Chapter 33

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Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco es mía, es de Juri . DP y fue beteada por Jeffy Iha.

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«Despierta

Sus párpados se abrieron lentamente, con esfuerzo los ojos oscuros miraron fijamente el techo de una choza. Todavía tenía mucho trabajo por hacer, el lugar seguía oliendo a moho.

Sasuke se obligó a levantarse y sentarse al borde de la cama. Su cabello caía sobre su rostro y tocaba sus hombros cuando inclinaba su cabeza hacia el techo. No había comido desde ayer en la mañana, supuso que aguantaría hasta la noche antes de que el hambre aumentara.

Miró alrededor de la habitación, notando lo vacía que estaba todavía. La puerta quedaba perpendicular a su cama y un gran agujero cuadrado en la pared con persianas cerradas servía de ventana. No había cerraduras, pero la puerta era lo suficientemente pesada como para necesitar una llave. Se había deshecho de todo lo que originalmente había estado allí y los había reemplazado con algunos elementos esenciales. Un colchón se encontraba en un marco de metal que había encontrado, estaba ligeramente oxidado, pero era lo suficientemente bueno. Tendría que invertir en un colchón más grande porque se movía salvajemente durante sus sueños. Una sábana de color verde brillante era todo lo que cubría el colchón y a veces usaba una manta tejida que le habían dado. Como últimamente hacía mucho calor, no se molestaba en cubrirse al dormir. Como vivía en una choza abandonada, no había aire acondicionado ni ventilador. Su única fuente de alivio era la ventana, a la que había unido una pantalla para poder abrirla sin tener que preocuparse de los insectos.

Cerró los ojos con fuerza, respirando calmadamente. Tenía que conseguir más insecticida.

Había una mesa de madera más nueva con dos sillas en el centro de la habitación; debajo había una alfombra circular marrón y naranja. Había una cómoda de tamaño decente en la esquina de la habitación, pero no tenía muchos artículos para poner dentro.

No había luz en esta sala. Un cajón de la cómoda estaba lleno de velas, otro de linternas y algunas baterías.

Sasuke se levantó y caminó hacia la puerta al lado de la cómoda. Una pequeña bombilla iluminó el pequeño baño. La tubería había sido reparada, pero eso no contribuía al atractivo del baño porque aún era necesario limpiarlo profusamente. El piso necesitaba baldosas, el fregadero estaba lleno de grietas y el inodoro goteaba de vez en cuando. Había una bañera con una ducha conectada, pero el riel que habría sostenido una cortina estaba vacío. Por suerte el agua caliente funcionaba, la mayoría de los días.

Sasuke miró su reflejo en el gran espejo sobre el lavabo. Estaba sucio, excepto por un lugar donde lo había limpiado tanto como pudo. Honestamente no se reconocía a sí mismo, tenía el cabello largo, la piel pálida, los ojos de aspecto cansados y... estaba blando.

Había perdido una gran cantidad de masa muscular, aunque su cuerpo todavía se veía igual.

Cuando vestía ropa, se veía diferente.

Cerró los ojos con fuerza, mientras abría la llave para salpicar agua en su rostro. No había entrenado adecuadamente en más de un año, por lo que no se sentía más como un ninja.

Llamaron a la puerta de la choza.

Cerró el agua y miró el fregadero unos momentos antes de salir del baño para abrir la puerta. Se paró con la mano en el pomo de la puerta, respirando calmadamente y la abrió.

—Buenos días —una mujer joven entró con una bolsa de comida.

—Hey...

Aiya era una chica con la que Sasuke se encontró dos meses después de huir del escondite de Orochimaru. Durante los primeros tres meses, la mantuvo bajo un genjutsu para poder usarla para tratar sus heridas y llevarle comida. Después de eso, la libero, ya que su estado mental no había sido bueno y esperaba que ella lo delatara.

Negro y púrpura no se mezclanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora