Capítulo 15

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Si te fijas detenidamente, vistas desde lo lejos, las luces de las calles y las casas parecen formar figuras sobre el lienzo oscuro de la noche. 

Siguiendo con mi mirada cada punto brillante puedo crear, de la nada, miles de cosas que no están allí. Contemplarlas en silencio me hace sentir en calma, olvido todo el drama aunque sea por un segundo.

- A mi madre le encantaría este lugar. - Digo, distraída.

Álex se apoya en sus codos sobre la manta para poder observarme mejor.

- Te diría que podríamos traerla, pero no estoy seguro de querer que compartas este lugar con alguien mas.

Lo miro frunciendo el ceño.

- Es mi madre. - Digo riendo.

- Así es. Y este... - Mueve su brazo derecho en semi circulo, de su pecho hacia afuera, señalando y abarcando todo a nuestro alrededor en un gesto enfático. - Es nuestro lugar secreto. - Murmura pegando su rostro al mío y besándome dulcemente.

Sonrío cuando se aleja, con mis ojos aún clavados en los suyos. Poso mi mano en su mejilla y lo observo, cuidando que no se me escape ni un detalle. Sus ojos cristalinos también recorren mi rostro. Ni siquiera tiene que tocarme para que yo sienta que también me acaricia. 

Él tiene razón al referirse a este pedazo de tierra como "nuestro lugar secreto" porque lo es. Desde la primera vez que me trajo aquí tras recogerme en aquella plaza, lo visitamos con el mismo fervor que un creyente a su iglesia. Aquí, en lo alto, lejos de todo, podíamos pasar horas, sin un plan mejor que un par de bebidas frías y nuestra mutua compañía. 

Me encantaba este pedazo de tierra, pero especialmente, me gustaba el chico que me lo había mostrado. 

- Tienes un insecto en el cabello. - Dice.

- ¡¿Dónde?! - Grito y me sacudo. 

- En ningún lado, solo quería que te acercaras más. 

Álex rodea mis hombros con su brazo y yo me pego a él. 

¿Cómo podría renunciar a esto? No podría. Esa era la verdad. Álex me daba todo aquello que no sabía que quería y que se había vuelto tan necesario como la imperiosa necesidad de respirar. 

Por eso, no me arrepentía de haberle dejado claro a Laura que no estaba en mis planes dar ni un paso atrás.

- Me gustó mucho el artículo. - Dice Álex de repente. Mi mano reposa en la suya mientras sus dedos juegan con los míos. Él los contempla, absorto en algún pensamiento que no puedo alcanzar.

- Gracias. - Le digo. - Aunque estoy segura de que nadie lo leyó completo por andar viendo las fotos.

- No puedo ocultar mi talento. 

Se gira para mirarme.

- Me gustaría que la conocieras. 

Parece que mi chico no entiende muy bien a quién me refiero.

- A mi madre. - Aclaro. - Me gustaría que conocieras a mi madre.

Álex sonríe. Y solo se queda así, en silencio.

- ¿Qué?

- Ya podré conocerla la próxima semana, cuando venga para tu fiesta de cumpleaños. - Me dice.

Ya lo había olvidado.

- Te dije que no quería una fiesta de cumpleaños. - Protesto.

- Fue idea de Miranda, yo no tengo nada que ver. Solo cumpliré con mi trabajo escoltándote hasta allá.

Guía práctica para enamorar a un YouTuber. (Alex Puértolas fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora