Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco me pertenece, esta pertenece a Juri . DP y esta historia fue beteada por la linda Karen Hikari del Team Beta Readers.
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Orochimaru se acercó a la entrada de la guarida. El cielo estaba de un tenue azul, y el sol aún tenía que salir, dejando el aire fresco y húmedo. Disfrutaba de este lugar. Los árboles que los rodeaban emitían los aromas más agradables.
Se apoyó en la entrada, cruzando los brazos, y se permitió relajarse. En momentos como éste, no tenía una siniestra sonrisa en su rostro, y sus ojos no brillaban con malicia. Rara vez tenía tiempo para relajarse en compañía de otros experimentos o de otras personas, y necesitaba momentos para no sentir.
Para no pensar.
Para simplemente vivir.
Cerró los ojos, respiro profundamente y exhaló lentamente, escuchó la tranquilidad de la mañana.
Pasos se acercaban desde el interior de la guarida, lo que llevó al hombre a darse la vuelta.
—Bien, bien, bien —Orochimaru sonrió—. ¿Estamos todos listos?
Miró a los cuatro chicos delante de él. Su amado aprendiz parecía molesto como el primer día que había llegado. Tenía los brazos cruzados, y su mirada estaba dirigida al exterior. O a alguien. Probablemente la mente de Sasuke era un caos.
Tenía grandes planes para los otros dos más jóvenes. Shana obedientemente estaba de pie al lado de Kabuto. Jibo temblaba junto a Shana, con la mirada puesta en el suelo. Orochimaru no podía esperar para escuchar los informes del experimento de ese día. Y Kabuto...
—¿Qué te pasó en el cuello?
El ninja de cabello blanco puso una mano sobre la venda que cubría su lesión.
—Sólo es un rasguño.
Orochimaru se dio cuenta que la esquina del labio de Sasuke se retorció.
—Ya veo. Bueno, voy a reunirme con ustedes pronto, entonces —se volvió para mirar hacia atrás por la puerta, y sonrió—. Con los tres, de todas formas.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Cinco días, doce horas, y diecinueve minutos.
Cuándo puede un día ser considerado como terminado, se preguntó.
Hinata se metió en su cama, mirando al techo, mientras trataba de encontrar la respuesta a esa pregunta. Había podido volver a casa, pero desde esa noche se sentía abstraída. Entumecida. Trastornada. Pero debído a quién, era difícil decir eso.
Neji fue la primera persona en buscarla, y él se puso en estado de pánico cuando la vio. Le preguntó muchas veces lo que había sucedido. Ella no le respondió. Cuando llegó a casa, le preguntaron muchas veces más, pero ella no sabía qué decir. Se sentía abrumada por todo el mundo, haciéndole tantas preguntas. Todo lo que quería era descansar. La noche llego, Neji, Hanabi, y Ko pasaron unas horas con ella.
—Hinata —Ko habló en voz baja, con la mano sobre la suya mientras ella se acostaba para descansar—. Siempre he... me he preocupado por usted desde que dejó de estar bajo mi cuidado. —Él le apretó la mano, tratando de sonreír—. Pero... yo... yo siempre estoy aquí para usted... mi señora.
Ella se volvió, agarrando sus mantas.
Sus palabras habían sido suaves, pero estuvieron llenas de tristeza y preocupación.
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Negro y púrpura no se mezclan
FanficÉl no pidió sentirse de esta forma, y él tampoco pidió que todo estuviese relacionado con ella, pero, ya sea por suerte o por desgracia, estaba obsesionado con la chica Hyuuga. Si ella no estaba de acuerdo con ello, bueno, ese no era su problema. Be...