¿Cómo podría describir Barcelona?. Creo que la palabra más acertada sería... brillante. Brillante, como la más exótica de las joyas.
Alex y yo decidimos rentar un auto, para evitarnos el tener que buscar un taxi en cada salida. El hotel que reservé no queda muy lejos del aeropuerto, por lo que llegamos allí en cuestión de minutos.
La fachada es espectacular, con ventanas iluminadas y unos quince pisos al menos. Cada alcoba posee un balcón con vista directa a la ciudad y su calificación es, nada más y nada menos, que cinco estrellas. Fue gracias al hecho de que se trata de un viaje de trabajo que pude darme este lujo. GlamGun pagó por todo.
Bajamos del carro y Alex entrega las llaves al chico del estacionamiento, tomamos nuestras maletas y entramos al hotel. Sonrío a la mujer de la recepción y ella me sonríe de vuelta.
- Buenas tardes, bienvenidos. - Nos saluda.
- Buenas tardes, tengo una reservación. Mi nombre es Amelia. - Le cuento.
- Yo también tengo una. Alex Puértolas. - Dice Alex.
La mujer teclea un par de cosas en el computador. Sus pupilas se mueven de un lado al otro, rápidamente. Frunce el ceño, confundida y teclea de nuevo. Levanta las cejas y finalmente nos mira.
- Tengo su reservación, señorita Amelia, pero... no existe registro de ningún Alex Puértolas en nuestra base de datos.
La miro, incrédula.
- Perdone, ¿qué? - Digo.
- ¿Está segura? - Interviene Alex. - Yo mismo hice la llamada.
- Estoy segura. Lo siento mucho. - Responde la mujer.
Maldita sea, todo iba tan bien.
- Pero en el registro aparece una habitación doble bajo su nombre, señorita Amelia.
- Yo pedí una habitación sencilla.
- Debe haber un error, entonces.
- ¿No tiene más habitaciones disponibles? - Pregunta Alex.
- Lo siento, pero no. El hotel está lleno de turistas que han venido debido a la marcha de mañana.
Me giro hacia Alex.
- Iré a otro hotel. - Anuncia el chico.
- ¿Qué? no. - Me niego al instante.
- No tengo reservación aquí. No puedo quedarme, a menos que desees que compartamos tu habitación.
Mi estomago se retuerce.
- Yo...
En realidad no tengo idea de qué quiero decirle. Si no se tratara de él, habría aceptado compartir mi habitación, sin dudarlo. Pero es Alex de quien hablamos. Me rasco la nuca, incomoda. ¿Qué debería hacer? No puedo dejar que se vaya a otro hotel, solo. Pero la alternativa no es mejor. El chico mira su equipaje, esperando mi respuesta.
- Podemos compartirla. - Digo.
Alex me observa y una pequeña sonrisa asoma a su rostro.
- Deme la llave, por favor. - Le digo a la recepcionista y ella lo hace.
Subimos en el ascensor hasta el séptimo piso.
Siento que mi cuerpo se transforma en piedra cuando nos detenemos frente a la puerta de la habitación.
- ¿No piensas abrir? - Pregunta Alex.
Entonces noto que llevo un rato observando el pomo de la puerta, como una idiota. Me río, nerviosa, asiento e introduzco la tarjeta en la puerta. Se abre enseguida y las luces se encienden.
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Guía práctica para enamorar a un YouTuber. (Alex Puértolas fanfic)
FanficEs imposible desear algo si ya se posee todo. El futuro de Amelia parece estar asegurado cuando la oportunidad de escribir para una importante revista de moda la lleva a mudarse a Madrid. La vida en un nuevo país es prometedora y el cielo es el limi...