-Te dije claramente que debías quitar todos los restos de la tierra de hojas que quedó en el borde de la valla, si no vas a hacer lo mínimo que te estoy pidiendo es mejor que desaparezcas de aquí y me dejes hacer mi trabajo! –gruñó Minho furioso.
-Lo...lo siento, yo entendí que debía poner más tierra en los bordes, no quitarla –susurró el ayudante que habían dispuesto para él en su nuevo proyecto.
-Pues deberías estar más concentrado, si tengo que repetir cada cosa que te pido terminaremos en un puto mes el trabajo de un día –gritó Minho.
-Lo siento, enseguida lo haré –dijo el chico huyendo asustado.
Minho sabía que se estaba comportando como un maldito hijo de puta, llevaba días con un genio del demonio y ni él mismo era capaz de soportarse, y ahora la estaba pagando con el pobre chico que la administración del edificio que lo contrató para un jardín había dispuesto para ayudarle.
Pensó en seguir al chico y disculparse, pero aún estaba tan cabreado que no podía asegurar no volver a gritarle, así que se dirigió hacia la otra esquina del espacio en que trabajaban y comenzó a delinear la tierra para determinar los lugares en que plantaría y en los que irían elementos ornamentales.
Lo peor de todo, es que Minho era muy consciente de que no tenía razones para su mal humor, en el trabajo le estaba yendo estupendamente bien, desde que dejó la casa de Taemin había agendado varios proyectos y tenía ocupados los próximos meses, así que no podía quejarse. Además, dado lo bien que le habían pagado los Lee por el jardín, Minho pudo pagar un par de meses por adelantado en el crédito que había pedido para iniciar su empresa, así que en definitiva, todo en su vida parecía avanzar por el camino correcto, así que no debería estar comportándose como un imbécil gruñón que no tolera a nadie cerca.
Pero, parecía que nada de eso importaba si no tenía a cierto mocoso problemático a su lado, y ya habían pasado dos semanas desde que Taemin partió junto a su hermanita a Canadá y Minho estaba volviéndose loco por la nostalgia. Cuando, hace casi un mes atrás, Taemin le contó sobre el viaje, Minho ni siquiera pensó en lo que aquello significaría, luego, las semanas que le siguieron, se pasaron entre los exámenes del menor para terminar el año escolar, los viajes que el chico hizo hasta el internado de su hermanita para contarle sobre los cambios en las vacaciones, y el poco tiempo que les quedaba lo habían disfrutado juntos lo mejor que podían.
Ahora, tras dos semanas separados, Minho no podía con la frustración, apenas había hablado con Taemin, primero por la diferencia de horarios, y segundo, por lo carísimo que eran las llamadas internacionales, los primeros días Minho llamaba a Taemin y no pensaba mucho en ello, pero cuando consultó su cuenta y vio lo que tendría que pagar a fin de mes, tuvo que abstenerse de las llamadas, y conformarse con las que hacia el menor, pero tampoco le dejaba llamarlo todos los días, el orgullo de Minho no se lo permitía, odiaba no tener más dinero para costear las llamadas internacionales, y no iba a permitir que Taemin costeara únicamente aquello. Así que salvo día por medio, y algunos mensajes que se dejaban en línea, la pareja había hablado muy poco en esas dos semanas.
Tal era el nivel del estrés que ahogaba a Minho, que incluso la madre de Siwon le dio un fuerte tirón de orejas hace dos días, cuando llegó por la mañana a su departamento con comida casera y algo de frutas y verduras para surtir el refrigerador del moreno. Minho le dijo entre gruñidos que no estaba en casa para comer tanto, y ella, habituada a comportarse como su madre, le dio un discurso de media hora sobre lo importante que era alimentarse bien, pero antes le tiró las orejas y Minho no tuvo más remedio que disculparse.
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Enamorando a mi sexy jardinero (2Min)
FanfictionTaemin es un estudiante de instituto de 17 años que vive preocupado solo de disfrutar el día a día, todo estaba bien hasta que aparece frente a sus ojos un Dios del sexo, de piel morena y piernas largas que pone de cabeza su tranquila vida. Minho, c...