Capítulo 9

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Mi trabajo en Barcelona termina. A pesar de que amo las marchas, las fiestas y las ruedas de prensa, estoy feliz de tener algo de tiempo para el ocio. Luego del almuerzo, Álex reitera su invitación a la playa y yo acepto enseguida.
Hay una cerca de nuestro hotel, así que vamos a esa.

Llevamos comida y una manta, la cual extendemos a la orilla del mar. Álex se ríe, al principio suavemente, luego a carcajadas.

- ¿Qué es tan gracioso? - Pregunto.

- El megalodon. - Responde. - Recordé que le temes a un pez extinto.

Sonrío. Me sorprende que recuerde esa clase de cosas.

- Bueno, me reconforta el pensar que si esto fuese una película de terror y el tiburón fuese el asesino, tu morirías primero.

- ¿Por qué sería yo el primero en morir? - Pregunta, divertido.

- Los más atractivos mueren primero. Es ley. - Respondo, deshaciéndome de la camisa de cuadros que llevo puesta y dejando ver mi bikini blanco.

- En ese caso, tú morirías primero. - Dice Álex.

Me sonrojo debido a su comentario.

El clima es perfecto, el sol está en lo alto y el mar está en calma. Nos recostamos bajo el sol mientras tomamos unos refrescos.

- Siento que han han pasado siglos desde la última vez que vi el mar de cerca. - Comento.

- ¿Realmente le temes? - Pregunta Álex.

Niego con la cabeza.

- Me encanta. Es solo que la última vez que lo visité terminé perdiendo a alguien muy importante para mí.

Álex se levanta rápidamente, el repentino movimiento me asusta. El chico luce preocupado.

- No me digas que... Realmente... Un tiburón se tragó a tu hermana. - Dice.

Me río.

- ¡Ni siquiera tengo hermanas! Hablaba de mi ex novio.

Me siento a su lado. Álex se tranquiliza pero me es imposible leer su expresión.

Me pregunto si es correcto contarle sobre él. Anoche, estando acostados tan cerca, nos habíamos confesado el uno al otro nuestros sentimientos. No estoy segura de que él hablara en serio, pero yo sí lo hice. Y lo dije porque Álex realmente me gusta. Me gusta la manera en que me mira, la forma en que se ríe, sus comentarios tontos y los momentos en que habla en serio. Me gusta que sea creativo y que se atreva a probar cosas nuevas, me gusta su entusiasmo y me gusta que sea capaz de contagiarmelo. Disfruto cada segundo que estoy junto a él y no me arrepiento de haberselo dicho. Pero hablar de relaciones pasadas ya es otro nivel.

- ¿Qué sucedió con él?

Trago saliva.

- De todo y nada a la vez. Nos conocimos durante el segundo año de la universidad, él estudiaba economía. Una amiga me lo presentó en una fiesta y nos llevamos bien enseguida. Estuvimos saliendo durante tres años y todo iba muy bien. Su nombre es Daniel...

Hago una pausa. Es la primera vez que hablo de esto con alguien. Todo el mundo sabe que rompimos pero nadie sabe realmente porqué. Ni Miranda conoce los detalles.
Este momento catártico hace que me sienta extraña.

- Mentiría si dijera que alguna vez me hizo algo malo, él era bastante bueno conmigo. Teníamos muchas cosas en común y mi madre lo adoraba. - Sonrío al evocar los recuerdos. - Pero un día, de la la nada, sentí que mi relación con él no era lo que yo quería. Dani tenía su futuro planeado, se graduaría con honores y comenzaría a trabajar en la empresa de su familia. Lo sabía desde que era un niño. Sería vice presidente antes de tener treinta, compraría una linda casa en algún suburbio y criaría dos lindos niños junto a su esposa. Todo perfectamente calculado, todo tan... Seguro. No veía de qué manera encajaba yo en ese plan. Porque yo no quería nada de eso. Siempre supe que quería ser periodista, pero no tenía un proyecto a diez años como el suyo. Yo quería explorar, conocer, planear sobre la marcha y ver como resultaban las cosas, Yo... Solo decido que pantalones usaré cuando faltan cinco minutos para salir. ¿Entiendes? Él me incluyo en la imagen de su vida sin saber si yo quería que lo hiciera.

Guía práctica para enamorar a un YouTuber. (Alex Puértolas fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora