Enamorando a mi sexy jardinero (2Min)

Parte 8: Secretos para terminar una relación, por Choi Minho (Parte II)

Cuando finalmente llegamos a mi puerta, los nervios me comen vivo, no sé cómo reaccionará Taemin al ver lo minúsculo de mi departamento. Apenas abro a puerta, él se separa de mi cuerpo y se lanza en picada a revolotear al interior del lugar.

- No sabes las ganas que tenía por conocer tu casa!! -dice saltando de un lugar a otro y tocando todo.

- Mm...claro...

- Ohhh ¿este eres tú? –pregunta tomando una fotografía en que aparezco con mis padres y que me faltaban dos dientes, claro tenía unos 6 años así que no es de extrañar.

- Dame eso!! -grito avergonzado.

- Ahhh...eras una cosita tan linda!! me encanta!! -exclama ignorándome completamente y refugiándose tras el sofá para que no lo alcance.

- Aichh, está bien, ve todo lo que quieras! -digo derrotado, sentándome en el sofá y esperando que la hiperactividad de Taemin disminuya.

El siguió recorriendo todo el lugar, incluso oí como exclamaba lo linda que era mi madre, seguramente viendo la fotografía que tengo de mis padres en mi mesita de noche...justo al lado de mi cama...porque sí, el señorito no esperó invitación ni nada, simplemente revisó hasta el baño y parecía muy feliz con todo, y tengo que reconocer que su felicidad se convirtió rápidamente en la mía, y me calmó como no pensé que podría llegar a estar, él no parecía incomodo por lo pobre de todo, al contrario, dejó su chaqueta tirada en una silla, su teléfono sobre la mesa, y quizás qué otra cosas dejó en la habitación.

- Tú madre era una verdadera belleza -dice apareciendo nuevamente en la sala, cargando consigo el portarretrato que tengo en mi habitación.

- Lo era, papá decía que no había en el mundo alguien tan bella, amorosa y buena -Taemin caminó con calma por la sala, cuando estuvo frente al sofá se sentó en mis piernas, y con la fotografía aún en sus manos se recostó en mi pecho.

- Te pareces mucho a ella -susurró acariciando la imagen de mamá.

- No, pero gracias por el cumplido.

- Es cierto, y también te pareces a tu padre, tienes sus ojos, y el cabello algo ondulado.

- Sí, todos decían que soy la viva imagen de papá.

- Sí, pero también te pareces a tu mamá, así que puedes decir que tienes lo mejor de ambos.

- Lo sé, ¿soy un maldito afortunado verdad?

- Claro, yo por más que lo niegue soy igual a mi padre, creo que lo único que saqué a mi madre fueron las orejas, ¿puedes creer lo injusto de la vida?...no quiero parecerme a papá -dijo apenado.

- No importa a quien te parezcas físicamente, yo creo que en realidad no te pareces en nada a tu padre, él nunca me habría dado un segundo vistazo, así que eso ya dice mucho de ti.

- Mmm...espero que tengas razón, yo no quiero parecerme a él.

- Tú eres mucho mejor que tu padre.

- ¿Ah sí? -dice seductoramente, moviéndose nuevamente sobre mi regazo para quedar mirándome de frente. Me rodeó el cuello con los brazos y sonrió observando atentamente mis labios.

- Sí...

- Mmmm...

Tomé la fotografía que descansaba sobre una de sus piernas, y la dejé en un mueble cerca del sofá. Libre de cualquier obstáculo, comencé a acariciar con suavidad su rostro, me asustaba como la mierda esta comodidad que estábamos desarrollando, pero tampoco podía detenerme...sabía muy bien que no estábamos destinados a estar juntos, sin embargo mi sentido común parecía no tener autoridad últimamente.