos por delante de la mía y comenzaron a hablar. Bueno, a cotorrear. ¿No se daban cuenta que hablaban muy alto?
Lo que me faltaba. Unas crías que me darían más dolor de cabeza.
Pero entre ellas, vi de nuevo a la chica que había llamado mi atención el día anterior.
La de pelo corto.
Fui hacia la barra, le pedí al camarero un papel y un bolígrafo y escribí una nota.

"ME TIENES LOCO"

Acto seguido, le dije al camarero que me cobrase a mi lo que estaban tomando todas las chicas de aquella mesa y le pedí que le llevase esa nota a la chica de pelo corto. También dejé claro que no le dijese ni quien era ni en que habitación me hospedaba.
Salí de allí y me fui a pasear.
Ya tenía entretenimiento mientras estuviésemos allí. Seduciría a aquella chica.

Por la tarde, volví al bar y le pregunté al camarero si le había dado la nota. Este asintió divertido.

-Tendría que haber visto la vergüenza que pasó la niña. Se puso roja. Todas las amigas comenzaron a bromear con lo ocurrido. Le decían que un viejo verde se la quería ligar. –me contó.
-¿Viejo verde? Joder. Creo que todavía se me puede considerar joven. ¿No?-me quejé.
-¿Le gusta la niña? –Preguntó mientras reía
-¿Niña? ¿Qué edad tiene? No quiero meterme en un lío -comenté.
-Bueno, digo niña por que para mi lo es. Yo tengo cincuenta años. Pero para usted no lo es tanto. Le pongo unos dieciséis años.
-Dieciséis... Hombre... Nos llevamos cinco años entonces...
-Ándese con cuidado. Más que nada por que como los profesores le pillen le denuncian.
-No creo que me pillen. Una pregunta más. ¿Es guapa? Digo de cara.
-¿Guapa? Es preciosa. Es una chica preciosa. Tiene unos ojazos.
-¿Si?
-Así es. ¿Qué no la ha visto?
-No.
-¿Entonces como le gusta?
-No se. Es algo especial.
-A su edad todo es especial. Que suerte. Aproveche.
-Gracias por todo. –dije.
-De nada.
-¿Cómo se llama usted?-me interesé.
-Me llaman Pet.
-Pues muchas gracias Pet.
-No hay de que. En serio.
-A mi llámeme Zayn. Y no me trate de usted. No me gusta.
-Como prefieras, Zayn.

Por la noche, cené con todos en un restaurante cerca de allí.

-Ei Liam ¿Qué te sucede? Ya no voy a esquivar el tema. Estás mal.-comencé.

Ninguno de los cuatro nos atrevíamos a preguntar, pero ya era hora que uno se atreviese.

-Nada
-Vamos. Liam. No me jodas.
-He dicho que no me pasa nada. Métete en tus asuntos.

Cualquiera de los otros se quedarían callados ante esa respuesta. Pero yo no pensaba rendirme.

-Mira, háblame como quieras. Como si quieres ladrarme, pero se que algo te pasa. Somos tus amigos. Puedes contar con nosotros. Nos tienes preocupados. Así que o lo sueltas ahora mismo o me voy a poner muy pesado con el tema hasta que hables.-le dejé claro.
-Son problemas míos.
-¿Qué sucede?
-¿Si os lo digo me dejaréis en paz?
-Si.
-Vale. Con Sophia estamos pasando una mala racha. Nos hemos dado un tiempo. Hasta que yo vuelva y hablemos. ¿Contentos?
-Joder, lo siento tío.
-No os metáis más. He venido aquí para pensar y relajarme. Así que dejadme tranquilo.

Se levantó de la mesa y se marchó.

Me quedé un poco rayado. Ahora sabía lo que le sucedía y me preocupaba aun más. El amor al fin y al cavo provocaba más dolor que felicidad en algunos casos. Era una mierda.
De camino al hotel, volví a ver al mismo grupo de chicas. "Mi chica" llevaba puesta una camiseta de tirantes blanca y una minifalda rosa.
Entraron justo antes que nosotros y fueron directas al bar.
Yo me despedí de los chicos que se iban a sus cuartos ya, y las seguí a ellas al bar.
Me senté en la barra, de espaldas a ellas y Pet vino hacia mí.

-Hola Zayn. De nuevo detrás de tu chica por lo que veo.
-Si. De nuevo. –esbocé una sonrisa. -¿Por casualidad no sabrás cuando se marcha no?
-A ver, los viajes escolares suelen pasar aquí una semana. Y ella llegó un día antes que tú. Así que calcula.
-Me quedan pocos días para conquistarla.
-Si, pero seguro que lo consigues. –me animó.
-Eso espero.
-Un momento, que me llaman para que atienda.- me dijo mirando tras de mi.

A los cinco minutos volvió y me susurró;

-Eran ellas. Me han pedido unos cubatas.
-¿Qué ha pedido ella?
-Un 43 con red bull.
-Bien, pues pónselo. Yo la invito.
-Y habrá notita imagino.
-Imaginas bien.

Sacó papel y boli de nuevo y me lo pasó.

"ESA FALDA TE SIENTA MAS QUE BIEN... ¿QUÉ TIENES CALOR? A VER SI CON ESTE CUBATA TE ENTRA AUN MAS CALOR Y....
DISFRUTA PRECIOSA. "

Pet se lo llevó y yo, me quedé de espadas para que no me viese la cara. Como había más hombres en la barra no sabría quién se la había mandado.
Pude escuchar con claridad como estallaron en risas sus amigas.

Pet no se acercó a mí para no delatarme, pero el espectáculo terminó pronto, ya que las profesoras llegaron y las mandaron a todas a las habitaciones.
Después de eso, me dirigí a recepción para averiguar en que habitación estaba ella. Pero no me lo quisieron decir. Además no sabía su nombre ni nada. Tenía que averiguar como se llamaba.
Volví a bar y le pregunté Pet.

-No lo se. Pero yo intentaré enterarme. ¿Vale?
-Gracias. Buenas noches.
-Buenas noches.

Esa noche soñé con la chica sin cara y sin nombre.
A penas me quedaba tiempo para conquistarla.
Pero fuese como fuese, ella tenía que ser mía.