Corbata rosa

Muerte

Después de varios minutos de intensa lucha. Ian en su defensa ante Weasen quedaba muy mal herido. Y Shane estaba cercano a derrotar a Bright.

Seguidamente llegó Rose en acto de revancha contra Weasen y lo detuvo antes de que hiciera más daño a Ian.

Frenó con ambas manos cruzadas uno de los últimos ataques demoledores que él proyectaba a naranja.

—Ahora no grandullón del más allá.

—¡Rose!—exclamó Ian desmoronado en la superficie.

—Pobre corbata rosa. Esta vez no me contendré.

—Yo tampoco gigantón—contestó.

Weasen sonrió con pícardia y entre risas respondió:

—Enséñame de una buena vez... de qué está hecho "el ballet rosa de Salzburg."

Ahora era Weasen contra un Rose enteramente herido, pero que se las arregló un poco para recuperarse.

Todo gracias a Feliciano y sus habilidades curativas aprendidas por el maestro.

...

Entretanto, Feliciano hizo su presentación colaborando con Shane, aunque Evan intercedió de nuevo en la disputa.

Shane hacía lo propio con Bright estando a centímetros de hacerlo caer al precipicio.

Y Evan, en su intento de ser antagonista, estaba a punto de ejecutar la apuñalada a Shane por la espalda cuando ya Feliciano andaba camino al otro lado de la azotea.

Hasta que Ian, luego de recuperarse, salió al rescate haciendo caer la navaja de Evan.

Ahora nuevamente era Ian contra Evan

Mientras, Altamirano y Caín seguían luchando codo a codo con los mas habilidosos sobrevivientes del pelotón.

Rose solo quería buscar a Adonis, pero se dio cuenta que Samuel ya hizo acto de presencia y estaba  acribillando a Feliciano en la parte oculta del edificio...

Se las arregló para dejar mal a Weasen por un golpe con un cilindro fino de metal que consiguió tirado en el suelo, acercándolo a la orilla del edificio.

Después de impactarlo por la espalda, Weasen volteó aturdido lanzando un contraataque con su codo derecho. Pero el mismo era evadido y de nuevo contraatacado con un magistral golpe a la barbilla. La certeza del impacto le hacía elevarse muy alto y sus piernas estaban al filo del borde de la azotea.

Tropezó por la falta de apoyo en la planta de sus pies y cayó al vacío, siendo así su muerte.

Corbata rosa corrió deprisa al auxilio de Feliciano y se consternó de forma dolorosa al llegar...

Vio con sus ojos como Samuel acababa a corbata amarilla tras su estocada final. Le dio un puñetazo al pecho y disparó su pistola a quemarropa directo al corazón, en dirección a Feliciano, que se encontraba abatido.

Sonó el tiro.

Corbata amarilla caía al piso de medio lado con leve sonrisa... miraba hacia Rose por una última vez... Y le sonrió picándole el ojo.

Rose quedó petrificado con los ojos abiertos.

Regresó en un segundo al pasado, en tiempos de guerra, las inolvidables palabras de su amigo, cuando se enfrentaron a diecinueve soldados en Salzburg, ambos solos siendo emboscados.

Antes de salir a luchar por sus vidas, Feliciano le dijo:

“Primero muero yo, antes de ti amiguito...—Tomó el hombro de Rose y concluyó—: Te lo prometo.”

Rose veía nuevamente como perdía a otro compañero sin conseguir hacer algo al respecto.

Caín estaba de espectador luego de monitorear de cerca el asalto de Samuel. Tocó los signos vitales de Feliciano y pronunció las siguientes palabras:

—No tiene pulso. Está muerto.

—¡¡¡Maldito infeliz!!!—gritó corbata rosa con toda la ira del mundo.

Y aceleró con todas sus fuerzas dispuesto a terminar con Samuel, que sacaba su arma de nuevo, disparando, pero esta vez a Rose.

Retumbó la bala impactada en la defensa de un tercero.

—Te has excedido en esta ocasión, Samuel—exclamó un señor de capa rojiza descolorida, luego de salvar del disparo a Rose con un escudo de aluminio.

—¡Maldito...! hasta que por fin te dignas a presentar. Sabía que aquí te iba a encontrar—replicó Samuel decidido.