Capítulo 22: "Pedro" (Niall)

104 6 0
                                    


Estaba a punto de dormirme cuando escuché a Harry gritar. ¿A quién le gritaba?

-Mierda, la niña.- dijo Irene levantándose a toda prisa.
-¿Qué?- estaba algo aturdido.

Salió del cuarto corriendo y yo la seguí. Al entrar al cuarto de Darcy encontramos a Harry sentado en el suelo con la cabeza apoyada en las rodillas y a la pequeña llorando.
Mi chica la cogió y comenzó a mecerla y cantarle para tranquilizarla.

-¿Qué ha pasado Harry?-le pregunté.
-Yo...lo siento...Yo... –se levantó acercándose a su hija.

Pero cuando ella le agarró un dedo con las manitas este salió corriendo.
Irene me miró extrañada.

-Yo voy con él, quédate con la peque.-le pedí.
-Claro.

Harry se había encerrado en su cuarto.


-Harry, ¿quieres que hablemos?
-¡No!-gritó.
-Creo que lo necesitas.
-¡No!

Y no salió.
Natalie Darcy se durmió y nosotros volvimos a la cama.

-No se que le pasa a Harry. Jamás le había gritado así a Natalie -comenté.
-Hombre, es lógico. Echará de menos a Louis. Con él todo era mas sencillo. ¿No? Es Louis quien sabe manejar a Natalie. Y a parte, tú ya sabes lo que es no poder estar con la persona que quieres.
-Pero se ven cada día, no es como nosotros. Además, ya debería estar acostumbrado a ser papá. Ya hace diez meses que nació. No entiendo por que reacciona así.
-Pues porque no lo ha terminado de aceptar todavía. Piensa que la han tenido muy pronto. Joder, que tienen veintiún años. Y encima la carrera de la música no es la mejor para combinar con una paternidad.
-Pues a mi no me importaría. Es mas, sabes que a mi me gustaría que tuviésemos uno.
-Pues a mi si me importaría. Para nada querría ser mamá ahora.- se sinceró Irene.
-Pues no lo entiendo.
-Niall, un niño necesita estabilidad. Y hoy por hoy no se lo podemos dar. Como Louis y Harry tampoco a Natalie. Esa niña no va a tener una infancia normal. ¿Entiendes? Además, un hijo ahora significaría el final de mi carrera. Como quien dice acabo de comenzar y se iría todo al traste. Creo que tenemos tiempo para ello. Además, tu tampoco estas preparado.
-No estoy de acuerdo.
-Ya, pero como soy yo la que tiene que pasar por el embarazo, soy yo la que decide. Y es un no. No se cuantas veces te lo he dicho. Si tantas ganas tienes, ahora que estás viviendo aquí aprovecha y encárgate de Darcy. Así les ayudarás.

Farfulle un poco. Pero no me quedaba otra que acatar. Me di la vuelta y me dispuse para dormir.

-Niall, que no quiera tener bebés no quiere decir que no me apetezca ensayar para hacerlos –me murmuró al oído.

No me moví.

-No tengo ganas
-Va....Niall –pasó sus manos bajo mi camiseta que utilizaba de pijama y comenzó a acariciar mi torso. –Venga, quiero que me....
-Shhhh. No digas guarradas. No seas como Marc -me adelanté.
-¿Qué no diga que?-continuó con una voz dulce mientras bajaba su mano hacia mis boxers.
-No. Enserio, no me apetece.-repetí.

Pero era demasiado tarde. Comenzó a acariciar mi zona débil y entonces ya si quise.
Por la mañana, me levanté y ella ya no estaba. Estaba en el comedor desayunando.

-Buenos días.- le saludé.
-Hola Niall 
-¿A que hora te has levantado?
-A las ocho y media.
-Pero ¿por qué tan temprano?
-No soy de dormir mucho. Siento que no aprovecho el día.-esbozó una sonrisa.
-¿Y Darcy?
-Con Harry.
-¿Con Harry?
-Si, acaba de entrar al cuarto de la niña.

Me quedé pensativo. Quería saber que hacía Harry, así que me encaminé a su encuentro.

-Nialler, déjale tranquilo.
-No le diré nada. Solo voy a mirar.
-Cotilla.-me amonestó.
-Vale. –le saqué la lengua.

De puntillas me acerqué a la puerta que estaba entreabierta y me quedé escuchando.
Harry la sostenía en brazos y le acariciaba la carita.

-Cielo, perdón por lo de anoche. Yo...papi se enfadó, pero tu no tienes la culpa ¿Me perdonas?

Tenía la mirada muy triste. Me hundía verle así.

-Ya se que echas de menos al papi Louis, yo también. Pero los dos tenemos que ser valientes. ¿Si?

La abrazó y le dio un beso.
Ya había cotilleado demasiado. Regresé al comedor y me preparé el desayuno.

-Bueno, ayer no te conté nada porque hubo lío. Pero al final grabé una canción con los de Finley.-me comenzó a explicar Irene.
-¿A sí?
-Si. Fue genial. Un sueño. Son muy simpáticos. Durante los tres días que estuvimos con la grabación quedamos y salimos por ahí y lo pasamos muy bien. Me han dicho que quieren que vayamos a uno de sus conciertos a cantar esa canción con ellos.

En ese momento mi móvil vibró. Un mensaje de Nelly. Mientras Irene hablaba yo leí el mensaje.

"¡HOLA NIALL! ¿QUEDAMOS? HE CONSEGUIDO EL ANIME QUE TANTO BUSCABAS.¿LO VEMOS JUNTOS?"

No lo podía creer. Esa chica era genial. ¿Cómo lo había conseguido?

-Niall...¡Niall!- me llamó Irene.
-¿Qué?
-¿Me estás escuchando?
-Si, si. Claro. –mentí.

Me puse a responder el mensaje.

"MMM...LUEGO TE LLAMO Y TE DIGO COMO QUEDAMOS"

De fondo escuchaba palabras sueltas de mi novia.

"Italia....concierto...Pedro... genial... Divertido...Pedro...Roma.... Pedro...Pedro... Pedro..."

¿Pedro? Cuantas veces había dicho esa palabra. Volví en mi.

- Pues eso, vienen un par de días aquí. Mañana llegan. He quedado que iríamos los dos juntos. A Pedro le he hablado de ti. Quiere conocerte. Así que iremos a cenar con ellos. ¿Vale?
-¿Cenar? ¿Con quién?
-Joder Shin, con los chicos de Finley. Ya verás, son muy majos, sobre todo Pedro. Es un cachondo. Y Ste, Ka y Dani también son muy simpáticos.
-¿Cachondo? –no me hacía gracia.
-Me refiero que es muy simpático. Y cariñoso. Ya verás. Es que los italianos.
-¿Los italianos?

¿Qué me había estado explicando? Algo de un concierto. Y de Pedro ¿Qué tenía con ese tal Pedro? ¿Debía preocuparme?

Tentación 2 (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora