A la mañana siguiente estoy hecha un desastre. Es mi primer día en la revista y el remordimiento está matándome. ¿En qué estaba pensando anoche? Yo no suelo beber tanto, de hecho, no bebo prácticamente nada porque mi nivel de tolerancia hacia la resaca es nulo. Siento entumidas partes que no sabía podían entumirse y lo único que quiero es dormir hasta que mi cabeza deje de doler.
El edificio de GlamGun Magazine es gigantesco. veintiún pisos de puro glamour. Las paredes exteriores están cubiertas de vidrio templado oscuro, a ambos lados de la estructura descansan dos palmeras tan altas que podrían tocar las nubes y la entrada principal es tan estrecha, como imagino, sería el sendero al cielo y a la vez tan amplía como la puerta del infierno. Entro al ascensor y presiono el botón numero 18. De allí hasta el veintiuno es el área de edición. Salgo del pequeño espacio más mareada de lo que estaba. Una mujer espera por mi frente al escritorio de las recepcionistas. Mide unos cinco centímetros más que yo y lleva el cabello castaño peinado en una elaborada moña alta. Su traje es de un gris claro y su maquillaje perfecto.
- ¿Amelia? - Pregunta.
- Si, señora. - Respondo. Siento que estoy hablando con mi madre.
- Bienvenida a GlamGun Magazine.
Sonrío y la sigo a través de un largo pasillo.
- La directora Escalada está ansiosa por conocerla, encontró sus artículos sobre participación juvenil y el papel de la mujer en el nuevo milenio, bastante interesantes.
- ¿De verdad? - Me acerco a ella y pregunto animada con los puños juntos sobre el pecho con expresión esperanzada. Ella me mira de reojo.
- Así es. - Responde.
Damos la vuelta a la izquierda y entramos en un corredor iluminado y lleno de oficinas. En el interior de algunas de ellas hay afiches, pizarras, enormes tablas con estadísticas y hombres y mujeres moviéndose de un lado al otro. Pasan cerca a nosotras mensajeros con toda clase de paquetes, informes o simples tazas de café. Nadie está quieto más de cinco segundos. Al final del pasillo hay una puerta de vidrio. No logro ver que hay más allá. Mi guía se detiene y yo la imito.
- Como sabrás, este es el ala de edición, aquí es donde pasarás la mayor parte de tu tiempo durante tu pasantia en la revista. Detrás de esta puerta encontrarás a la persona encargada de explicarte tus funciones. Tu oficina también se encuentra allí. La directora se reunirá contigo más tarde.
La mujer empuja suavemente una de las puertas.
- Muchas gracias.
- No hay de que.
Atravieso la puerta.
- Tú debes ser Amelia.
Busco la voz. Otra mujer está parada tras de mi. Esta es mucho más guapa que la primera. Su cabello es negro azabache, como la noche y sus ojos son de un verde casi grisáceo. Tiene unas piernas infinitas, desearía que a mi me quedaran los pantalones así de bien. Sostiene una taza de café con la mano izquierda y con el francés que luce en las uñas de su mano derecha golpea el escritorio.
- Mi nombre es Laura Torres y soy la editora en jefe de GlamGun.
El empleo soñado. Me apresuro a extenderle mi mano.
- Yo soy Amelia. Pero puede llamarme Mia. Es un verdadero placer.
Laura aprieta firmemente mi mano y me sonríe.
- Bienvenida. ¿Estás emocionada? - Pregunta mientras se sienta tras su escritorio y me invita a ocupar el asiento frente a ella. Me siento poniendo especial cuidado para no arrugar la falda que llevo.
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Guía práctica para enamorar a un YouTuber. (Alex Puértolas fanfic)
FanfictionEs imposible desear algo si ya se posee todo. El futuro de Amelia parece estar asegurado cuando la oportunidad de escribir para una importante revista de moda la lleva a mudarse a Madrid. La vida en un nuevo país es prometedora y el cielo es el limi...