Capítulo 1

1K 36 0
                                    

-Cariño, levántate.

Esa dulce voz no podía ser otra que la de mi madre, pero lo que más odiaba de esas palabras era que un nuevo día empezaba. Otra vez, daba igual el día que de la semana que fuera, para mí todos eran iguales. Empezaban y acababan de la misma manera, minuto tras minuto, hora tras hora, día tras día.

-No entiendo como te puede gustar dormir tanto.
-Es porque de esa manera me olvido de lo que me rodea.-dije medio dormida-
-Lo que tu digas, levanta o llegarás tarde al instituto. 
-¿Puedo quedarme en casa hoy?
-Ya sabes que no.
-Eres mala -le tiré un cojín- igualmente hoy no tengo nada importante.
-Sí, lo tienes, examen física.
-Sabes que suspendo, iré a finales.
-No lo sabes, si te rindes tan fácilmente seguramente si irás, pero si te esfuerzas no irás.
-Mamá, tengo un 2 de el primer examen y un 3 del segundo.¿Como quieres que eso se transforme mágicamente en un 10?
-Mira solo intento ser positiva, cosa que no eres tú. Y ahora levántate de una vez.-se fue dando un portazo.


Finalmente me levanté, me duché y me vestí. Todo en media hora, así que aún me quedaba una hora para entrar en clases. 
Bajé a desayunar.

-Que rápida has ido hoy-dijo papá.
-No será de la ilusión que tengo que ir a clases. ¿Dónde está mamá?
-Se ha ido a trabajar, hoy empezaba antes. Resulta que ha salido un nuevo grupo y tiene que ir a conocerles.
-¿Otro grupo? Hoy en día todos podemos ser cantantes-me mofé-
-Puede, pero estos chavales son buenos.
-Papá, eso decías de los anteriores grupos que llevó mamá y lo tuvo que dejar porqué casi su empresa se va a pique.
-Se más positiva, estos van a ser los definitivos, ya verás.
-Y dale con ser positiva, mamá y tu me lo habéis repetido 50.000 veces, no voy a ser nunca positiva porqué soy realista, veo las cosas tal cual.
-Mira cariño, yo te entiendo, pero tienes que tener un poco más de fe, solo un poco más y ya serás perfecta.
-Papá, no quiero ser perfecta, porqué ser perfecta es tener aún más imperfecciones, yo soy como soy y punto, pero te quiero.
-Y yo también. Es solo que a lo mejor encontrarías novio antes
-¿Novio? -solté una carcajada- si llego a tener novio, me va a tener que querer tal y como yo soy, con defectos y sin defectos.
-Como quieras, yo me voy a trabajar -me besó la frente- que te vaya bien el día y ten cuidado al ir al colegio,¿vale?.
-Si papá, hasta la noche.

 
Hoy también iba a ir andando sola al instituto, podría ir en autobús, pero eso implicaría estar con todos los adolescentes de mi barrio que van al mismo colegio que yo, y eso no me hacia ilusión. Siempre he sido muy independiente y no me gusta relacionarme con gente que no conozco, por eso al cambiarme de instituto hace dos años hizo que me quedara sin amistades, y que me viera sola ante el mundo. Acabé conociendo mejor a los de mi clase, aún así, no tengo amigos con los que salir. 

Cuando estaba a punto de salir por la puerta, llamaron por teléfono, no supe si contestar o no, al final contesté ya que hacer tarde al colegio me daba lo mismo.
-¿Hola?
-Perdona, ¿esta Alicia? -contestó la voz de un chico-
-Es mi madre y no esta.
-Ah, es que la estamos esperando hace rato y no sabemos dónde esta.
-Pues ella se fue hace media hora, si quieres ahora la llamo al móvil y le pregunto dónde esta.
-No, bueno, es decir, ¿nos podrías dar su número? Así ya la llamamos nosotros.
-Esta bien -les di el número-
-Gracias, adiós.
-Adiós. 

De camino al instituto, mientras escuchaba música, me tropecé y caí. Gente de mi alrededor en vez de ayudarme se rieron. Me levanté y me expulsé los pantalones.
-¿Te has echo daño?-dijo una voz masculina detrás de mi-
-No.
-¿Estas segura?
-Te he dicho que no.-me giré para decirle que me dejara en paz, pero al mirarlo a los ojos no pude. 

Déjame Amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora