Corbata rosa

Leyenda

Cuenta la gran leyenda.

Sobre una academia de hombres magníficos, en donde sólo un selecto grupo de ellos es capaz de formarse parte y miembro.

Son aquellos hombres con las habilidades, virtudes y actitudes correctas para ser el mejor esposo, amante y compañero. Guerreros de la vida, dispuestos a cuidar de los más necesitados.

Aunque es solamente un mito pues no se conoce existencia de la misma.

Pero viene enmarcada en un gran secreto.

En toda la historia del siglo XX, a finales del mismo data de los deseados y clandestinos hombres de corbatas de colores.

Estos mismos cortejaron a sus damas de compañía en el momento de sus búsquedas. Y defendieron a su pueblo con su vida por la muerte.

Sólo nueve hombres formaron parte de ese precario y escaso grupo de caballeros. Dirigidos por un gran maestro.

El excelso Robert Ripiano.

Maestro de maestros.

Robert fue el magistral caballero encargado en secreto de coordinar a los mejores hombres de toda la historia del siglo pasado para ser excelentes caballeros en sus respectivas vidas.

Es un misterio muy bien guardado ya que nadie conoce de él y un pequeño exclusivo número de personas podía contactarlo mediante un lenguaje en específico.

Robert no solo fue un enorme maestro sino también gran creador impulsor del cortejo mágico. Y bastión para la protección de todas las personas del mundo.

El cortejo mágico se trataba de una habilidad dada de generación en generación para que sólo los hombres correctos puedan utilizarla. Solo podría usarse únicamente luego de superar el examen final de Robert.

El cortejo mágico es un conjunto determinado y variado de halagos en dos palabras que puede atrapar a la mujer que quieras para que así sea tu compañera de toda la vida.

Si es la indicada puede efectuarse la unión. Y sino lo es, resta esperar un poco hasta que aparezca la verdadera compañera.

Según el gran enigma, entre más de cincuenta mil hombres escogidos para realizar la prueba e intentar quedar asignados entre ese contado grupo, sólo 576 alcanzaron pasar la siguiente fase.

Tanto en capacidades físicas como mentales.

Luego de la tercera ronda de psicología inversa e historia del comportamiento femenino y masculino, sólo menos del tercio de ese grupo pudo acceder a la siguiente ronda y quedarse para la fase definitiva.

Un número muy corto de 95 hombres lograron conseguir cupo en la academia como parte de la victoria a sus monumentales esfuerzos.

La misteriosa academia tuvo una sola edición en toda su historia. Y jamás se volvió a conocer de ella.

De esos 95 que estudiaron por un año completo en la academia, menos de la mitad de esos hombres pudieron presentar el examen decisivo.

A través de ellos se destacó la categoría asistida y compartida de buen compañerismo, dominar por excelencia una disciplina de combate y tener una ética impecable de la vida misma, entre algunas otras más características complejas que debían de poseer para presentar el examen definitivo y obtener el verdadero premio.

Al final 20 hombres presentaron el examen. Y sólo 10 lograron aprobarlo.

De esos diez hombres que se graduaron por haber cumplido el objetivo, seis de ellos aprobaron con honores después de haber hecho en sus exámenes las mejores puntuaciones desde la letra B hasta el A+.

Los seis fueron caracterizados cada uno por su rudeza, tenacidad y fortaleza para soportar las complejas y dificultosas pruebas del Maestro Robert.

Y a cada uno se le concedió el premio final de portar las corbatas de la excelencia como caballeros ganadores. Entre esos colores están: El Rojo, Azul, Amarillo, Verde, Naranja y Morado respectivamente.

Pero dentro del grupo diez, tres de ellos obtuvieron los colores especiales, que los condenan a vivir una vida irremediablemente imposible.

Son hombres increíbles pero que de forma triste vivirán su vida en soledad al tener su único gran error.

Ser independientemente perfectos.

Sin la imperiosa necesidad de tener que complementar a una mujer.

Los colores especiales de corbatas, se les asignó sólo a tres hombres.

Estos colores son el negro, el blanco y por último...

El rosa.