Chapter 9

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Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco me pertenece, esta pertenece a Juri . DP y esta historia fue beteada por la linda Karen Hikari del Team Beta Readers.

xxx

Cuatro días no eran suficientes para cambiar a una persona.

Cuando se trataba de Sasuke Uchiha, Hinata debería haber sabido que no debía haberse dejado engañar por su comportamiento.

Cuatro días después de la declaración indiferente de Sasuke, Hinata se despertó agonizante, la electricidad recorría todo su cuerpo, estallando a través de sus poros, y friendo sus nervios. Ella jadeó y gimió sólo para darse cuenta de que se balanceaba. Le dolía la cabeza y todos sus órganos se sentían como si estuvieran agrupados en su pecho. Entonces llegó a una realización impactante.

Ella estaba en un bosque.

Ella estaba colgando boca abajo, de un árbol, en un bosque.

Sasuke salió de detrás de un árbol y se puso en su línea de visión. Él la observó como si fuera algo extraño en el bosque, y luego siguió mirándola a los ojos.

Hinata no podía entender nada de la situación.

¿La había golpeado?

¿La había electrocutado?

Hinata intentó mover sus brazos, los sentía dolorosamente tensos, sólo para tener otra realización mortificante. Ellos estaban atados a su espalda con la misma cuerda que ataba sus pies.

—Sasuke —dijo ella, con voz tensa por su estado actual—. ¿Qué estás haciendo?

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Rojo.

Su rostro estaba rojo, y pensó que la sangre comenzaba a abrirse paso a través de los poros de su rostro.

Cuando miró a Hinata después de despertarse esta mañana, la chica insistió en dormir en el suelo, él no podía evitar la sensación constante de que quería hacerle daño a ella. Algo sobre su situación le desconcertó, y quería hacerle daño de alguna manera, pero sólo porque sería la última vez que él le haría daño a ella.

Trataría fuertemente de no herirla.

Físicamente.

Estar a su alrededor estos últimos días le había hecho pensar, hacerse algunas evaluaciones mentales. Decidió que algunas cosas tenían que cambiar. Pero hasta entonces, él no estaría satisfecho hasta que hiciera algo. Así que, sin pensarlo mucho, se cepilló los dientes y encontró una cuerda en uno de los cajones del fregadero. Sin gracia o cuidado, él tiró de la muchacha durmiente en sus brazos y se aventuró hacia el bosque.

Todo era... divertido.

La ató y la levantó en el árbol, contando cada vez que su cuerpo chocaba contra el tronco, fueron cinco y luego esperó. Durante diez minutos, él esperó a que su rostro comenzara a cambiar de color, y ella seguía durmiendo. Después de cinco minutos más, caminó detrás de ella para desatarla, pero sus manos se movieron por su cuenta, y lanzó un Chidori hacia su espalda sin razón en absoluto.

El acto vació la mayoría de los pensamientos violentos que tenía hacia la heredera, sólo le hizo temer lo que acababa de hacer. No debería haber utilizado esa técnica sobre ella, y menos aún con tal intensidad, pensó que quizás la había matado. Sin embargo, él no tuvo tiempo suficiente para que la idea de vivir en un mundo donde Hinata dejara de respirar se hiciese cargo de él, porque ella comenzó a despertarse.

Negro y púrpura no se mezclanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora